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SANTIAGO.- Un total de 97.620 personas, de las 125.588 que postularon, fueron seleccionadas en alguna de las 1.423 carreras que ofrecen este año las 33 universidades adscritas al Sistema Único de Admisión –25 del Consejo de Rectores y ocho privadas–. La cifra representa el 77,7% del total de postulantes que se registró este año. Es decir, que tres de cada cuatro postulantes quedó seleccionado en alguno de los programas que eligió. Según informó el DEMRE, la gran mayoría de los estudiantes que fueron seleccionados proviene de colegios particulares subvencionados (50,3%), seguidos de establecimientos municipales (23,57%) y particulares pagados (19,33%). Además, este año postularon 6.521 personas más que en el proceso anterior, cuando sólo lo hicieron 119.047. Por lo tanto, en la misma línea, fueron 2.052 personas más seleccionadas. En total, las universidades ofrecieron 77 mil 727 vacantes, mientras que las postulaciones válidas alcanzaron las 480 mil. Las región Metropolitana concentró la mayor cantidad de seleccionados con más de 36 mil personas, lo que representa el 37%. El segundo lugar lo obtuvo la región del BioBio con 12 mil estudiantes, es decir, el 12% y la región de Valparaíso logró tener un poco más de 10 mil personas que fueron elegidas (10%). Con la entrega de los resultados, se cierra la tercera etapa del Proceso de Admisión 2015 y a partir de mañana se inicia la etapa de matrícula, la que se extenderá hasta el 21 de enero (de acuerdo a calendario particular de cada Universidad). Cabe recordar que el período de retracto es entre el 12 y el 21 de enero de 2015. A partir del día 15 y siempre que existan vacantes comienza la matrícula de lista de espera, despues que durante los primeros tres días procedan a matricularse todos los convocados y los favorecidos con becas BEA. Si quedan vacantes disponibles después de este período las universidades podrán convocar a repostulación.
Que desastre.
Niños y padres que van a quedar endeudados por años con carreras que no tienen ninguna utilidad social o empleabilidad en la mayoría de los casos.
No es un fenómeno solo de Chile. En USA y UK pasa básicamente lo mismo. En Europa también con la salvedad de que los endeudados son los contribuyentes, pero igualmente los jóvenes estudian cosas ridículas.
La educación universitaria es algo que no debería quedar desregulado al mercado de la oferta identificada como las universidades sino de la economía identificada como las empresas que requieren de profesionales específicos.
La economía es la que debe tirar de las carreras a ofrecer y la calidad de ellas, al menos en los centros públicos. Y en lo privados, los créditos deberían ser enteramente bancarios.
Si tienen la garantía del estado, los créditos son similares a los que provocaron la crisis sub prime. A cualquiera le dan crédito para estudiar, por ridícula y de poco prestigio que sea la carrera y/o universidad o la poca adecuación del candidato para una exigencia académica mayor.
Hay que fomentar el aprendizaje en empresas de aquellos jóvenes que académicamente no califican para la educación superior. Es la forma en que realmente se domina un trabajo y se puede practicar de manera de ser excelente. Sin endeudarse estudiando cosas que no les sirven a nadie. Y con ingresos y prueba de la realidad a corta edad. En los países nórdicos es la norma. Muy pocos van a la universidad. El resto empieza en prácticas de trabajos técnicos que les generan un buen nivel de vida. No es necesario tener un magíster para llenar planillas excel. Tampoco para operar una máquina industrial, por compleja que sea.
Las empresas automotrices e industriales en Alemania, Suiza, Noruega, Finlandia, USA y Japón pueden dar fe de ellos. Excelentes puestos de trabajos sin la necesidad de una carrera universitaria. Solo entrenamiento de la cultura de la empresa y procedimientos específicos.
De hecho, una experiencia real. Trabajadores con discapacidades (o habilidades diferentes) son mucho más productivos que uno normal para tareas específicas y repetitivas. Como intentan demostrar que son igual de capaces, son extremadamente rigurosos con los procedimientos que se les enseña y por lo tanto no hay desviaciones en los procesos.
Incluso son capaces de identificar oportunidades de mejora. Como hacen lo que el procedimiento dice al pie de la letra, pueden identificar cuando está mal.
Esa cultura de leer los catálogos o procedimientos y ejecutarlos específicamente como es instruido es muy nórdica y nosotros no somos muy buenos en eso.
Pero eso es para otro post.
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