@pulso
Este miércoles, y a dos días de la entrada en vigencia de los nuevos aranceles de China y Estados Unidos, el cobre anotó un retroceso de casi 2% y se ubicó en los US$2,92 la libra. Con dicho nivel, el metal rojo alcanzó su menor valor en siete meses.
En este contexto, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín comento que “lamentablemente lo que hemos visto tiene mucho que ver con la guerra comercial, el tema del cobre, la razón fundamental es esta perspectiva de un enfrentamiento comercial, y en ese sentido es claro que probablemente quienes comenzaron este proceso no tienen interés en generar este tipo de efectos, pero se está generando”.
El titular de Hacienda reveló que este era un tema que les preocupaba. “Esperamos que esta última baja sea un efecto más transitorio”, comentó.
Por su parte, ministro de Minería, Baldo Prokurica, se mostró confiado en que el precio del cobre se mantenga en un promedio de US$3 la libra. “La proyección que han hecho todos los organismos técnicos es que el cobre se va a mantener sobre US$ 3 la libra y hay tranquilidad respecto a eso”, señaló.
Tal vez deberíamos no dejar al arbitrio de esperanzas las políticas públicas del país.
No recuerdo las veces que no le ha apuntado a los vaivenes del precio del cobre el que debe ser el departamento más grande de estudio del país, que es Cochilco.
Obviamente es difícil trabajar en presupuestos si no se cuenta con una proyección de precios que es en general difícil de hacer, al menos en el corto plazo.
Pero a grandes rasgos, a mayor valor del dinero, menor precio de todo lo que se valoriza en ese dinero (incluido otras monedas nacionales). El dinero del mundo es el USD. Por lo tanto, un USD subiendo implica que todo el resto baja, a distintas velocidades y con blips cada cierto tiempo, pero en general esa es la ecuación.
Como deuda = dinero, también la deuda de USA debería valorizarse.
Estamos en una tendencia de alza del USD, por lo que todo el mundo debería prepararse para una baja de los ingresos por exportaciones, que puede o no compensarse con la desvalorización interna de la moneda local. Cuando existe un alza de la moneda, la actividad económica baja, por una combinación de presión de deuda y expectativa de un mayor valor del dinero en el futuro que en el presente por lo que se posterga el consumo.
Si llegamos a combinar alza internacional del USD y alza del peso por efecto refugio del resto de los países de la región (salvo Perú probablemente pero no tiene el nivel de Chile en términos de riesgo) podemos encontrarnos en una situación en extremo complicada.
Ojalá el gobierno se esté preparando para esos escenarios, de manera diferente a “esperar” que el precio no siga bajando.
Y ojo que la deuda privada chilena esta por los cielos. Seria muy bueno tener una gran crisis para que se limpie este pais.
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