Crece endeudamiento de los hogares chilenos ante aumento de los préstamos hipotecarios

@DF

Crecen las deudas de los hogares chilenos. Así se desprende del informe de las Cuentas Nacionales por Sector Institucional, dadas a conocer hoy por el Banco Central.

Según el emisor, los hogares mostraron un ratio deuda/ingreso de 68,5%, superior en 0,3 puntos porcentuales (pp) al cierre de diciembre, y se explica por el aumento de los préstamos bancarios para la adquisición de viviendas.

Sin embargo, a su vez que aumentaron las deudas, los hogares también mostraron una mayor capacidad de financiamiento, que llegó a 5,4% del ingreso disponible, 0,4 pp superior al cierre del 2016.

En el periodo, los hogares adquirieron activos financieros por un monto equivalente a 12,2% del ingreso disponible, especialmente aportes a los fondos de pensiones (8,1pp.), y contrataron pasivos, por el equivalente a 6,8%, principalmente préstamos bancarios.

Por su parte, la tasa de ahorro se situó en 9,6%, 0,2 pp superior a lo registrado en el trimestre previo, y reflejo de un mayor dinamismo del ingreso disponible respecto del consumo final efectivo de los hogares.

Una de las cosas más importantes de las deudas es que deben ser utilizadas para comprar activos, esto es, que generen rentabilidad. Excepción hecha de la casa propia, que en rigor no es un activo, pero que en términos personales genera rentabilidad “emocional” y por lo tanto se justifica parte de una deuda en ella, en la medida en que sea adecuada a los ingresos y necesidades y no una mc mansion inflada.

Dicho lo anterior, hay periodos en los cuales es menos dañino endeudarse. Y este periodo es en el de crecimiento económico de una actividad o sector, particularmente en el inicio. Y por contraposición, hay que descargar deuda cuando se percibe que el tiempo de boom se está acabando o simplemente cuando ves que puedes financiar con capital propio las operaciones y no con deuda. Invierno y Verano.

Endeudarse ahora es realmente un problema. En un ambiente de escasez de empleos de buena calidad para la mayoría, y con un crecimiento miserable, claramente no estamos en el mejor momento para adicionar deuda.

Es el momento de navegar con los ingresos disponibles y estar líquido para las potenciales oportunidades que existirán en la economía. Siempre existen oportunidades en periodos recesivos o depresivos y en ese momento el efectivo es el rey.

Y si hablamos de bienes raíces, los de esparcimiento o “segunda” vivienda son los que caen más fuerte en un periodo de bajada económica, particularmente después de un boom.