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El lunes, la Dirección de Presupuesto (Dipres) informó que, a noviembre, el gobierno había ejecutado un 83,3% de la Ley de Presupuesto 2013, lo que deja en evidencia nuevamente una sub-ejecución por parte de la actual administración. Para el fin de año, en tanto, BBVA Research proyecta que la ejecución podría llegar a un 97,2%, lo que implicaría una mayor expansión del gasto fiscal para 2014 -por una menor base de comparación- y, aún más importante, un déficit estructural menor a la meta de 1% que se había propuesto el gobierno para el presente año.
“El año 2013, con este menor crecimiento del gasto que estábamos esperando, el gobierno va a sobre cumplir la meta de balance estructural que está puesta en un déficit de un 1%. Si el gasto termina creciendo menos que en 2012, como nosotros planteamos, el balance estructural va a terminar con un déficit menor a 1%”, asegura el economista de BBVA y ex Dipres, Hermann González.
En ese sentido, destaca que hay que ver la sub-ejecución desde el lado positivo.
“El gobierno va a completar cuatro años con una fuerte reducción del déficit estructural que pasó de 3,1% en el año 2009 a menos de 1% de déficit el año 2013 cerrado, entonces si bien hay un grado de sub-ejecución yo lo pondría desde el punto de vista positivo, en un contexto de responsabilidad fiscal con la reducción del déficit estructural, ya que eso en el fondo, da mayor espacio a la iniciativa privada”, agrega.
En la misma línea, el economista del Instituto Libertad, Gustavo Díaz, destaca que el hecho de tener una sub-ejecución se explica porque “hay algunos proyectos que no alcanzan a ejecutarse durante un año calendario, hay arrastre. Por eso, no es normal encontrar ejecuciones del 100%. Ahora claro, efectivamente este gobierno viene con un déficit en materia de ejecuciones de forma anual, producto que es un gobierno que le tomó mucho tiempo instalarse, debido al terremoto y al ajuste que tuvo que hacer al presupuesto 2010”.
“Gobierno ineficiente”
Totalmente distinta es la visión que tiene el economista de la Fundación Chile 21, Eugenio Rivera. A su juicio, la sub-ejecución que muestra la Dipres a noviembre y la posibilidad de llegar a la meta del déficit estructural de 1% antes de 2014, sería muestra de la “ineficiencia” que ha mostrado el gobierno.
“Obviamente, si hace menos de tres meses se había dicho que esta meta se alcanzaba el próximo año, el que lo haya alcanzado el año recién pasado confirma que se trata de un gobierno que a pesar de que había ofrecido una gestión de excelencia, ello no ha ocurrido. Uno acepta que en el primer año haya cierta ineficiencia por los problemas de instalación, pero ellos ya no deberían ocurrir al cuarto año. En mi opinión el gobierno se despide tal como empezó, con graves deficiencias”, aseguró Rivera.
Además, el economista destaca que si se toman en cuenta los síntomas de desaceleración que se ven para 2014, sería importante que el gobierno pudiera plantearse medidas relevantes en el campo de las obras públicas y también en otros ámbitos que requieren un mejoramiento sustantivo como en salud o educación, ya que eventualmente puede tener efectos positivos en el desempeño económico. Para esto, recomienda una reformulación del presupuesto 2014.
“El presupuesto que se hereda está en línea con una política que simplemente se acomoda a la desaceleración global de la economía. Creo que para cumplir una serie de metas, sería importante que el nuevo gobierno buscara reformular el presupuesto disponible y adelantar la ejecución de algunas inversiones, como también aumentar el gasto en campos importantes como Salud y Educación (…) ese es un camino perfectamente posible”, apunta.
Respecto al escenario que queda planteado para que el próximo gobierno pueda converger a balance, en tanto, Rivera reconoce que ayuda, pero cuestiona que este sea el objetivo que el país se deba plantear en este momento. “Si uno tiene en cuenta el bajo nivel del endeudamiento público y las grandes necesidades que tiene el país en Educación, Salud, Infraestructura, etc. por qué no recurrir a un mayor endeudamiento, de tal manera de empezar a trabajar en problemas que están siendo arrastrados desde hace tiempo. Desde hace ocho años, con excepción del Metro, no se ha realizado ninguna obra pública relevante. En ese sentido, el objetivo de reducir el déficit estructural me parece absolutamente extemporáneo”, concluyó.
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Deberían vetar a estos tipos de los medios. Tenemos poca deuda, tenemos capacidad de crédito, por qué el gobierno no se endeuda para pagar las cosas que hacen falta??.
Si hay algo peor que elevar los impuestos para pagar los gastos de gobierno (cuando vea que se hacen bien y sirven podríamos llamarlo inversión), es que se endeude para esos gastos permanentes. Es similar a comenzar a comprar comida con crédito. Particularmente si el gobierno no genera absolutamente ningún ingreso.
El gobierno NO genera ninguna nueva actividad económica con su gasto, porque adivinen que, lo que gasta se lo quita a la economía en primer lugar vía impuestos, por lo que la suma es cero, en el mejor de los casos nórdicos, y probablemente un rotundo negativo en países como Chile en términos de eficiencia de la colocación de esos recursos. Y si te endeudas, lo tienes que pagar, eventualmente, por lo que esa inyección de azúcar vuelve con una resaca épica. Si te endeudas para algo específico, como reconstruir el país después de un mega terremoto, es una cosa, si te endeudas para tus gastos fijos es otra muy diferente. Si no, sólo hay que ver lo que ha pasado en los países europeos o en los países latinoamericanos en el pasado. Una vez caemos en el tema de la deuda, we are fucked por 20 años, con el FMI y el banco mundial diciendo lo que tenemos o no que hacer internamente.
Si no tienes deuda como país, eres libre, si no eres esclavo de tu acreedor a menos que como país reniegues de tu deuda, lo que probablemente te envíe a la edad media comercial por 30 años.
Pero parece que a los nuevos economistas les gusta la palabra apalancarse o “leverage” y la nueva tendencia será que podemos sostener una deuda de 30 o 40% del PIB para pagar los programas sociales justos e igualitarios que necesitamos.
Lo que no entienden es que todo el apalancamiento que se genera lo tiene el banco que te presta el dinero.
A ajustarse los cinturones de seguridad, va a ser un viaje accidentado al parecer.
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