Queridos colegas:
La última vez Chile enfrentó una gran demanda por cambios políticos y sociales (1970), el diálogo entre los economistas de distintas tendencias fue prácticamente nulo. Los de Salvador Allende no hablaban con los de Jorge Alessandri, ni estos con los de Radomiro Tomic; los de la Unidad Popular y los de la oposición vivieron en mundos apartes. La animosidad llegó a tal nivel que en 1972 la Facultad de Economía de la Universidad de Chile se dividió en dos: una de izquierda y otra que cobijó a la entonces oposición. Esa experiencia fue extremadamente nociva; lo sé, porque yo estaba ahí, en la Sede Norte, sin nunca hablar con los colegas de la vereda opuesta en la avenida República.
Entonces, propongo que hablemos. No dejemos que el ruido de las redes sociales se yerga como un muro. Hablemos con calma y sin apuros. Usemos nuestro lenguaje profesional, aun cuando las opiniones de “los técnicos” estén depreciadas.
Empiezo con la matriz productiva. Ustedes han argumentado que la nueva estrategia de desarrollo debe agregar más valor a las exportaciones, lo que se lograría a través de un mayor rol del Estado en materias estratégicas y productivas. En una columna reciente, el colega José Miguel Ahumada escribió: “Chile… es el segundo productor mundial de litio lo que abre la posibilidad de generar encadenamientos productivos hacia baterías de litio y motores eléctricos, claves para la electromovilidad.”
En la actualidad ningún producto sofisticado es manufacturado íntegramente en un solo país. Se hace un pedacito en el país 1, luego pasa al país 2, para seguir en el país 3, y volver al país inicial. Cruza fronteras decenas de veces antes de estar terminado. En cada paso se agrega valor. Tomemos el caso de los automóviles eléctricos. De acuerdo al “Auto Index” del Kogod School de la American University, solo un 50% del Tesla Modelo X es manufacturado en EE.UU. y Canadá. En México se produce un 25%, y el resto en otros países geográficamente cercanos. Obviamente que sería genial que Chile participara en forma activa en esta cadena, y que un porcentaje importante del Tesla – el motor o parte de él, por ejemplo – fuera producido en nuestro país.
Pero, ¿es factible que un país tan lejano sea competitivo en este proceso? ¿Con qué país vecino podríamos integrarnos en una cadena eficiente de suministro global? ¿No sería el costo de transporte prohibitivo? ¿Sería posible participar de un “voy y vuelvo” de productos semiterminados?
Debo reconocer que estas preguntas me generan escepticismo. Pero estoy muy interesado en vuestra respuesta. Mi colega Ed Leamer, el gran economista internacional, calculó que, para productos manufacturados, cada mil millas de distancia entre el productor y el mercado eran equivalentes a una tarifa de importación del 10%. Esto significa que nuestros potenciales motores partirían con un castigo del 45%, con respecto a los producidos en México. Ese efecto de la distancia, consignó Leamer, no afectaba a productos naturales. ¿Qué puede hacer el estado para compensar nuestra ubicación geográfica?
Recaudación impositiva: A estas alturas todos estamos de acuerdo que Chile debe aumentar en forma sustantiva la recaudación tributaria. La pregunta es a través de qué instrumentos y cuan rápido. El colega Ramón López habla de un incremento de 10% del PIB, en tan solo cuatro años. Varios países han logrado, históricamente, aumentos de esa magnitud: España (22 a 35%), Turquía (13 a 23%), Corea (16 a 27%), Grecia (21 a 39%). Pero ninguno lo hizo en cuatro años. Lo lograron en un periodo de entre 30 y 40 años.
El profesor López ha dicho que Chile puede lograrlo porque tiene a su disposición instrumentos únicos: impuesto al patrimonio de los súper ricos, royalty minero, y una mejoría en la administración y el control tributario.
He leído con atención los trabajos del colega (y sus coautores) sobre los dos primeros temas, y quedo con dudas. He aquí algunas: ¿Cómo se define patrimonio? ¿Incluye colecciones de arte y estampillas, de objetos variados y libros antiguos, de fotografías firmadas y primeras ediciones? ¿Joyas? ¿Consideraron el estudio de Josh Rauh, de Stanford, sobre la reacción de los contribuyentes de altos patrimonios ante cambios impositivos? (Rauh descubre una reacción sustantiva, con una “elasticidad” de 3.1) ¿Han pensado en el método de Haig-Simons, en vez del impuesto al patrimonio?
Con respecto al royalty, ¿estudiaron en forma diferenciada los efectos sobre el “margen intensivo” y el “margen extensivo”? Estudios recientes indican que esta diferencia es vital, y que ignorarla puede llevar a errores serios.
Y, ¿qué evidencia internacional han considerado sobre cambios administrativos y de control? Hace años que el Banco Mundial concluyó que este es un proceso gradual, que toma décadas.
Quedan muchos temas en el tintero: Banco Central, pensiones, medio ambiente, salud.
Debemos seguir hablando.
Entretanto un consejo de un colega que vive lejos, que ya tiene sus años, que ha visto y participado en innumerables escaramuzas:
Tratémonos bien, seamos amable, hablemos con mesura y consideración. La manera como el profesor Ramón López trató al colega Daniel Hojman, en Twitter, cuando le echó las jinetas de sus publicaciones encima, no es correcta. En esta conversación somos todas y todos iguales. Lo que valen son las ideas, los planteamientos lúcidos y consistentes, las propuestas respaldadas por evidencia empírica.
Muy buena carta con un solo gran problema.
La evidencia empírica indica que ninguna de las teorías económicas en curso sirve para nada más que el papel donde están escritas para un WC.
Partiendo por la Marxista por supuesto. Pero siguiendo con el keynesianismo, pasando por el monetarismo que es casi lo mismo y llegando a la teoría monetaria moderna que es un refrito de los sesentas greatest hits. Y eso es todo lo que se usa en el mundo como base teórica. Mierdas que no son capaces de predecir nada, menor controlarlo o guiarlo salvo hacia desastres, como la actual política de tasa cero de los centrales, basado de hecho en las teorías monetarias enseñadas en todas las escuelas económicas.
Nada ha probado ser mejor para el crecimiento y la elevación de los estándares de vida de la gente que el libre mercado y un gobierno liviano que permita el emprendimiento y que se dedique a administrar justicia adecuadamente, y tal vez infraestructura común que debe ser por esencia monopólica, como la distribución de energía o ferrocarriles, y hasta autopistas si me apuran. Ni la salud ni la educación.
Cualquier cosa que se le agregue lo hace más ineficiente y más corruptible.
Nada es más imposible que la igualdad (de resultados y en general). Eso fue tomado de Utopía de Tomás Moro por Marx y transformado en una teoría económica con el supuesto más huevón de toda la historia intergaláctica. Que los humanos somos solidarios con nuestro capital o trabajo…
Cuando tomas la realidad, que es el que el humano actúa en su propio interés, SIEMPRE, puedes desarrollar un sistema económico y social que aproveche esa característica. Y eso es el capitalismo, con una democracia que permita el correcto funcionamiento de este sin corromperla para beneficio forzado de algunos. Si alguien acumula capital por su emprendimiento o talento, so be it, tendrá que enfrentar la competencia que quiera un trozo, grande de preferencia, y eso irá en directo beneficio de la sociedad al contar con más alternativas baratas y de mejor calidad, que es lo que tiene que ofrecer una competencia viable a un poder actual de mercado. Y como el consumidor actúa en su propio beneficio personal, elegirá la que maximiza su ganancia percibida en relación al capital gastado.
Y eso es por una razón. NO PUEDES CONTROLAR LA NATURALEZA HUMANA.
No tienes que hacerlo de hecho. Tienes que desatar su potencial. Y eso solo se logra con los incentivos adecuados, que son individualistas en esencia. Cualquier cosa que quiera forzar la solidaridad, o entregar parte de lo que consideras tuyo sin recibir nada directo a cambio, está frito en el largo plazo. Cualquier cosa que sea percibida como pago justo por servicios e infraestructura común, es sostenible.
Buen lunes maestro.
ResponderEliminarOtro asunto que pasa por alto Sebastián Edward... Los economistas de izquierda, ya se dan como ganadores. En ese estado jamás se pondrán a debatir (ya no lo hacían cuando no ganaban nada), así que duda que alguno de ellos salga a reconocer errores en sus "teorías", olvídalo, son obstuzos hasta el Final. De lo contrario no existiría Venezuela ni Argentina... Antes llevan a la ruina a países enteros que reconocer sus errores.
Siempre son los tontos útiles de los políticos que prometen que las cosas van a cambiar. Igual que los investigadores del cambio climático que reciben suculentos bonos estatales por sus estudios imparciales...
EliminarEse es el problema, arrastran a todo un país a sus mierdas y después no les sale ni por cura'o.....
ResponderEliminarNO PUEDES CONTROLAR LA NATURALEZA HUMANA, para mi la naturaleza humana es más cerca a un mapuche que a un inca, a una comunidad acotada que a un gran imperio.
ResponderEliminarNo habrían existido las grandes ciudades o los grandes imperios si ese fuese el caso. La naturaleza humana dicta que le gusta asociarse mientras haya beneficio en ello. Y las grandes ciudades son el pináculo de la civilización y de los beneficios de ella.
EliminarIndudablemente las grandes civilización han tenido los elementos necesarios para el avance tecnológico, seducir en algunos casos o en la mayoría someter a la población al arbitrio de sus gobernantes. Pensando en las ciudades Estado griegas por ejemplo o en la orgánica social mapuche me hace más sentido, lo que sí hoy tenemos la posibilidad de aprovechar la tecnología y tener una vida simple o compleja, al ritmo que cada uno quiera.
Eliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=pWWP88DeEkY "Hay 2 formas de ser pobre, una no tener dinero, la otra que tener mucho dinero y que no valga nada". Que basura eso de la teoría monetaria moderna y la renta basica universal,en usa ya es muy evidente la inflación..., este viejito del video, piensa igual que Adyaner cree que habrá que seguir viendo cosas locas como las cuarentenas, fue similar a lo que implementaron los Jacobinos en 1793 llamado previo a la revolucion francesa cambiaron el calendario, sustituyeron la iglesia catolica por el gran ser espiritual, cambiar la semana por una semana de 10 dias, eso duro 11 meses, hasta que vino la revolucion francesa y quedo la cagadita x_x
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