#niunputopeso…

 

@latercera

Luego que el presidente ejecutivo de Codelco, Nelson Pizarro, señalara ayer en el marco del seminario Aporte de la Minería al Desarrollo de Chile que “no hay plata, viejo, entiéndeme, no hay un puto peso”, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, recordó que la minera, en la actualidad, efectivamente tiene muy pocos recursos.
"Todos sabemos que pasamos por un periodo de vacas flacas directamente por el precio del cobre, Codelco tiene desafíos enormes, Nelson Pizarro tiene toda la razón de contarle a Chile la verdad, Codelco hoy día tiene muy, muy pocos recursos no sé si como el dijo ni un peso, pero yo creo que es un muy buen llamado de atención para todos aquellos que creen hay algo ahí, que es una cuestión de pedir y lograr", sostuvo Valdés.

En este sentido consultado sobre la capacidad del fisco para responder al petitorio del sector público, que ayer solicitó al gobierno un reajuste salarial nominal de 7,5%, el ministro indicó que "no me quiero referir al guarismo en sí mismo, pero me imagino que todo chileno entiende que ese es un número que está completamente lejos de lo que Chile puede abordar".
La negociación del reajuste del sector público se realiza tradicionalmente en noviembre, sin embargo, este año los trabajadores decidieron adelantar las conversaciones para evitar que éstas coincidan con la tramitación del Presupuesto de La Nación para el próximo año.
Respecto a los plazos de la negociación, Valdés, señaló que "vamos a conversar con ellos un calendario".
BONO DE CODELCO

Las declaraciones de Pizarro se dieron horas antes de que Codelco informara que realizará este jueves una emisión de bonos por hasta US$390 millones.
La colocación, respecto a la cual Codelco no quiso referirse, se da en un contexto en el que la empresa aboga por más recursos, afectada por el mal desempeño del cobre y la falta de financiamiento por parte del Estado, al que solicitó una capitalización de US$800 millones para este año, sin recibir aún una respuesta.
También se da en un momento crucial, pues la minera evalúa reducir en US$2.500 millones más su plan de inversiones, que ya había bajado desde US$27 mil millones a US$25 mil millones al 2020, lo que implicaría además, dejar atrás la meta de alcanzar una producción de dos millones de toneladas de cobre en los próximos cuatro años.

En realidad no es extraño esto. Sucede en casi cualquier compañía del mundo. En periodo de auge se gasta y endeuda a la empresa en vista de crecimientos sostenidos en la expectativas del mantenimiento o aumento de los precios actuales. Cuando bajan, quedas con la deuda y con menos ingresos disponibles, por lo tanto, efectivamente terminas en algún momento si ni un puto peso.

Es la vida y los ciclos económicos en acción.

En ese momento las empresas quiebran, o se re estructuran en versiones más pequeñas y eficientes que en el próximo ciclo de expansión de crédito entran muy bien armadas.

Si hubieran sido hormiguitas previsoras, habrían colocado en un fondo de capitalización los excedentes del cobre para efectos de apoyar a la cuprífera en momentos de baja como este, o no utilizar sus ganancias menores y usar ese colchón para el financiamiento de otros programas sociales de gobierno.

Cómo pensaron en los gobiernos que la fiesta iba a durar para siempre, y no es responsabilidad exclusiva de ellos, también de los expertos que decían lo mismo, no se tomaron las providencias del caso.

Se repartieron en bonos, armas, programas sociales y exploración y explotación de bodrios con leyes bajas varios que al precio alto daban.

No hay que culpar al gobierno o a los ejecutivos de esto. Es la naturaleza humana. A nivel individual el comportamiento es el mismo cuando se tiene un ingreso y este aumenta y se piensa que eso es para siempre. Cambio de autos, viajes, deudas de consumo, etc, etc.

Solo resta esperar que se re estructure y entre en un nuevo ciclo al alza más eficiente.