@pulso
El mundo ha venido viviendo cambios que provocan profundos impactos en las compañías: desde la guerra comercial entre EEUU y China, el veloz desarrollo tecnológico, el cambio climático y, por último, un cisne negro como la pandemia del Covid-19, que trae consigo una recesión global. En Chile, se suma el estallido social. En este contexto, las instituciones y los gobiernos de las empresas deberán desarrollar nuevas habilidades a gran velocidad para adaptarse a la “nueva normalidad”. Sin embargo, esta capacidad de cambio no ha sido la realidad que hemos visto en el país en el pasado. En el caso de los directorios, nuestro Índice de Desarrollo ha mostrado consistentemente brechas en cómo ejercer un rol más estratégico, mejorar la calidad de sus sesiones, profesionalizar la evaluación de sus miembros y promover la diversidad y el mérito. Hasta ahora, los directorios en Chile han progresado lentamente en su mejora, lo que dado la velocidad y profundidad de los cambios que ahora enfrentamos, aumenta significativamente el desafío y los riesgos. Adaptarse rápidamente ya no es una opción, sino materia de supervivencia hacia un “nuevo normal”.
Para responder qué es el “nuevo normal”, primero deberemos desarrollar un proceso adaptativo donde no existe una solución previa conocida. Los líderes deberán usar pensamiento crítico, romper paradigmas, estar abiertos a experimentar y aprender, escuchar a otros y colaborar para avanzar evolutivamente a una respuesta bajo una doble mirada. Primero, protegiendo la salud y vida de las personas, asegurando la continuidad operacional y gestionando la contingencia y liquidez, clave para cruzar el incierto escenario que nos espera. Para esto, es necesario imaginarse escenarios futuros, incluyendo al menos uno muy disruptivo, identificando y pre-aprobando medidas de mitigación por si se volviesen realidad. Esto implica empoderar un “Equipo Swat” capaz de proveer análisis y agilizar la toma de decisiones, optimizado reuniones, realizando encuentros cortos y orientados a resolver problemas, manteniendo un flujo de información permanente. Segundo, en paralelo a la contingencia, es crucial generar una perspectiva estratégica, mirando a futuro y haciéndonos preguntas sobre la sociedad, los clientes, el modelo de negocios, las oportunidades hacia delante, las capacidades que debería tener el equipo ejecutivo y el directorio, entre otros. Los cambios que vienen son profundos y, aunque nadie tiene una bola de cristal, es necesario anticipar los desafíos, haciendo oportunamente los cambios estructurales necesarios. Probablemente, en un principio la administración estará enfocada en la gestión de la contingencia, por lo que es clave que el directorio se involucre activamente en esta mirada estratégica de la compañía y la sociedad.
Sin duda, este desafío es la mayor prueba de liderazgo que han enfrentado muchos directivos, quienes deben buscar simultáneamente hacer frente a la contingencia y a la sustentabilidad futura. Se trata de algo crucial, ya que probablemente las empresas que sobrevivan y lleguen exitosamente a “la nueva normalidad” serán aquellas que tomaron buenas medidas de mitigación y, además, fueron descubriendo y adaptándose más velozmente al nuevo contexto económico, social y político.
-El autor es socio de Virtus Partners
ZZZZZZZZZZZZZZZZ…
Se supone que venden consultorías con este tipo de discursos de paz mundial??
Lo peor de todo es que como los corporativos son tan pajeros, se compran estas pendejadas corporativas igualmente y todos se colocan a cantar Cumbayá en las reuniones de equipos de cambios corporativos. O la típica salida a escalar para enseñar trabajo de equipo…
Pedirle a un gobierno corporativo (o al gobierno de un país) que sea adaptativo y creativo es como pedirle a un buque tanque que sea rápido.
Tal vez las empresas familiares a cargo de sus dueños originales que trajeron la creatividad y velocidad sean adaptativas, al menos más. Pero las sociedades anónimas…NO way…
No sirven estas cosas. Los directivos son los que tienen que ser creativos, y por la misma estructura de esta clase de corporaciones, no lo son.
Los directivos de estas organizaciones son relacionadores públicos, no gestores, menos ejecutores.
Es por esto que las grandes empresas tienden a quebrar en estas situaciones. Los negocios retail en USA están cayendo como moscas, el último de los cuales es Neiman Marcus, que es de alta gama de ropa. Y es justo por la incapacidad de adaptarse.
Cualquier corporación que esté en medio de un cambio tecnológico relevante y no sea parte de el, como Amazon con el delivery, is probably fucked.
Ripley, Falabella, Cencosud…Más probablemente que no, tienen sus días contados.
Tal vez sobrevivan, pero el modelo de negocios con el que han operado el último siglo que ha sido básicamente inmobiliario, is fucked.
Tienen que sobrellevar las pérdidas catastróficas de la revolución pendeja, del virus pendejo y de la depresión bíblica que vamos a vivir.
No parece ser un buen prospecto con el lado de pasivos cargados de bienes inmobiliarios que hoy valen lo más probable la mitad de lo que valían antes de Marzo.
Y peor aún, esa deuda es en USD´s.
Cómo cambias toda tu infraestructura orientada a la venta presencial, incluida la promoción??.
No están preparados. Tampoco van a hacerlo a tiempo. El rechazo al cambio es mucho en todas las líneas de una corporación como esa.
Cambios pequeños, check. Cambios mayúsculos y rápidos. OUT…
Por lo menos en Viña
ResponderEliminarFalabella esta vendiendo 80mm diarios
por su canal digital ayer me junte
con el encargado
ripley esta cerrado sin ventas
y solo recibiendo pagos
hablo de plaza sucre en el centro de viña
ahora le comentaba que es momento
que falabella estire mano y tome
el edificio de ripley
para que tenga el monopolio
en em sector