Muertes por virus llegan a 100,000 y el negocio funerario de EE. UU. Está en problemas

@bloomberg

JEF FEELEY 28 DE MAYO DE 2020

Es una de las nuevas realidades extrañas de esta pandemia mortal: la industria funeraria, de todas las cosas, está siendo aplastada.

De hecho, el negocio es tan malo que los directores de funerarias temen que nunca se recupere por completo.

La razón: para muchos, Covid-19 ha hecho que los grandes servicios funerarios tradicionales sean cosa del pasado, al menos por ahora. Incluso antes de que el virus atacara, las funerarias luchaban por hacer frente a los gustos cambiantes. Ahora, los ataúdes caros, las flores y las parcelas de cementerios parecen aún menos atractivos que las opciones de bajo costo o la cremación.

El cambio ha afectado fuertemente a Service Corporation International, el mayor proveedor estadounidense de funerales, cementerios y cremaciones con más de 1,900 ubicaciones en América del Norte.

En una llamada de ganancias del 30 de abril, el presidente ejecutivo, Tom Ryan, dijo que las ventas promedio de funerales, que en tiempos previos a la pandemia podrían haber incluido una visualización, servicio completo, cofre de bronce, exhibición floral exuberante y tchotchkes como colgantes de urna, cayeron un 11% el mes pasado comparado con el año anterior. Las ventas a los consumidores que compran parcelas antes de la muerte cayeron más del 35%.

"Durante febrero y la primera parte de marzo, tuvimos un gran impulso en el negocio", dijo Ryan en la llamada. "Entonces todos sabemos lo que sucedió: Covid-19 y los efectos de onda".

Del 4 de marzo al 3 de abril, las acciones de la compañía cayeron un 34% a $ 34.71 por acción; el 27 de mayo, cerró a $ 39.85.

La crueldad de Covid-19, con el número de muertos en los EE. UU. Superando los 100.000 , está volcando las tradiciones apreciadas en la industria de la muerte de $ 16.3 mil millones. Los funerales donde cientos de veces lloraron ahora ofrecen un cuadro triste de 10 miembros de la familia en una tumba o mausoleo de cremación. Los ataúdes forrados de satén con etiquetas de precio de $ 10,000 o más son reemplazados por urnas de cremación de $ 300 ordenadas en línea. Las visitas en automóvil y en video son necesarias en estos tiempos socialmente distantes.

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Todo esto puede convertirse en la norma para las más de 19,000 funerarias de la nación a medida que los cambios generacionales influyen en las costumbres: las personas más jóvenes están optando por la cremación o los " entierros verdes " ecológicos que cuestan mucho menos que las obsequias tradicionales. Las tasas de cremación ahora pueden ser tan altas como 80% en algunas partes del país donde históricamente han sido menos del 50%, según Barbara Kemmis, directora ejecutiva del grupo comercial Asociación de Cremación de América del Norte.

"No hay duda de que todos estamos perdiendo dinero", dijo Robert Kugler , gerente de una casa funeraria en Saddle Brook, Nueva Jersey, que ha estado en el negocio durante 36 años y se desempeña como jefe de policía del municipio. “La pregunta es: ¿volverá cuando todo esto termine? Nadie sabe la respuesta en este momento porque está muy lejos de terminar ”.

Los asistentes pasan junto a una funeraria durante una visita socialmente distanciada en Centerville, Maryland, el 7 de mayo.

Fotógrafo: Jim Watson / AFP a través de Getty Images

Los dolientes pueden seguir siendo reacios a asistir a estelas y servicios religiosos, por temor a que Covid-19 convierta una casa de culto o una funeraria en un punto caliente. Eso es exactamente lo que sucedió después de un funeral en febrero en Albany, Georgia, que atrajo a más de 100 amigos y familiares.

Días después del servicio, algunos asistentes se enfermaron , al igual que los empleados de la funeraria, y un hombre murió. El virus se propagó rápidamente por la ciudad, ubicada a unas 180 millas al sur de Atlanta. El mes pasado, los funcionarios del condado que incluye a Albany reportaron 521 casos de Covid-19, junto con varias muertes más.

Kugler dijo que otra pérdida de recursos para las funerarias es la necesidad de proporcionar máscaras faciales, guantes gruesos y ropa protectora para los trabajadores que manejan los cuerpos, a pesar de que a menudo no saben si la muerte fue causada por Covid-19.

Un empresario que se ha beneficiado de los cambios es el neozelandés David Lutterman. Su negocio pasó de reuniones anuales corporativas de transmisión en vivo a servicios funerarios, y está agregando personal en su oficina de EE. UU. Con sede en Houston para mantenerse al día con la creciente demanda.

"No sé si las formas tradicionales de funeral volverán alguna vez", dijo.

Incluso si lo hacen, pueden ser muy diferentes.

Antes de que muriera de cáncer en marzo, Irene Kipreos , la ex propietaria localmente conocida del restaurante Fat Boy en Smyrna, Georgia, solicitó un funeral tradicional ortodoxo griego, con 200 dolientes llenando la iglesia.

En cambio, consiguió 35 personas espaciadas entre los bancos, dijo Pam Kipreos, su nuera. "Ella quería un funeral griego grande y gordo, y no podíamos dárselo".

Pero que buena idea, transmitir por zoom los funerales…

FUCK¡¡¡

El bicho más letal en la historia de la galaxia, la causa de que todos tengamos que estar cagados de miedo en nuestras casas encerrados en cuarentena, y con algunos imbéciles pidiendo estado de sitio nacional por semanas, sin poder hacer nada más que rezar porque nos perdone la vida tiene a las compañías funerarias quebradas…

ISNT IT IRONIC…

Dont you think…

Eso es porque la letalidad del bicho es igual que todas las enfermedades de temporada invernal. De hecho, como ahora todo es bicho, veremos el exceso de mortalidad al final de esto y lo compararemos con las proyecciones de hace dos años para las muertes por cada 100.000 a causa de influenza y neumonía que deberían ser 14.5/100.000.

Con el bicho vamos en algo así como 4% ahora, y como ahora todo es bicho, ese debe ser el total de las muertes por enfermedades respiratorias. Es decir, tendríamos que llegar a 14,5 muertes por cada 100.000 habitantes para empatar la proyección de hace dos años para una BAJA en la mortalidad por enfermedades respiratorias que venía de 20.