20 noviembre, 2018

Economía perdió vuelo en III trimestre pero le bastaría para llegar al 4% al cierre de 2018


@DF

Pese a las advertencias que apuntaban a una desaceleración de la economía en la segunda mitad del año, las cifras que reportó ayer el Banco Central sorprendieron al exhibir un ritmo de la actividad menor al esperado en el tercer trimestre.

Si el Imacec de septiembre (2,3% anualizado) ya adelantaba una expansión por debajo del 3%, el informe del instituto emisor mostró que el Producto Interno Bruto (PIB) creció 2,8%, una décima por debajo de las expectativas de los analistas.

Además, en el periodo avanzó 1,1% en términos desestacionalizados.

Pese a ello, y tras los ajustes a los cálculos para los dos primeros cuartos del año a 4,5% y 5,4%, respectivamante (desde los 4,3% y 5,3% previos), el año promedió un aumento de 4,2%, un ritmo que se apresta a superar los registros de los últimos cinco años.

El hito no sería casualidad, ya que desde la óptica del gasto, el período vino a confirmar que la inversión se está recuperando a un buen ritmo, avanzando 7,1% en el tercer trimestre, con lo que en promedio ha crecido 5,7% en el año.

Con todo, para los analistas el ritmo hacia el último cuarto y para 2019 no sería mucho mayor.

Para Capital Economics es probable que el crecimiento se mantenga “débil” ante el menor crecimiento que prevén para China (principal socio comercial chileno), un menor precio del cobre y una política fiscal y monetaria más restrictiva.

“Esperamos que el crecimiento se debilite a alrededor de 3% el próximo año, luego de una expansión cercana al 4% este año”, aseguraron.

En tanto, JPMorgan dijo en un reporte que la actividad del tercer cuarto se desaceleró “como se esperaba”, aunque reconoce que fue “más abrupta” al comparar con los primeros trimestres.

Con todo, destacó que el efecto calendario (tres días hábiles menos) lastró al PIB en 0,4 décimas y mantuvo su estimación de 3,8% para este año, pero señalaron estar “algo más cautelosos” para 2019. Para el próximo año prevén un crecimiento de 3,5%, cifra “aún por encima del potencial”, destacaron.

En el plano local, desde Itaú, su economista jefe, Miguel Ricaurte, ve “posible” crecer 4% este año pero mantiene su estimación de 3,8%, con el último cuarto creciendo en torno a 3%.

En su análisis, un “bastante notable” menor crecimiento del consumo pudo ser compensado “por un mejor desempeño de la construcción”, y de seguir esta tendencia “se reafirmarán las dudas respecto a la robustez del mercado laboral en un contexto en que los consumidores siguen estando pesimistas”.

La economista jefe de Econsult, Valentina Rosselli, se muestra confiada en que el Imacec de octubre “ya sugiere una cierta recuperación del ritmo de actividad”, aunque no a los niveles exhibidos en el primer semestre.

Para el último cuarto también espera una cifra en torno al 3%, y remarca que “pensar en los mismos niveles del primer semestre es difícil”.

Con todo, ve “factible” el 4% este año, así como el 3,5% para el próximo, lo que “implica cierta moderación respecto de lo que se pensaba hace algunos meses”.

Remarca que la inversión mantendrá “un ritmo similar de recuperación al de este año, incluso con sesgo al alza” con un alza menor al 6%. “Crecimientos sobre o en torno el 7% requerirán de mejora en expectativas asociadas a mejor panorama externo, avance en tema de reformas y/o mejores señales locales”, afirma.

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Mmmmmmmmm…

Me parece que la lectura que están haciendo los analistas tiene los lentes kool aid puestos.

Primero, se construyó un 1% de inventario, lo que aporta al PIB sin necesariamente ser una medida de actividad económica adicional real. Y segundo, la inversión en equipos y maquinarias no implica necesariamente mayor expansión futura de la producción, puede estar indicando mayor automatización para eliminar necesidad de mano de obra.

Y creo en perspectiva que esa es la tendencia, no agregar capacidad a las líneas productivas actuales.

Chile está caro en mano de obra y carga regulatoria para el empleo. Los empresarios van a comenzar a automatizar en la medida de lo posible.

Y eso va a hacer disminuir obviamente la demanda interna, como de hecho se está expresando en las estadísticas. Cuando la gente ve que se está comprando tecnología que va a eliminar eventualmente sus puestos de trabajo, comienza a consumir menos y ahorrar más.

Además, el mantra de la mayoría de los altos ejecutivos actuales es disminuir costos. Porque es lo más fácil. Y por supuesto, lo rápido para mostrar resultados en esto es despedir gente. Y las inversiones en equipos y tecnología en la enorme mayoría de los casos tiene que ver con esta justificación de ahorro de costos para su aprobación, más que con una expansión de la demanda.

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