Desigualdad de Chile se reduce casi a la mitad si se incorpora gasto público en salud y educación

@pulso

La desigualdad se ha establecido como uno de los principales factores que detonaron el estallido ciudadano del 18 de octubre, instalando con esto el debate sobre esta variable. En este contexto, un informe de Libertad y Desarrollo muestra que las distintas mediciones de brecha económica entre las personas de mayores y menores ingresos han disminuido, pero si se incorporan otros componentes de gasto social del Estado, la situación mejora considerablemente. Por lo tanto, concluye que el Estado es efectivo en disminuir la desigualdad y, en lugar de subir impuestos, proponen mejorar la prestación del servicio entregado por el Estado.

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Las mediciones más comunes son el coeficiente de Gini y la razón entre la suma de ingresos del 10% (o 20%) más rico sobre el 10% (o 20%) más pobre, conocido como índice 10/10 o 20/20. Mientras que los ingresos considerados en la medición son los contemplados en la Encuesta Casen, que implica información autorreportada por los hogares sobre los ingresos del trabajo de sus miembros, rentas, pensiones, así como también subsidios otorgados por el Estado.

El documento destaca que las distintas mediciones de desigualdad han disminuido desde 1990 a la fecha, aunque en las últimas dos mediciones se percibió un estancamiento. Así, el coeficiente de Gini (donde cero es perfecta igualdad y 1 es perfecta desigualdad) ascendía a 0,57 puntos en 1990, mientras que en 2017 disminuyó a 0,466 puntos cuando se mide la desigualdad de ingresos monetarios. Esto ubica a Chile entre los más desiguales frente a países desarrollados, sin embargo en América Latina es el mejor ubicado.

No obstante, LYD explica que dado que las medidas de desigualdad “sólo se calculan a partir de los ingresos monetarios, tienen la limitación de excluir gran parte de la redistribución que el Estado efectúa a través de otro tipo de gastos, como subvenciones escolares, becas y gratuidad en educación, programas de alimentación y atenciones de salud púbica, entre otros”. Así, al “corregir” los datos por el gasto público en salud y educación, “encontramos que, en términos cuantitativos, el Estado en Chile sí está contribuyendo a reducir la desigualdad en forma significativa”. Así, frente al Gini que incluye sólo ingresos autónomos cae 11 puntos (22%) y el índice 20/20 se reduce casi a la mitad. Y también anota una fuerte caída al compararlos con las mediciones que incluyen los ingresos monetarios (ver gráficos).

Calidad de los servicios

Pese a estos números, la sensación es que aún existe una amplia brecha entre los ciudadanos que reciben el beneficio de educación y salud pública, y quienes pueden acceder a los servicios privados. El documento califica esto como una menor satisfacción del primer grupo de personas con el servicio prestado. “Prueba de ello es la cada vez menor preferencia de las familias por la educación pública y la percepción de malos tratos en los servicios de salud, transporte público y oficinas de servicios públicos, los que se atribuyen en gran medida a los propios funcionarios del Estado (PNUD 2017)”, sostiene el documento. Así, concluye que para disminuir la sensación de desigualdad en la población se requiere mejorar la calidad y la atención en los servicios públicos y financiados por el Estado: “Mientras ello no se haga, la redistribución que ya se está realizando no será suficientemente valorada. Asimismo, el aumento de la recaudación y del gasto no generará una percepción de mayor igualdad (…) La reducción de la desigualdad no pasa meramente por el cobro de mayores tributos que puedan dañar el crecimiento económico, y por consiguiente los ingresos autónomos, que son la principal fuente de progreso de las familias”.

A nadie le importan los números de desigualdad.

Solo la percepción de ellos, especialmente a los políticos de izquierda.

Y la percepción de desigualdad es enorme en la gente. Al  igual que en casi todo occidente. La distribución de riqueza es lo que es en todos lados. el 1% se lleva todo el pedazo gourmet de la torta, y el 10% siguiente que son los que administran para ese 1% se lleva casi todo lo que queda de ella.

THIS IS THE WAY

Siempre fue, es y será de esa manera. El que quiera creer la pomada de que va a ser de otra forma simplemente es un niño que cree en cuentos de hadas o es un político de carrera que nunca ha tenido la experiencia real de como son las cosas.

En cualquier sistema, este es el caso. En un sistema marxista socialista, la burocracia se lleva todo. En uno monárquico, la aristocracia, en uno oligárquico, los grandes empresarios conectados con el gobierno, o ellos siendo gobierno. En uno de libre mercado, los más competentes en generar conexiones de comercio y manejo del capital. Al menos en este caso no está sujeto a pertenecer a una casta específica. La casta es el dinero y la capacidad de generarlo.

Nuestra obligación como individuos es navegar esas aguas de la mejor manera que podamos encontrar e intentar llegar lo más arriba posible en esa pirámide y con ello proveer a nuestras familias de la comodidad y seguridad que queremos para ellas. Esperar nada del gobierno o los sistemas de impuestos o re distribución en términos del propio bienestar es la forma lógica de abordar esto. Al menos si se quiere llegar en algún momento cerca del tope de la pirámide. Porque todos quieren eso. Solo que algunos esperan que el gobierno de alguna manera los acerque por ellos. NOT GONNA HAPPEN. NEVER. Y los que colocan a Finlandia como ejemplo de educación de calidad que entrega las mismas oportunidades. La desigualdad es la misma que en todos lados. La única sociedad rica que distribuye relativamente pareja la riqueza es la japonesa. Y eso es cultural supongo, tal como mantienen los empleos y respetan y cuidan mucho a sus ancianos, de verdad, no como eslóganes. Y de todas maneras, los ricos son MUY ricos en Japón igual, lo que pasa es que el 10% siguiente no lo es tanto.

Quieres educación de alta calidad. Dinero. Mucho. Quieres Salud de alta calidad. Dinero. Mucho. Quieres pensionarte y no trabajar por los 20 o 30 años que te quedan de vida viviendo cómodo y disfrutando con tranquilidad de esos años. MUCHO, MUCHO, MUCHO dinero.

Eso no te lo va a dar el gobierno. Ni una pensión digna, que significa que te alcance para llevar tu estilo de vida al jubilar, ni una salud de calidad ni una educación que entregue igualdad de oportunidades.

Lo que los gobiernos puedan hacer por la sociedad para contar con una que sea productiva y pacífica es otro juego completamente diferente donde en realidad nosotros no podemos hacer casi nada salvo opinar. Especialmente en el ambiente político de hoy con la polarización salvaje que existe. Nadie cuerdo entraría al matadero que es hoy la política. Solo gente con el cuero de chancho de Trump está capacitada para ello y seguir sus ideas. Gente como Piñera va a ser masacrada por todos porque no están acostumbradas a este ambiente y van a tratar de no quedar mal con nadie y eso es imposible con los progres y liberales actuales. No les puedes dar en el gusto en nada, nunca.

Siempre va a ser…

INSUFICIENTE¡¡¡¡¡¡