25 enero, 2019

Del papel a la pantalla: cómo funciona la salud digital en Chile


@pulso

Rentabilidad social y económica, ahorro y contención de costos, trazabilidad en las atenciones y mejorar la seguridad de la información de los pacientes, son algunos de los beneficios que busca la digitalización de la salud en Chile.

Todo esto en el marco de la “Agenda Digital 2020”, que cuenta con seis compromisos dirigidos al fortalecimiento de los sistemas de información en el área de salud.

Uno de ellos se refiere a la “Ficha Clínica Electrónica”. Esto, en el marco del “Sistema de Información de la Red Asistencial (Sidra)”. En pocas palabras, la iniciativa busca sistematizar los datos relevantes en un solo documento para los diferentes niveles de atención. Además, pretende que los centros de salud puedan acceder a los antecedentes médicos de los pacientes sin importar la institución ni la ciudad a la que asistan.

Cómo funciona

Actualmente existen diversas plataformas inteligentes capaces de cruzar datos por medio de algoritmos, que son definidos de acuerdo a la información que vayan ingresando los funcionarios de los centros médicos.

“Trackcare”, del proveedor de sistemas de software InterSystem, es una de las plataformas que opera en Chile. Este permite el almacenamiento de información de manera interoperable, es decir, puede leer los distintos formatos que manejan las instituciones de salud, pudiendo ser públicos o privados.

“Lo que es imperativo de estos sistemas, es que la información se tiene que compartir con los otros centros, para evitar, por ejemplo, repetición de estudios y dar los datos completos al clínico para atender a los pacientes”, explica el Dr. Alfredo Almerares, consultor clínico de InterSystem.

Otra de las plataformas que opera para Fichas Clínicas, es Rayen Salud, que a través de módulos con múltiples campos de registro, los profesionales sanitarios pueden ingresar la información del paciente de acuerdo al tipo de atención.

“La Ficha Clínica Electrónica, claramente, fue el punto de partida de una serie de avances tecnológicos que se han incorporado en el sector salud”, comenta Andrés Segovia, gerente corporativo de Nuevos Negocios de Rayen Salud, haciendo alusión a las nuevas tecnologías que se van desarrollando, como lo es la Telemedicina.

Esta tecnología permite una atención no presencial, la que “puede ser sincrónica o asincrónica, es decir, en vivo o con desfase de un tiempo de respuestas al paciente, dependiendo de la disponibilidad y urgencia”, según explicó Almerares.

Si bien esta tecnología es reciente, ya ha operado. Por ejemplo, en centros de salud dentro del servicio de Talcahuano.

Desafíos y ciberseguridad

Una de las aristas más importantes en las tecnologías desarrolladas en el área de salud, es la ciberseguridad, la que hoy significa un desafío para las empresas especializadas en este tipo de software. Tal como lo menciona Marcos Vieyra, gerente comercial de Citrix en Chile -compañía que suministra tecnologías de virtualización de servidores-, “es necesario tener una política nacional de ciberseguridad, que impulse la creación de un marco en donde los datos de pacientes estén resguardados, sin temores de hackeos o fugas”.

Por otro lado, desde Rayen Salud consideran que “la implementación de sistemas de información para los hospitales de alta y mediana complejidad, es un desafío que se tiene a corto plazo. Existen buenas experiencias de esta tecnología, por lo que llegó el momento de utilizar el conocimiento adquirido y democratizar estas soluciones en beneficio de las personas”, dijo Segovia.


Esta noticia, junto con la de inteligencia artificial en el poder judicial, me hace pensar que la medicina y la justicia van a sufrir monstruosos cambios.

En ambos casos, el diagnóstico es probablemente el paso fundamental. Y eso se hace como en todos los casos, con comparar datos anteriores con lo que estás viendo ahora. Y en eso es mejor una base de datos y una inteligencia artificial analizando y correlacionando que un médico o abogado. Billones de veces mejor y más exacto de hecho.

Creo que los doctores, que hoy se han transformado, salvo contadas excepciones, en unos pelmazos insufribles que hacen lo que quieren con el tiempo de sus pacientes, así como con su dinero porque no son capaces de hacer ni un diagnóstico sin una batería de exámenes que en la mayoría de los casos son caros y no cubiertos por lo planes de manera plena, van a sufrir increíblemente esto. Es más, creo que estudiar medicina en 20 años más va a ser como estudiar periodismo o sicología hoy.

De hecho, con el diagnóstico correcto, salvo temas de cirugía, casi te saltas todos los pasos médicos de evaluación y vas directo al tratamiento. Y eso es muy liviano en términos administrativos y de costo.

Aún peor en las leyes. Esa es solo “diagnóstico”. Con una inteligencia artificial extensiva, de hecho no tendría sentido abogados. Solo jueces que den la visión “humana” de las pruebas y la jurisprudencia presentada por la inteligencia artificial.

En 20 años más, estudiar leyes va a ser como estudiar arte hoy.

Al tiempo.

2 comentarios:

  1. Al final todo sera digital y el que no sepa programar estara frito. Ya se esta viendo que los abogados deben saber de temas tecnologicos junto con los medicos.

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  2. Mientras tanto, el depto de Extranjería y Migración de Chile decidió implementar un sistema de reserva de horas para eliminar las interminables colas en sus oficinas y se mandó un papelón de grotesco tamaño. La página se satura, el Recaptcha a veces no funciona, hay que recomenzar una y otra vez todo el proceso porque una pantalla se congela o no permite ingresar datos...es tan tedioso que unos vivos intentaron vender las citas que estaban obteniendo. Conozco amigos que llevan meses tratando de obtener la codiciada cita desde noviembre 2018 cuando se implementó la "modernización" y personalmente llevo tres semanas para obtener el certificado de vigencia de mi permanencia definitiva (resido hace 29 años en Chile), lo que, por lo demás, es un información que detiene la propia administración de modo que es un trámite redundante.

    Sin poder renovar mi cédula vencida, no puedo salir del país, ni firmar actas notariales y tengo que contar con la buena onda de mi banco para ciertas operaciones...o sea el caos kafkiano.

    Entonces, okay para pasar a digital, pero con gente capacitada y comprometida, si puede fallar un simple sistema de reserva de hora en una administración, no sé que puede pasar con un diagnóstico médico o un fallo judicial digitalizado. Idem para los vehículos autónomos, ¿alguien en su sano juicio confiará el manejo de su auto a una inteligencia artificial en Santiago?

    There is waaaaaaaaaaaaayyyyyyy to go

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