Hace aproximadamente dos años que la salmonera Trusal, vinculada a la familia Nenadovich, está en búsqueda de un socio que inyecte capital. En este período, ya son dos las veces en que las negociaciones para una eventual fusión con otros actores no han llegado a buen puerto.
La primera fue tras la idea de unir varias salmoneras, entre ellas esta compañía. Y en esta última ocasión, la fallida operación se dio con la firma acuícola Granja Marina Tornagaleones, ligada al empresario Ramón Eblen.
Al parecer, las razones se repiten: un alto nivel de pasivos -esto es unos US$ 100 millones-, a lo que se sumaría la necesidad de inyectar otros US$ 50 millones sólo para capital de trabajo.
Este revés en las conversaciones se da en un momento crítico, justo en medio de la temporada de siembra, etapa que es especialmente intensiva en la contratación de mano de obra.
A pesar de que anteriormente había trascendido que el directorio de la compañía había decidido flexibilizar su posición respecto a su valorización, esto es cerca de US$ 70 millones (como valor de patrimonio), finalmente el asumir los pasivos financieros inclinaron la balanza en contra de la operación.
El revés en las conversaciones aún no habría sido informado a los bancos. Sin embargo, trascendió que Asset Chile -asesor financiero de Trusal- habría retomado conversaciones con otras empresas del mercado, tanto locales como extranjeros, para encontrar un comprador.
Hasta ahora han sido principalmente compañías peruanas las que han manifestado interesadas en adquirir alguna posición en el mercado chileno. Entre ellos se cuentan el grupo Diamante, Congelados Peruana del Pacífico y el grupo Romero.
Trusal se ubica en la categoría de mediana en la industria salmonera local. En 2011 habría logrado ventas por unos
US$ 160 millones, mientras que la producción fue entre 27 mil toneladas y 30 mil toneladas anuales.
Nuevas renegociaciones
En tanto, para el resto de la industria la situación no ha sido mucho mejor. Esto porque la baja en los precios del salmón, junto al incremento en los costos, tanto por nuevas regulaciones como por el alza en el precio de la harina de pescado, ha vuelto a encender las alarmas.
Ya varias compañías se han acercado a sus bancos acreedores para renegociar una vez más sus deudas. Entre las firmas que han mantenido conversaciones al respecto estarían Camanchaca y Australis.
Fuentes de la banca indican que están dispuestos a alargar los plazos, pero las exigencias para las empresas se incrementarán, sobre todo en relación a las acciones en prendas. Respecto al otorgamiento de nuevas líneas de crédito, las puertas se encontrarían cerradas en prácticamente todas las instituciones financieras, según confirmaron en el sector.
Durante el año pasado ya muchas de las que pasaron por un proceso de renegociación en 2010 y 2011 debían empezar a amortizar capital, proceso que se generalizaría durante este ejercicio. A este escenario se suma la ausencia de nuevos financiamientos por parte de la banca.
Por ello, las firmas salmoneras están solicitando a las entidades financieras ampliar los plazos. La fórmula que buscan es lograr dos años más de gracia en los que sólo se pague intereses. Eso sí, esto llevaría a alargar el plazo de las deudas en dos años por lo que muchas de ellas terminarían de pagar poco después de 2020.
Pero, pero…. y los precios históricos del salmón??, y las subidas en bolsa???
Este es el precio histórico del salmón:
Y ahora es un poco más alto inclusive. Si no son capaces de pagar ni siquiera los préstamos con estos precios, bye bye industria del salmón. Eso sucede cuando te endeudas pensando que los precios en el momento o las condiciones financieras, van a mantenerse. Tal vez les sirva para tener un baño de humildad, los empresarios y ejecutivos salmoneros deben estar entre los más arrogantes que he visto en mi vida (no todos por supuesto, tengo buenos amigos ahí, pero el sector en general). Por otro lado, sería una lástima que la industria sufra una contracción, ya que es el motor de empleos de la zona de los lagos y Coyhaique, dos de mis regiones favoritas del país . Pero una empresa cuyo único activo real son las concesiones con pasivos de USD 100 millones habla claro de la irresponsabilidad, de todos, incluida la banca, en el sector. Para volver a niveles sostenibles de deuda, probablemente las salmoneras tendrán que reducir sus costos a mínimos. Y ya algunas salmoneras están pagando a 180 días, reventando a todas las empresas de servicios. No entiendo como los analistas del sector publican artículos destacando los beneficios del sector y su repunte en bolsa y una semana después esto. El tema de la deuda ha estado siempre presente desde la crisis del 2002, y realmente se desató en el 2007-2008. Solo sufrió un retraso temporal, que llega ahora con los primero pagos reales de los préstamos.
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