Si bien la tasa de desempleo se ubicó en 7,1% en el trimestre móvil abril-junio, mostrando una caída de 0,1 punto porcentual respecto al mismo período del año pasado, la composición es lo que preocupa a los analistas.
Según reportó ayer el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), los trabajadores por cuenta propia registraron un alza de 2,6%, mientras que el número de empleos creados en el sector público avanzó un 6,4% en el período. Esto, para los analistas, denota un deterioro en la composición del mercado laboral, el que sería más bien estructural e iría más allá del hecho circunstancial de la migración.
"Hay una generación importante de empleo asalariado público, que está contribuyendo a la generación de empleo y eso nos dice que se ha desacelerado el empleo asalariado privado. Si está contribuyendo demasiado el asalariado público (y tomando en cuenta a su vez los datos administrativos) quiere decir que de todas maneras se está desacelerando el mundo privado y eso tiene que ver con el menor crecimiento económico", dice Juan Bravo, investigador del Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales de la Universidad Católica (Clapes UC).
En la misma línea, Itaú Análisis Económico explica que la creación de empleo sigue concentrada en los puestos de trabajo por cuenta propia y asalariados públicos, "mientras que la participación en la fuerza laboral disminuyó por cuarto trimestre consecutivo (a 59,4% desde 59,9%)".
Para Marcela Perticará, directora del Departamento de Economía de la Universidad Alberto Hurtado, esta cifra evidencia la tendencia de un mercado laboral estancado y vaticina un quiebre de la tendencia con una tasa de desempleo mayor. "No me extrañaría que en dos meses más viéramos una tasa de desempleo más alta, probablemente por sobre un 7,5%". Ello porque según un estudio en el que participó -que analizó la correlación entre la cifra entregada por la encuesta de Microdatos de la Universidad de Chile y la tasa nacional que entrega el INE- existe una estrecha relación entre ambos indicadores de empleo.
Un punto sobre el que difiere Bravo, ya que a su juicio el dato entregado por el INE "disipa las preocupaciones que se habían generado la semana anterior", con el incremento de 0,8 puntos porcentuales de la tasa de desempleo del Gran Santiago que se ubicó en 8,4% para el segundo trimestre.
Migración, mujeres y sector privado
En doce meses, el crecimiento de la fuerza laboral y de los ocupados fue idéntica (1,0%), un dato que no pasó desapercibido para el mercado dado que se relaciona en parte con el efecto de la migración.
Bravo advierte que el impacto de la migración en el empleo es complejo de mostrar hoy, dado que no existen datos actualizados que den cuenta del efecto del flujo migratorio en la producción y en el empleo.
"El fenómeno migratorio se debiese reflejar en la tasa de desempleo por su impacto en la fuerza de trabajo. El aumento de la oferta laboral, por esta vía, ha ayudado a contener las presiones salariales y podría haber contribuido a la creación de empleos. Sin embargo, los datos muestran que el dinamismo del empleo se ha moderado, dando cuenta más bien del escaso impulso de la economía y de factores más estructurales, como el proceso de automatización en varios sectores", señala el informe de Banco Santander.
Perticará –miembro del panel de expertos de la encuesta Casen 2019- comenta lo preocupante de la tendencia al alza desde 2014 que registra el desempleo en las mujeres (6,8% versus 7,7% a junio). Ello porque a su juicio tiene estrecha relación con la automatización en los rubros de servicio y comercio.
"Se empieza a tener un poquito de miedo de que la anécdota que se ve en el día a día se esté plasmando en cifras del mercado laboral. Sin sonar sexista, tradicionalmente empleos que habían estado a cargo de mujeres (como servicios sociales, educacionales, comercio) están disminuyendo".
Un aspecto negativo que la Cámara Nacional de Comercio (CNC) hace notar en su comentario, al señalar que los asalariados del sector privado en este rubro marcaron una baja de 4,4%, lo que representa el quinto período de caída con 38.014 trabajadores menos. En términos generales, los ocupados en dicho sector registraron un alza de 1,9%.
En Itaú destacan la destrucción de 48 mil puestos de trabajo por parte del sector privado, lo que representa la mayor caída desde el cuarto trimestre de 2017.
Hace un par de días estaba conversando con un académico de escuela de negocios de Australia acerca de esto mismo y de lo parecido que era hoy en día su país con el nuestro en términos de comportamiento económico.
Lo curioso es que siendo profesor de negocios, estuviera a favor de aumentar los impuestos, porque los negocios son solo para ganancia o lucro y no se preocupan de los trabajadores y que los modelos de negocios sostenibles son los que comparten con los trabajadores las ganancias y las decisiones.
Oh boy…
Por eso nos estamos yendo por el caño.
Toda la educación moderna está orientada a crear empleados fieles. No emprendedores y menos libre pensadores. O al menos una parte mayor de la masa. Y eso incluye especialmente a las carreras universitarias. Ninguna parte de la educación que reciben nuestros niños o jóvenes entrega habilidades para el emprendimiento. Todos los que emprenden deben partir por un camino que toma de 5 a 10 años, y con todas las probabilidades de fracasar, por lo mismo, no tienen las habilidades y deben adquirirlas en el camino.
Bajar impuestos hoy promueve el emprendimiento en cierta parte, pero en realidad los emprendedores nuevos no tienen ni idea de como les afecta esto y las regulaciones hasta que empiezan sus negocios.
Necesitamos más emprendedores chilenos. Y eso no se hace solo con bajas de impuestos. Se hace cambiando el foco de la enseñanza para entregarles a los niños las herramientas que les permita gestionar un negocio. Disciplina, gestión de capital, postergar la satisfacción inmediata, etc, etc. Pero por supuesto eso va en contra del consumo que mueve la economía.
La única forma de crear empleos privados es haciendo que existan más emprendedores y nuevas empresas. Bajar impuestos a las empresas ya establecidas no logra eso, aunque ayuda al ambiente de negocios y la confianza, sin duda.
Si existen más emprendedores que creen puestos de trabajos las condiciones de estos van a aumentar naturalmente. No es por decreto. Si existe una abundancia de mano de obra, esta nunca será valorada y tendrás eventos como el de la Piccola Italia muy frecuentemente. Lo que es abundante no es valorado. Y la mano de obra hoy para casi cualquier puesto es muy, muy, muy abundante.
Lamentablemente es la forma en la que se mueve el mundo. La abundancia no es valorada, por necesario o crítico que sea lo que es abundante. Solo pregúntenle a la gente de Osorno como valoraban el agua antes y después del “evento”.
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