05 noviembre, 2013

Por un par de dólares más

 

@emolblogs

Axel Kaiser

El ideal del capitalismo, explicó Max Weber, es el del sujeto honrado y digno de crédito. Lamentablemente, poco o nada hay de ese tipo de reflexiones en el análisis económico actual, dominado por una visión de corte materialista y reduccionista que concibe la economía, y su operación, como si se encontrara absolutamente desconectada de una profunda dimensión ética.
La verdad, sin embargo, es que la confianza en el otro, el cumplimiento de la palabra empeñada, el honor y la perseverancia, el amor por el trabajo bien hecho y el respeto por la propiedad del otro, son valores sin los cuales el mercado no solo deja de funcionar, sino que pierde su legitimidad moral como sistema. Por eso es tan grave lo que ha ocurrido en casos como La Polar y Cascadas. Por un par de dólares más, los pocos hombres de negocios y empresarios responsables de estos escándalos han contribuido, en el peor momento imaginable, a tender un manto de sospecha sobre todos sus colegas y, de paso, a nutrir el arsenal de aquellos que quieren sofocar el sistema de libre empresa en Chile.
Algunos hemos estado dispuestos a defender ese sistema en un país en que hablar de libertad y lucro se ha convertido en una herejía. Y lo hemos hecho porque creemos tener una responsabilidad para con nuestros conciudadanos, especialmente con los más pobres, y porque nos asiste la convicción de que el camino de la libertad individual, de la solidaridad voluntaria, de la buena fe y del respeto por la propiedad ajena, es el único que nos permitirá salir adelante y dejar una sociedad mejor para las nuevas generaciones. Pero todo tiene un límite. El liberalismo no es la defensa de ciertas personas, intereses o empresas, sino de valores e ideas. Los mismos que una minoría inescrupulosa —conocida en La Polar y aún por determinar en el caso Cascadas— ha decidido aplastar en una muestra de codicia casi patológica que, por cierto, nada tiene que ver con la sana ambición del empresario bien inspirado, cuya riqueza deriva de la creación de valor y no del engaño o de la captura del Estado.
Se podrá decir que en todo esquema de libertad existe la posibilidad de abusar de ella. También se podrá argumentar que desde el Estado muchos políticos y funcionarios públicos desfalcan aún más a los ciudadanos que los privados. Pero esas excusas son insuficientes. En un país como Chile, pocos tienen expectativas en torno a que los políticos y burócratas hagan un buen trabajo y menos aún esperan que sean demasiado honestos. Tampoco la posibilidad de abusar de la libertad defiende sin más las instituciones que la garantizan. Chile no es Estados Unidos. Aquí el liderazgo empresarial es homogéneo y pequeño y el chileno se relaciona casi personalmente con él mediante la prensa y los servicios y bienes que este provee. Por eso el estándar de conducta esperada para mantener la legitimidad del sistema es mucho más alto y el margen de error y de inmoralidad mucho más limitado.
Además, mientras en EE.UU. hay tribunales que funcionan aplicando penas severas a quienes defraudan, en Chile eso no ocurre del mismo modo. Todo lo anterior implica que quienes son la cara más visible del éxito que permite nuestra institucionalidad favorable a la libre empresa, no solo deben actuar con ejemplar rectitud en los negocios que hacen, sino que también deben abogar por la libertad para competir y sacar la voz condenando los desaguisados de sus pares. De lo contrario queda la impresión de que todos tienen “tejado de vidrio”, lo cual es nefasto para la legitimidad del mismo sistema que les ha permitido enriquecerse y es, además, injusto para esos miles de empresarios y trabajadores que desempeñan su labor de manera honesta y no pocas veces heroica.
Ya es suficientemente peligrosa la cortoplacista actitud de muchos empresarios, denunciada con toda razón por Sebastián Edwards, de pretender beneficiarse del sistema de libre empresa, sin comprometerse con su defensa a nivel de ideas. Pero no estar dispuestos a incomodarse por defender públicamente el honor y la reputación de su rol en la comunidad supera lo que una élite con estándares mínimos de credibilidad puede exigir al resto. La libertad es como la salud: no se aprecia hasta que se pierde. Por eso todos debemos cuidarla y defenderla día a día. Los líderes empresariales, que sin duda han hecho una gigantesca contribución a la prosperidad del país, deben asumir el costo de corto plazo que implica defender públicamente la decencia sobre la que descansa una institucionalidad de libertades como la actual. Nadie dice que sea fácil, ¿pero acaso fue fácil sacar a Chile del pantano tercermundista-estatista en el que se encontraba para convertirlo en un modelo de desarrollo de categoría mundial? ¿Se ha olvidado buena parte de nuestra élite empresarial del sacrificio y trauma que implicó llegar a donde estamos e incluso del esfuerzo que esta misma hizo para ayudar a sacar adelante a este país? ¿Es que no ven la advertencia que está dando el tono populista que han tomado las candidaturas presidenciales sobre lo que nos podría pasar si toda esta desconfianza en la libertad, el emprendimiento y la empresa privada se siguen profundizando?
Es demasiado lo que está en juego como para dejar que se vaya todo al hoyo por la inmoralidad de unos pocos. Llegó la hora de reaccionar. Los chilenos y chilenas esperan más de su élite empresarial que la indignación de salón o los reclamos a puertas cerradas. Si estos no dan el ancho frente al público en materia de credibilidad y no defienden los principios que sustentan nuestro sistema de libre emprendimiento, en particular los de competencia justa, honestidad y creación de valor, habrá quienes se encarguen de que la falsa idea según la cual todos están dispuestos a abusar y a engañar por un par de dólares más, se extienda como la gangrena en la sociedad. Y eso, en un país en que ya casi nadie confía en las instituciones, terminaría siendo un pésimo negocio.

Me gusta la ingenuidad de Kaiser. Me recuerda cuando uno  recién da los primeros pasos en la vida laboral y cree que todo se comportará según los modelos matemáticos enseñados y los cursos de ética empresarial de Majluf.

La premisa básica (no única) para un empresario exitoso, así como de un político es que debe saber mentir. El mejor mentiroso gana. Vendes productos cárnicos “premium” que son el raspado de los huesos y todo el resto de menudencias?, éxito. Vendes aceites hidrogenados que son el tóxico más peligroso inventado como beneficioso para el corazón?, éxito. Vendes bebidas y productos diet que engañan la producción de insulina de tu cuerpo provocando de hecho que engordes más y que busques consumir aún más productos dietéticos? éxito. Vendes Hamburguesas que no son hamburguesas con cero valor nutricional y lo promocionas como alimento? éxito. Vendes fármacos que no curan los problemas sino los síntomas provocándote de paso dependencia crónica y múltiples efectos secundarios que también necesitarán fármacos? Éxito. Vendes ropa que te cuesta $1000 al por mayor en China, le colocas una marca y la vendes en $250.000 porque es “tecnica” o de una marca de “prestigio”?. Éxito. Vendes productos “made in germany”, o “made in Italy” con etiquetas que compraste al por mayor en India que colocas en productos chinos?. Éxito. Vendes fondos mutuos que no solo no rentan más que los mercados de referencia, sino que vendes a tus clientes cuando quieres deshacerte de tus posiciones perdedoras con ellos? Éxito. Evitas la entrada de competidores más pequeños promocionando el aumento de impuestos porque sabes que tu podrás evadirlos con tu ejército de abogados y contadores pero un pequeño empresario no? Éxito. Cobras intereses sobre productos y servicios que no son originalmente destinados a ser recargados por este concepto? Éxito. Vendes el mismo I-Crap cada 6 meses diciendo que incorpora grandes cambios y sólo colocas un sistema operativo que al cabo de algunos meses dejará obsoleto a todas las versiones anteriores haciendo casi obligatorio el comprar el nuevo equipo a pesar de que funcionalmente el antiguo es igual al nuevo? Éxito. Te haces pasar por experto en un área enseñando y escribiendo al respecto innumerables papers y ni siquiera has trabajado en términos prácticos una sola hora de tu vida aplicando lo que enseñas y de todas maneras eres casi idolatrado como sabio? Éxito. Vendes un cilindro tóxico de nicotina y una combinación de componentes adictivos que te provocarán múltiples problemas de salud, sin ni siquiera esconderlo? Éxito.

Todo esto de la ética son solo venta de pomadas académicas. De hecho, la mayorías de las cosas que se venden no tienen ningún sentido práctico, salvo los alimentos. Por lo tanto DEBES mentir para poder venderlas. O no me vas a decir que necesitas realmente ese nuevo LED de 55” 3D para ver el mundial? (para mayores referencias ver la película la mentira original, muy buena).

Lo que es cierto es que deben existir normas para que cualquiera pueda ser un nuevo “mentiroso” sin trabas artificiales, y que los mentirosos mayores no sean por sus propios medios capaces de desestabilizar el sistema económico y social, como fue el caso de los bancos de inversiones en USA. Salvo eso, todos los emprendedores van a tratar siempre de sacar ventajas de los clientes, del sistema político, legal y económico, por eso es importante también regular los aportes que reciben los políticos y controlar este aspecto. La mayoría de las leyes que benefician a los grandes conglomerados en desmedro de los pequeños, o de los consumidores se generan porque los gigantes son capaces de influir activamente en la clase política. Caso contrario no tendríamos “alimentos” en las góndolas de supermercados con componentes que ni siquiera puedes pronunciar cuya única restricción es que debes indicarlos en las etiquetas. Thank you very much.

Como dije, me gusta la inocencia de Kaiser, es muy refrescante, poco práctica, pero refrescante. Probablemente en la ciudad universitaria de Heidelberg se discuten, en interminables tertulias en el recorrido del puente de Carlos con el mono dorado del espejo (que recuerda a todo el mundo que lo transita el que antes de criticar debes mirarte a ti mismo) o en los múltiples cafés de la calle Steing, estas y otras temáticas académicas. Muy bonito lugar para esto por cierto, dan ganas de pensar como idealista en esta ciudad de cuento.

8 comentarios:

  1. Excelente comentario! Si Kaiser fuera un flaite detenido en el Paseo Ahumada por los transeuntes, y me acerco a ver al tipo que tienen atrapado, y si distingo que es él, soy el primero en pegarle un patada maletera. Porque puta que hacen mal estos tipos que más encima tienen exposición pública, que después llegan a dictar cátedra sobre sus ideas e ideales, asumiendo que son los correctos. Un tipo realmente patético!

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    1. Dios libre al país de tener mucha gente como tú, porque pasaríamos en guerra civil.

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  2. Este tipo de personas son creadas, moldeadas y mantenidas por el sistema, de hecho son necesarias, su ingeniudad no es mas que otro tipo de mentira, mentira que sustenta a las otras mentiras que retienen el poder o que desean retenerlo a futuro. La mentira es parte de nosotros, el cerebro de todo ser humano asi lo requiere.

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    1. De acuerdo, pero la sociedad reprime la mentira desde el mismo nacimiento. El educar e indoctrinar a la mayoría de la gente en que todos deben decir la verdad y esperarla (no sería funcional una sociedad sin esto) bajo pena capital o pecado mortal y/o las mentiras siempre se descubren, es mejor un verdad dura que una mentira dulce y blah, blah, blah, da una ventaja desproporcionada a los mentirosos que se aprovechan de este gran condicionamiento de la inmensa mayoría de la población que piensa que el resto por defecto dice la verdad. Me parece que la película la mentira original es una gran alegoría al respecto.

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    2. Hablas desde la ignorancia. La élite está muy cómoda con todo sistema y sea "socialismo" o "neoliberalismo" (qué diablos es eso?), donde haya un estado fuerte, regulador, fiscalizador, que castigue al chico y proteja sus monopolios. Se le llama "Crony capitalism" y es característico de sistemas estatistas, y oh ironía, lo usan para vilipendiar al funcionamiento del libre mercado desregulado, algo que jamás se ha visto en la historia, salvo parcialmente y en ciertos países europeos y un país americano, experiencias extremadamente exitosas por cierto.

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    3. Déjame sacarte de la idea de que gracias a la "libertad" USA fue próspera. Sucede que después de un periodo (en realidad varios comenzando desde 1837) depresivo, USA requisa el oro (1930's) y devalúa el USD. Como no funciona, entra en guerra. En esta guerra, destruye todo Europa y gran parte de Asia quedando USA intacto. Todos los medios productivos de USA andan a marchas forzadas porque tenían que venderle, a todo el mundo, básicamente de todo, Aquí, USA se convierte en la superpotencia dominante. Ese periodo conocido como el de los baby boomers duró exactamente hasta que los países europeos y asiáticos recuperaron su base industrial, punto en el cual comenzó el descenso de USA nuevamente. Y considerando que Suecia es una monarquía representativa, y Noruega una monarquía parlamentaria, supongo que no puede ser confundido con regímenes libertarios. Tal vez hablas de Suiza, que efectivamente es la democracia más efectiva, probablemente en el mundo y esto es porque cuentan con una democracia directa, esto es, tienen la posibilidad de votar todo.

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  3. Qué onda? increíble la violencia que inspira un tipo que simplemente trata de introducir una manera de pensar nueva a un país donde todos, sobre todo los que se creen inteligentes, disparan con que regular acá , fiscalizar allá lo va a resolver, y lo más simpático, en el mismo párrafo reconocen que el actuar estatal (leyes, impuestos, regulaciones) beneficia a los monopolios y perjudica a los nuevos entrantes.

    Adyaner, mira de nuevo tu video de Hayek vs (puaj) Keynes.

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    1. Lo he visto muchas veces. Algo que aparece en el video es que la economía y la sociedad es orgánica y variable siempre está cambiando, lo demás es pretensión de conocimiento. Ahora, lee los artículos de Axel Kaiser y ve a quien se parecen sus comentarios y sus referencias bibliográficas doctas, si a Keynes y cohorte o a Hayek y partners...

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