Por más de 40 años, el Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial (WEF, su sigla en inglés) se dedicó a medir factores de productividad y, con ellos elaborar un ránking anual, con el fin de motivar a las autoridades nacionales a ir más allá del crecimiento a corto plazo.
Pero, con la llegada de la pandemia, el panorama cambió y el ejercicio de clasificación comparativo que en Chile se lleva a cabo con la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) fue postergado hasta 2021.
En su lugar, este año se elaboró el “Informe de Competitividad Global Edición Especial 2020”, que apunta a desarrollar las prioridades de recuperación y reactivación, y que además presenta un índice sobre los países mejor preparados para la transformación económica requerida debido a la pandemia.
“En este momento, es crucial no solo reflexionar sobre la mejor manera de volver al crecimiento, sino también sobre cómo reconstruir mejores economías que mejoren los resultados para las personas y el planeta”, precisa el informe, que en esta oportunidad contempla datos de 37 economías, agrupados en once indicadores o prioridades, obtenidos de las últimas estadísticas de organismos internacionales y una encuesta a ejecutivos.
Virtudes y defectos locales
Chile fue uno de los países contemplados en la edición especial y, lamentablemente, el país no estaría dentro de los mejor preparados para el mundo pospandémico. La economía nacional se ubica en el puesto número 25 de todos los contemplados, lo que equivale a que obtuvo 53 puntos de un total de 100.
La académica de la UAI, Andrea Repetto, fue la encargada de presentar el reporte en un seminario organizado por la casa de estudios, y destacó que la mayoría de los indicadores nacionales están en una “posición rezagada”, lo que implica que un 60% de los países está en una mejor ubicación que Chile.
En el detalle, Chile se encuentra junto a Indonesia y República Checa en el séptimo decil, pero cabe destacar que que la mayoría de los países de la muestra son economías avanzadas. De hecho, los primeros lugares son ocupados por Finlandia, Suecia y Dinamarca, que llegan a 69,9; 69,5 y 66,5 puntos, respectivamente.
“Esto es como cuando nos comparamos con la OCDE, en que en general quedamos en la parte inferior de la distribución en muchas cosas, aquí nuevamente es lo mismo, el desafío se ve más grande”, ejemplificó la economista.
Tomando esta analogía y diciendo que Chile se parece más a la OCDE que a América Latina, el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, planteó que esto “no es una razón para quedarse dormido en los laureles porque hemos ido perdiendo terreno”.
Al mirar de cerca el resultado de los indicadores nacionales, el área más crítica sería la de incentivos e inversión en Investigación y Desarrollo (I+D), donde Chile obtuvo el puesto 32 entre 37 naciones, equivalentes a solo 31,7 puntos.
Luego, la competencia en el marco de la cuarta revolución industrial también muestra poca preparación, ya que el país se sitúa en el puesto 29 de 37, con 58,1 puntos. Por último, la equidad y diversidad en empresas también es preocupante, ya que con 57,3 puntos Chile es 28 de 37.
Pero, por el contrario, el marco tributario para la cooperación internacional del país está bien aspectado, en el puesto 18 de 37 y con 52 puntos. Además, la infraestructura sanitaria y de cuidado es algo positivo, pues Chile llega a la posición 16 de 30, con 48,7 unidades.
Adicionalmente, en lo relativo a gobernanza pública, visión de largo plazo y confianza en las instituciones Chile se ubica en el puesto 21 de 37, donde Finlandia es el país más alto. En cuanto a este último tema, el ministro Briones planteó que la desconfianza en las instituciones es uno de los principales desafíos para la nueva economía, al asegurar que “si hay una marca de lo que ha pasado en los últimos años es un deterioro bien importante, bien impresionante de la confianza que tenemos en nuestras instituciones y eso es malo, hay que arreglarlo”.
América Latina decepciona y se ubica al fondo del ránking
Pese a que el escenario descrito para Chile no es para nada alentador, el país estaría mejor preparado que las otras economías latinoamericanas contempladas por el WEF este año, los cuales destacan por ocupar lugares incluso más negativos en el índice excepcional de esta ocasión.
Dos posiciones más abajo que Chile, o sea descendiendo hasta el 27 de 37 se encuentra Brasil, que por poco alcanzó a superar la mitad del puntaje, llegando a 51 unidades y hasta el octavo decil.
Luego, aún más abajo, se ubica Argentina, que de cara a la edición especial consiguió sumar solo 49 puntos de los 100 totales, lo que equivale a la posición número 32 de todos los participantes, en el decil 9.
Casi en la peor posición, o sea en la 36 de 37, se sitúa México, que con los 46,9 puntos que alcanzó se convirtió en la segunda nación del mundo peor preparada para enfrentar los desafíos económicos pospandémicos, según el WEF.
Pero más allá de los latinoamericanos, hay varios europeos que estarían en condiciones similares a las economías regionales, e incluso con un panorama más pesimista. Justo debajo de Chile, o sea en el lugar número 26, se encuentra Italia, que se aleja de la mayoría de sus vecinos de la zona del euro que se adjudican el mejor desempeño del mundo.
Al seguir descendiendo en el ránking se encuentran Polonia, Hungría y Grecia, que ocupan los puestos 33, 34 y 35, respectivamente.
En el último puesto, incluso más abajo que todos los latinoamericanos contemplados está Turquía, que con solo 45,2 unidades sería el país más débil para encarar la transformación económica de todos los contemplados, que cabe recordar corresponden mayoritatiamente a economías avanzadas.
HHMMM…
El WEF está evaluando como los países están preparados para la progresada hippie verde que están impulsando como cuarta revolución industrial.
Que sería puro negocio digital, todos en la casa, full energías progres, errr, verdes, todos en bicicletas del siglo XIX pero con celulares de 20” consumiendo contenido digital del hermano mayor mientras comen carne mula y leche de soya de los negocios de Gates. Obviamente el proletariado y ganado cosechando y haciendo las cosas físicas tan poco refinadas para el gusto de los académicos que idean estas huevadas. Usar las manos para cosechar, construir y operar maquinarias??? ATROH….
No es necesario decir que como país en desarrollo no estamos full preparados para esa cuarta revolución star trekiana.
A Dios gracias. Nos vamos a forrar vendiéndole alimentos y commodities a los progres hippies de Europa y USA.
Por supuesto si nuestros supremos líderes son inteligentes y hacen justo lo opuesto a lo que estas recomendaciones indican. Si se colocan a privilegiar acceso igualitario a internet y subvencionar con ingreso básico garantizado el quedarse en casa para prevenir el contagio de la peste negra más mula en la historia humana en vez de promover la actividad industrial y agrícola, we are fucked.
Veremos…
Se ve muy oscuro el panorama, nuestros "líderes" son especialistas para hacer las cosas mal...
ResponderEliminarojala hagan bien la wea los qls, lo ideal seria conseguir democracia directa en la Convencion Constituyente ojala se consiga, para jubilar a los zanganos de nuestros supremos lideres u.u
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