Una nueva edición de la encuesta Plaza Pública Cadem, una suerte de barómetro de la política nacional, se encuentra disponible a partir de este momento. Lo que llama la atención, es que en el momento de consultar sobre la evaluación de personajes políticos, Joaquín Lavín cayó 9 puntos porcentuales, aunque lidera con un 63%.
La sorpresa la da el alcalde de La Florida, Rodolfo Carter, quien irrumpe en segundo lugar con un 51%. El edil de la populosa comuna no aparecía en la medición de abril.
La lista de alcaldes la complementan Evelyn Matthei (48%), Jorge Sharp (45%), Catthy Barriga (45% -7pts) y Felipe Alessandri (43%).
En cuanto a las bajas, Giorgio Jackson cae 5 puntos porcentuales y queda en 33%. Por otra parte, Gabriel Boric bajó 3 puntos y quedó en 32%. Ambos parlamentarios del Frente Amplio alcanzaron su peor registro desde que comenzó la serie en abril de 2018.
A favor de la cuarentena
Por otro lado, en el primer fin de semana de cuarentena total en el gran Santiago, un 94% de las personas consultadas se manifiesta a favor de esta medida y la preocupación por la eventualidad de contagiarse por Coronavirus alcanza su punto más alto (74%).
Sobre los sentimientos que genera la situación del país, 87% nombra angustia, nervios, miedo, ansiedad, estrés o cansancio. Esto significa 24 puntos porcentuales más respecto al 3 de abril.
Aprobación presidencial
Respecto a la aprobación presidencial, un 24% aprueba y un 66% desaprueba la gestión del Presidente Sebastián Piñera, sin cambios significativos con respecto al estudio de la semana anterior.
Lo único relevante es el sentimiento en relación al bicho.
We are fucked…
La enorme mayoría ha caído presa del pánico que han generado los medios y distintos personajes políticos y sociales respecto del bicharraco.
Todos tienen miedo y están dispuestos a rendir todas sus libertades y futuro económico por la seguridad de estar encerrados que supuestamente provee a pesar de lo que han demostrado países como Japón y Suecia.
Se puede ver de lo que uno conversa con distintas personas.
No hay nada que hacer. El daño está hecho.
Esto va a terminar cuando la gente comience a protestar por hambre y por la pérdida de sus viviendas y activos debido a las deudas.
Hasta ese entonces, a intentar mantener los ingresos y preservar el efectivo, lo que más se pueda, rebajando gastos a lo mínimo y renegociando las deudas a las menores tasas posibles, excepto las de consumo que son carísimas y hay que tratar de deshacerse de ellas.
Dada la trayectoria de este sentimiento generalizado, esto va a tener que empeorar mucho antes de que la gente se comience a rebelar.
En términos sencillos, el gobierno ha puesto un programa de USD 17 billones en carpeta para reactivar o amortiguar el impacto de encerrar a todos. La desvalorización de los activos en el país fácil debe ser de USD 100 billones entre bolsas, casas y empresas. Es un chiste ese paquete que no va a mover ni una aguja ni en la confianza ni en el consumo ni en la generación de crédito, y por ende en la inflación.
No hay nada que hacer salvo abrir la economía y comenzar por parte de los medios una campaña muy agresiva para que la gente retome la confianza en la interacción que de manera absolutamente criminal destruyeron durante los últimos dos meses.
Y no veo que eso esté ni remotamente cerca. Al contrario, al ver en televisión los controles policiales, va a empeorar.
No queda más que aceptar este hecho y prepararse en la medida de lo posible. Las puteadas solo sirven ahora para descargarse.
Es curioso, justo ahora estoy viendo una protesta en El Bosque, de gente que en estos momentos pasa hambre.
ResponderEliminarNo creo que le quede mucho al encierro, la realidad simplemente se impondrá.