Presidente Piñera: “Experimenté la responsabilidad del poder y la soledad”

@DF

En una presentación que duró 40 minutos, el presidente de la República, Sebastián Piñera, realizó en resumen dos discursos: uno más personal y otro en clave política. En el primero, y con detalles de cómo vivió la noche del 12 de noviembre explicó por qué decidió privilegiar un acuerdo político antes de llamar a los militares nuevamente a defender el orden público.

En el segundo, desarrolló varios aspectos: hizo una defensa del crecimiento, la responsabilidad fiscal y la necesidad de la estabilidad en el proceso constitucional.

Con respecto a lo primero, defendió el crecimiento económico como la vía para concretar y financiar la agenda social: “La importancia de mantener y acrecentar nuestra capacidad de crear, innovar y emprender, que son los motores que permiten crear empleos, oportunidades, incrementar productividad y salarios y además de ayudar a financiar el gasto público y la agenda social. Sin crecimiento económico, no hay ninguna agenda social sustentable”.

Además hizo un llamado a los empresarios a que cumplan con la Ley, cuiden a los trabajadores, respeten a los consumidores, protejan el medioambiente y traten con justicia a las comunidades que los acogen y “que mantengan siempre ese espíritu innovador, emprendedor que les permite invertir, generar empleos, crear oportunidades y aportar al bienestar de los chilenos”.

En materia constitucional, y ante al proceso que se inicia a fines de abril con el plebiscito, indicó que es indispensable que la discusión se inicie con la idea de que el nuevo texto tenga “algunos principios básicos”, “y eso dará estabilidad y certeza en un proceso que por su naturaleza, si es que se decide el camino de una convención constituyente, tomará mucho tiempo”.

En este sentido, el Mandatario sostuvo que los temas que deberían estar en una nueva Constitución son: el principio de la libertad, la democracia y el Estado de Derecho; la separación, independencia y transparencia de los poderes del Estado; el valor de la vida y la familia; la igualdad de derecho entre hombres y mujeres; el derecho a la salud, educación, seguridad social, vivienda y orden público; la libertad de enseñanza y el derecho preferente de los padres en la educación de sus hijos; el derecho de propiedad y de libre emprendimiento; la libertad de expresión de conciencia y de culto; el reconocimiento de los pueblos originarios; la responsabilidad fiscal y macroeconómica del Estado; y la existencia y autonomía de instituciones claves como Contraloría, Ministerio Público, Tribunal Constitucional, Consejo de Defensa del Estado, Servicio Electoral y Banco Central.

Creo que esa decisión del 12 de noviembre, sea forzada o no, fue la mejor, o la menos mala, que podría haber tomado después de hacer puras huevadas la primera vez que sacó a las FFAA´s. Lo escribí en algún post de la época me parece.

El costo de haber detenido a los pendejos revolucionarios el 18O o ese fin de semana era exponencialmente menor que ahora. Un buen estado de sitio, con arrestos y patadas en la raja filmadas a los que estuvieran en la calle y un par de balas de guerra disparada en sitios estratégicos a vándalos y revolucionarios de cartón habría calmado las cosas, como lo hizo en Concepción para el terremoto.

Ahora no hay forma de detener la violencia actual sin derramar mucha sangre. Tiene que seguir su curso. A pesar de toda la crítica que se le puede hacer al gobierno (justificada por la falta de pantalones) por no imponer el orden en el presente, cualquier uso de violencia a esta generación de copitos de nieve que son los que están protestando en las calles va a detonar un lloriqueo aún mayor.

Se imaginan a los primera línea contra infantes de marina, boinas negras o las fuerza especiales de carabineros sin restricciones de uso de fuerza no letal?? Sería un lloriqueo eterno de violaciones a los DDHH´s y demás pendejerías irresponsables, como si tirar piedras y molotov a fuerzas armadas no debería traer consecuencias.

En eso le concedo a Piñera y su staff mérito y resilencia. Ya que la cagaron inicialmente comenzando por el Instituto Nacional que le dio la señal a todos los pendejos antisociales de que podían hacer lo que quisieran sin consecuencias, no la han cagado más, al menos no socialmente. Lo están haciendo a costa de los ciudadanos que sufren las manifestaciones y vandalismo, y carabineros que están siendo masacrados en todo sentido, pero seguramente están viendo el bien mayor según ellos que es la paz social y el re establecimiento del estado de derecho por vía pacífica.

A pesar de todo el enojo que uno pueda tener contra el vandalismo y los antisociales, y que nos gustaría ver a muchos una buena pateadura a algunos de los supuestos héroes revolucionarios actuales, no es viable ni política ni socialmente.

No sé en realidad cual sea la estrategia de Piñera, más allá de no cagarla socialmente más, recibiendo golpes por todos lados. Lo que si tengo claro es que debe haber una estrategia. No tiene billones de patrimonio porque sea precisamente improvisador.

Veremos.