Se confirma el cierre definitivo de empresa de pastas Suazo tras 80 años

@emol

Se confirma el cierre definitivo de empresa de pastas Suazo tras 80 años. Luego de una reunión de acreedores, se decidió no seguir con la continuidad de giro de la empresa maulina. Cerca de 200 trabajadores se verán afectados. Tras 80 años de funcionamiento, esta mañana se confirmó el cierre de la tradicional empresa de pastas Suazo, en la comuna de Curicó, Región del Maule. Esto luego de una reunión que sostuvieron los acreedores de la firma, que mantenía suspendidas sus operaciones desde el pasado 17 de julio, mientras se analizaba el futuro de la compañía. A través de su cuenta de Twitter, la empresa expresó un saludo confirmando su cierre."Hasta siempre amigos, con una tristeza enorme les damos las gracias por tanto. Nuestro sabor natural vivirá por siempre". Flacio Fuentes, presidente del Sindicato de Trabajadores de Suazo, indicó que "lamentablemente no dieron los porcentajes para seguir en continuidad de giro. Hoy se cierra la posibilidad de trabajo que teníamos, esperar que el señor Piñera nos diga dónde están los tiempos mejores, así que todo el apoyo que nos ofrecieron de ayuda se pueda concretar". De acuerdo a estimaciones, este cierre de la planta curicana dejará cesantes a cerca de 200 personas. Esta compañía está ligada a los hermanos Suazo Gómez y se dedicaba a la producción de harinas, pastas, aceites y sémolas. Este cierre se suma a lo que ocurrió con la planta de Iansa de Linares, cuyo directorio decidió el jueves pasado cerrar ese lugar, debido a la crisis del mercado del azúcar.

Que difícil es saber las razones de un caso como este. Otras empresas que claramente podrían estar en desventaja respecto de competencia externa, como Guante o Colún han sobrevivido y aún prosperado.

No siempre es por una mala gestión, aunque generalmente suele ser más veces que no la razón de una quiebra. Malas decisiones, mala gestión del capital, mala gestión del producto, mala gestión de la publicidad, mala gestión del talento, o una combinación de todas las anteriores.

En este caso particular, podría parecer a la distancia que fue un déficit en la gestión de la publicidad, considerando que la calidad de las pastas y el producto en su conjunto era al parecer óptima. De hecho, cuando veías los componentes, era puro salvado de trigo a diferencia de otras marcas que tienen una infinidad de componentes casi impronunciables.

Lo que no entiendo es a los sindicatos culpando a los gobiernos de turno, cuando generalmente uno de los principales culpables de los cierres de empresas son sindicatos destructivos que mantienen la estructura de costos altísimo aún en tiempos de baja. Para muestra, Maersk.

Yo habría apostado en estas pastas a un segmento premium, como lo hace Colún, con productos que rivalizan en precio con importados de extremo prestigio, como la mantequilla irlandesa Kerrigold. Y claramente pueden competir sin problemas en calidad.

En fin. Una lástima. Cuando estaban disponibles en las góndolas, eran una compra segura.

Se extrañarán.

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