¿Por qué en Estados Unidos nunca hay golpes de Estado? Porque no hay una embajada de Estados Unidos”. Ese viejo chiste, muestra de la resignación latinoamericana ante el poder del imperio dominante, toma otra acepción ahora que sí hemos visto un fallido intento de autogolpe en los Estados Unidos.
A tres días del cambio de mando, Washington está tomado por 20 mil militares, custodiando una “zona verde”, nombre que recuerda el área de Bagdad resguardada por los marines tras la Guerra de Irak. Por décadas, Estados Unidos alegó su necesidad de intervenir o derechamente invadir medio mundo, para resguardar su seguridad. Pero el Capitolio no se lo tomaron los barbones cubanos, los guerrilleros vietnamitas ni los terroristas islámicos. La verdadera amenaza siempre estuvo dentro, en esos estadounidenses armados hasta los dientes y dispuestos a matar, pero a los que no se llama terroristas porque son blancos, cristianos, y visten tenidas de camuflaje en vez de turbantes.
Salvo el 11/9, prácticamente todos los peores ataques terroristas en ese país han sido obra de grupos racistas blancos, desde la masacre de Greenwood (cerca de 300 negros asesinados por una turba), hasta Oklahoma (168 muertos en un bombazo de supremacistas).
Para el expresidente Bush junior, lo ocurrido en Washington es propio de una “república bananera”. Pero Bush, quien algo sabe de invasiones, olvida que esa expresión alude a los países centroamericanos cuyos gobiernos eran instalados y derrocados según los intereses de, justamente, las corporaciones estadounidenses, como la empresa bananera United Fruit Company.
El general Smedley Butler fue uno de los marines encargados de aplicar esa política del “gran garrote”. En su libro La guerra es una estafa, escribió: “Tengo la sensación de haber actuado durante todo ese tiempo de bandido altamente calificado al servicio de las grandes empresas de Wall Street y sus banqueros. He sido un pandillero al servicio del capitalismo”.
Los economistas Arindrajit Dube, Ethan Kaplan y Suresh Naidu pusieron números a esa sensación: midieron los retornos bursátiles de las trasnacionales con intereses en países que habían sufrido golpes de Estado digitados o promovidos por Estados Unidos. Las compañías “completamente expuestas”, subieron su valor entre 14% (Chile en 1973) y 77% (el golpe de la CIA en Guatemala en 1964).
Pero, si en Washington no hay embajada, ¿quiénes están detrás de ese golpe?
La generosa billetera de billonarios como los hermanos Koch y el “Club del Crecimiento” fue fundamental para empujar el Partido Republicano hacia la extrema derecha y luego respaldar al presidente golpista.
“Trump se benefició de donantes muy ricos y élites republicanas con su propia agenda egoísta”, dice a La Tercera el célebre economista Daren Acemoglu. Ellos “hicieron un trato fáustico con Trump”, afirma. Lo aplaudían mientras desmantelaba la democracia, fomentaba la violencia, descarrilaba la lucha contra el cambio climático e ignoraba la pandemia. ¿Qué importaba? Total, sus impuestos bajaban y Wall Street rompía récord tras récord.
Pero incluso esos intereses palidecen ante el verdadero poder de nuestra era: el Big Tech. Las cinco compañías privadas más grandes del mundo por capitalización bursátil son Apple, Microsoft, Amazon, Alphabet (Google) y Facebook.
Esas empresas facilitaron el ascenso de Trump al poder (¿recuerdan el escándalo de Cambridge Analytica y la trama rusa?), y lucraron con la expansión de la desinformación y el odio. Ellos tampoco lo vieron venir. Recién reaccionaron después del ataque al Capitolio, cuando Twitter, Facebook , Instagram, Twitch y Snapchat vetaron al presidente golpista, y YouTube suspendió su plataforma. Mientras, Amazon, Apple y Google excluyeron a Parler, una red alternativa utilizada por extremistas.
El ataque del Big Tech contra Trump parece más efectivo que cualquier amenaza judicial o impeachment, y lo ha obligado a bajar el tono y resignarse a dejar la Casa Blanca. Esto, como reconoce el CEO de Twitter, Jack Dorsay, abre un “precedente peligroso”, por “el poder que una corporación tiene sobre una parte de la conversación pública global”.
Resulta tragicómico escuchar a “libertarios” y “patriotas” reclamar contra la “censura” de las grandes corporaciones. Los mismos que abogan por un laissez fair completo para que las empresas privadas hagan y deshagan, claman ahora al cielo por las decisiones de compañías privadas. Y del otro lado, el progresismo celebra la decisión del Big Tech, sin aquilatar que inviste a estos monopolios trasnacionales en garantes de las democracias, capaces de permitir o impedir campañas propagandísticas o asonadas golpistas con un simple golpe de click.
Ya capturaron el recurso más valioso del siglo XXI (los datos) para utilizarlos a su antojo, barriendo la competencia por medio de prácticas monopólicas y compras que jamás debieron permitirse. Facebook ya es dueño de WhatsApp e Instagram, y Google, de YouTube.
A su lado, los intereses de la United Fruit en Guatemala, los Brown Brothers en Nicaragua o de la ITT en Chile parecen un juego de niños. Los golpes del siglo 20 trataban de controlar el mercado del plátano, el cobre o el petróleo. Los del siglo 21 dependerán de un poder infinitamente mayor: de quién maneja los datos y puede manipular la verdad. Ya tenemos un aviso en Brasil, donde las campañas de mentiras por WhatsApp llevaron al poder a Bolsonaro.
¿Bananeros? Sí, aunque la embajada ya no tenga mucho que ver. Ahora el poder está en unas oficinas de Silicon Valley.
Insisto. No hay mejor forma, más rápida ni menos dolorosa, de entrar en las cabezas de chorlito de los progres que leyendo al representante mayor en el país, aunque Neme se acerca por los palos. Si le dan una columna de opinión en el Mercurio, tal vez cambie de cabeza de chorlito.
Es muy práctico saber lo que “piensan” estos giles, dado que estarán en control de todo un par de años, hasta que los saquen a patadas en la raja. Partiendo por la elecciones del 2022 en USA.
Yo no sé si estas columnas las hace para quedar en vergüenza o simplemente se cree sus huevadas. Probablemente es esto último.
Vamos con el método científico progre. Tener la conclusión pre determinada y buscar datos mulas y parciales que comprueben esa conclusión, Trump y grupos republicanos apoyados por grandes intereses económicos en salir electos provocaron este casi golpe de estado. Sólo al final, las compañías de RRSSs dejaron de apoyar a Trump…
En serio??
Después de la vergonzosa campaña pro Biden colocada por todos ellos, partiendo por el escándalo de banear el reportaje del New York Post en relación a la corrupción de la familia Biden y su hijo vago colocado como director en Ucrania de una compañía petrolera con sueldos estratosféricos la mayoría de los cuales se presumen iban al mismo Biden. Ni hablar de la prensa que le dio con todo a Trump durante sus 4 años sin poder demostrar nunca absolutamente nada de sus supuestos conspirativos, que es lo que demostraron ser finalmente.
En lo de los aporte…
Fuente. Afamado economista que no conoce nadie y ganó un premio por participar del BBVA. Nice.
Datos reales de los Súper Pacs en USA…
En la elección del 2016 Trump recolectó USD 170 millones, 1% de los Súper Pacs aka grandes bancos de inversión y grupos económicos, el 99% provino de gente común y corriente. Hillary recolectó USD 520 millones, 30% de los Súper Pacs. Pero claro, para el progre favorito eso no interesa. Sólo validar sus conclusiones pre determinadas (o tal vez las de sus dueños en CNN, o la que lo tiene de la correa igual que a Morfeo Paulsen??) con los datos más mulas de la historia.
A Trump no lo apoyan los grandes grupos económicos. Eso es lo que no logran entender estos giles que dicen representar al pueblo. Trump es el síntoma que aterroriza a todos los políticos de carrera. Los Outsiders que los saquen de sus posiciones de privilegio.
Como se atreven los campesinos a votar por alguien que no esté en la élite política??
HOW DARE YOU¡¡
Eso es lo que quieren eliminar. El populismo. Entendido como el que la gente vote por alguien que no esté en el establishment. Partiendo por Europa, cuyos máximos representantes y los que cortan realmente el queque no han sido elegidos por nadie y quieren obviamente que así se mantenga.
Hay que reconocer algo.
Se supera cada domingo en su estupidez el facho progre. Y en su sesgo estratosférico.
Cuanto puede durar alguien tan incompetente en su trabajo de periodista que ni siquiera puede recolectar datos objetivos para sus columnas en un diario de circulación nacional y relevancia extrema para la formación de la opinión informada, cosa que puede hacer un pendejo de primero medio hoy en día sin ningún problema??.
Me llevan estos giles.
Con algo de suerte cada vez más gente va a estar cansados de las huevadas de políticos de carrera y periodistas, lo suficiente para que nadie vote por ellos o vean sus programas. Sin auspicios ni audiencias, estos giles se quedan en la calle.
No por nada Twitter y FB bajaron sus acciones cuando hicieron la purga. A nadie le gusta que unos conchudos progres con aires de superioridad nos digan que podemos o no pensar o decir.
Que se vayan a la cresta.
Y se van a ir. Solo que tendremos que aguantarlos por un par de años más. Cuando cambie el congreso en USA, la purga vendrá de vuelta a nivel mundial. Así son los ciclos. Y nadie ni nada es inmune a ellos. Lamentablemente el daño provocado por estos giles será catastrófico medido en décadas de tener que reconstruir la economía de verdad. No la versión hippie progre verde bucólica que imaginan desde sus parcelas de agrado y castillos o islas privadas en el caso de los supremos líderes reales.
Hace años ya que el periodismo se utiliza como catapulta para acceder a puestos en política, oleadas de faranduleros se postulan a todo tipo de cargos, algunos de sus privilegiados pretenden ser "presidenciables", ellos son los empaticos con el pueblo, en realidad son unos cleptocratas, muy peligrosos para el futuro de chilito.
ResponderEliminarespera... ¿Matamala conspiranoico!!!?
ResponderEliminarHola..Matamala Periodista desinformado o Pauteado?..
ResponderEliminarFelicitaciones Adyaner
Yuri Bezmenov, a KGB agent diria:
ResponderEliminarMatamala esta completamente desmoralizado....ningún argumento es suficiente, los facts no sirven, las pruebas, documentos, fotos...solo hasta que tenga una bota bolchevique en su hocico se dara cuenta.
Lo bueno es que los idiotas útiles serán un obstaculo...y ya sabemos como terminan: se los comen.
https://www.zerohedge.com/geopolitical/looking-through-adversarys-eyes-kgb-agents-prophecy
ese video, tambien habla implicitamente de como fueron infiltrandose en el modelo educativo..., e ahí la clave de lo que hoy vivimos, quizás tambien las redes sociales y los medios de comunicación ayudaron a distorcionar la realidad tambien x_x
EliminarIgual Matamala es un aporte. Genera reflexión al menos.
ResponderEliminarLos gringos supremacistas no tienen gran diferencia con los supremacistas nazis. Porque son rubios y de ojos azules, se creen la raja.
En toda la historia de EEUU, quisieron a los negros en los campos, a las mujeres en sus casas y ambos sin derecho a voto. Si solo hubiesen votado los supremacistas, Trump seguirìa en el poder.
Pero hay malas noticias para ellos. Esto es un cambio cultural en el mundo, y claro que va a ser duro. Al igual que Trump, todos quienes se sienten superiores por que están sanos, tuvieron la oportunidad de estudiar y se acomodaron un poco en la sociedad, carecen de empatìa hasta que caen en desgracia.
Se viene el cambio, es una ola imparable. Habrá tragedias, muertes, destrucción pero el cambio viene.
Salvo que, seamos capaces de dejar ideologías weonas, pasadas de moda y ponernos a conversar.
ideologías huevonas pasadas de moda que nunca han resultado como el comunismo marxista dices tu??
EliminarAcuérdense de este nombre Amy Coney Barret
ResponderEliminarla que le va a parar las payasadas al c0viden.