Tesla se derrumba en Wall Street tras bajar en US$2.000 el precio de sus autos

@pulso

Las acciones de Tesla  llegaron a caer un 9%, después de que bajara el precio de todos sus vehículos eléctricos en Estados Unidos y no cumpliera con las entregas de su principal automóvil, el Model 3, en el cuarto trimestre.

En horas finales de Wall Street, las acciones de Tesla caen 5,81%.

El recorte “genera naturalmente la pregunta: si la demanda de vehículos de Tesla es tan fuerte, como Tesla indicó en el pasado, ¿por qué bajar el precio?”, escribió John Murphy, analista de Bank of America en una nota a sus clientes.

Tesla tuvo ganancias en el tercer trimestre, pero no las logró en los primeros nueves meses de 2018, y el flujo de caja siguió siendo una preocupación para los inversores.

El consejero delegado de Tesla, Elon Musk, está sometido a una intensa presión para cumplir su promesa de estabilizar la producción del Model 3, considerada crucial para aliviar sus problemas de caja y lograr rentabilidad en el largo plazo.

Musk, que ha fijado con anterioridad objetivos y plazos que Tesla no ha podido cumplir, sorprendió a los inversores al cumplir su compromiso de hacer rentable a la firma en el tercer trimestre, algo que ocurre solo por tercera vez en sus 15 años de existencia. Los créditos fiscales a sus vehículos contribuyeron a esa ganancias.

Tesla afirmó que está despachando casi mil unidades del Model 3 diariamente, en línea con las promesas de Musk, pero algo por debajo de las expectativas de Wall Street.

No obstante, la rebaja de US$2.000 dólares del precio del modelo sorprendió al mercado y afectó a la acción, que perdió un 9,4 por ciento en las operaciones matinales de una sesión en general débil en los mercados estadounidenses. En las últimas operaciones, los título caían un 7,8 por ciento a 306,97 dólares.

En el contexto de la gran reforma tributaria aprobada por el Congreso de mayoría republicana en 2017, los créditos fiscales que bajan el coste de los vehículos eléctricos están disponibles solo para las 200.000 primeras unidades vendidas por un fabricante. Este crédito se reduce entonces en un 50 por ciento cada seis meses, hasta que desaparece.

Tesla y Apple hoy son el ejemplo de como las cosas pueden ir rápidamente mal cuando no te preocupas de los detalles en la ejecución técnica, tanto de la producción como de las estrategias de marketing y ventas.

Tesla es un producto caro con deficiencias técnicas y de ingeniería. Apple es un producto que solía ser disruptivo (think different) con buena ejecución técnica y caro.

Y por supuesto ambos son aspiracionales.

Muy, muy aspiracionales. Y por ende muy sujeta a cambios violentos en los gustos de quienes los consideran como tales.

Pero finalmente el mercado y principalmente los ciclos de negocios siempre vencen. Las compañías tienden a burocratizarse a medida que crecen y comenzar a ser lideradas no por los iniciales dueños que suelen ser los creativos e impulsores de nuevas ideas y proyectos sino de contadores y abogados, que son parte de un sistema de gobierno corporativo necesario, pero incapaz de hacer los ajustes necesarios ante cambios internos, y principalmente externos.

Esto es inevitable. Las grandes compañías del pasado no son las mismas que hoy gobiernan el mundo corporativo. Anteriormente eran las compañías de aceros y transportes las que dominaban. Hoy son las tecnológicas y de alimentos, e igualmente entre estas se intercambian. Es cierto que algunas como Mc Donald, Nestlé, Coca Cola, o las grandes petroleras como Shell siguen siendo enormes, pero no son las que dominan el mundo de los negocios como las tecnológicas. Y son la excepción porque tienen una cosa en común. El gusto o necesidad por sus productos que ellos introdujeron originalmente aún no ha cambiado radicalmente.

Las grandes corporaciones así como los gobiernos suelen caer por esta creciente burocratización. Siempre hacen lo mismo ante cualquier cambio en las condiciones externas e internas, porque no saben hacer otra cosa. En el caso de las grandes corporaciones, recortar costos, casi siempre a costa de la calidad técnica de sus productos, o de la investigación y desarrollo si es del tipo Apple. En el caso de los gobiernos, subir los impuestos.

Por eso uno debería tender a comprar cosas japonesas en esta época y circunstancias. Tienen una cultura en parte occidental por supuesto, pero la ética de trabajo oriental y la tradición de los empleos de por vida y el orgullo de ello resulta en que no transen la calidad en la mayor parte en sus corporaciones, la mayor parte del tiempo, al menos hasta ahora.