25 junio, 2021

La historia del mayor operador local de gimnasios que falleció ayer

RIP | Glenstal Old Boys Society

@pulso

La semana pasada, el jueves, fue la última vez que la presidenta de la Asociación de Gimnasios de Chile y gerenta general de Sportlife, Marcela Díaz, vio a Fritz Bartsch. Fue vía zoom, en una de sus tantas reuniones para explorar fórmulas que permitieran que el gobierno autorizara la apertura de estos establecimientos.

“Él siempre estaba aportando, proponiendo ideas”, comenta Díaz. Anoche, Bartsch, quien cumplió 55 años en marzo, murió en su residencia en Las Condes.

Quienes lo conocen aseguran que estaba bastante angustiado desde hace ya varios meses. Fritz Yerry Bartsch Briceño era el dueño de la principal cadena de gimnasios de Chile: Pacific Fitness. Era su presidente y único accionista. A raíz de la pandemia, su negocio llevaba 15 meses cerrado. Y según información del Boletín Comercial, sus documentos impagos superaban los $50 millones.

Su debut en 1997

Bartsch armó Pacific Fitness desde cero. Su primer local abrió en 1997, cuando tenía 31 años, en Providencia, en calle Rancagua 485, donde –según una entrevista realizada por La Tercera en 2010- operaba su oficina. Ahí invirtió US$2 millones en un edificio de nueve pisos y 2.800 metros cuadrados. “Tuvimos un crecimiento bastante lento”, relataría en 2012 al portal MercadoFitnessTV.

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Diez años después, en 2007, comenzarían a crecer a otro ritmo, levantando tres sucursales por mes. Y si bien partió con amplias superficies, llegando a tener incluso establecimientos de 5.000 metros cuadrados, luego comenzaron a achicarse para desarrollar en promedio estructuras de entre 800 y 1.200 m2, según el tamaño de las ciudades donde se instalaba.

“Siempre hemos tenido números azules”, indicaba en 2010. Su estrategia se basaba en el volumen y la cobertura, instalando sucursales en todos los segmentos socioeconómicos. A ello se sumaban tarifas competitivas que se han mantenido.

En 2010 soñaba en grande, preveía impulsar una segunda etapa que incluiría debutar en la Bolsa en 2012, tras totalizar una red de 100 locales, los que logró finalmente sólo hace algunos años; este año contabilizaba 104 posiciones. En 2012 sumaba cerca de 60 y atendía entre 130.000 y 140.000 clientes. Su red tenía 1.600 empleados.

De ahí en adelante, sólo fue crecimiento. Impulsó el formato de gimnasios abiertos 24 horas, un esquema que, en febrero de este año, decidió extender a todas sus sucursales. “Seremos la primera cadena de Latinoamérica en ofrecer gimnasios todo el día, todos los días del año”, aseguraba Bartsch a MercadoFitness hace unos meses. “Esto les permitirá a nuestros socios entrenar cualquier día de la semana y en el horario que más le acomode”, agregaba.

Asimismo, siempre tuvo en su radar la internacionalización, algo que finalmente no concretó. Para ello, ya tenía más de siete terrenos en ciudades como Río de Janeiro, Ciudad de México y Lima, decía.

En 2016, impulsó un programa de donación de equipamiento para hacer deporte. La iniciativa partió en la comuna de Independencia en el Liceo Polivalente José Manuel Balmaceda. En esa oportunidad, Fritz Bartsch señaló al portal poderyplacer.cl que a través del deporte deseaba que los jóvenes contaran con un espacio de entretención y actividad física para liberar el estrés, alejarlos de la violencia, la droga, además de incentivar la vida saludable y sus hábitos para reducir los índices de obesidad.

La pandemia no frenaba sus ambiciones. Si bien su negocio estaba cerrado, sus planes apuntaban a seguir creciendo. A MercadoFitness les relataba en febrero que estaba levantando 10 nuevas sucursales, las que preveía abrir hacia marzo recién pasado. “Hemos habilitado dispensadores de alcohol gel y amonio cuaternario en cada área, entre otras medidas sanitarias como la separación de máquinas para favorecer el distanciamiento de dos metros exigido por la Autoridad Sanitaria”, explicaba.

Varios giros

El negocio del presidente de Pacific incluía varios giros; uno de los principales era el inmobiliario. De hecho, entre un 60% y un 70% de los locales eran de él, los que controlaba a través de varias sociedades inmobiliarias. “Estas propiedades se arriendan a Pacific y ahí se produce un doble negocio, el de la empresa inmobiliaria y el negocio del gimnasio”, contaba el ejecutivo en su entrevista en MercadoFitnessTV.

En la industria aseguran que era una persona más bien solitaria, pero con un gran sentido de industria. “Desde siempre ayudó en esta lucha por ser escuchados por el gobierno”, asegura Marcela Díaz.

Para la presidenta de la Asociación, su muerte es una gran pérdida para el sector. “Ojalá que su partida abra la conciencia de quienes están dirigiendo, que hay que ser escuchados, y darte una luz. Esto no da para más”, subraya en alusión al cierre del sector producto de la pandemia. “Este es un cierre sin sentido, está demostrado que los gimnasios no son foco de contagio”, subraya.

Bartsch tenía un reducido grupo de ejecutivos que lo acompañaban en la cadena. Si bien tiene hijos, son aún pequeños y no están en el negocio. No existe sucesión. Hoy, reinan las dudas en el mundo del deporte y nadie sabe qué pasara con Pacific sin Fritz.


Que se puede decir. Ojalá no haya sido una decisión detonada por el desastre que ha sido para los gimnasios la plandemia.

Cuando estás mal, cualquier cosa que en otras circunstancias puede parecer leve o insignificante, en ese entorno de caídas y mala racha puede ser destructivo al máximo. $50 millones no parece una cantidad apreciable de deuda para alguien que es dueño único de una cadena gigante de gimnasios. Así como muchas quiebras actuales de enormes empresas con deudas de decenas de millones o como mucho un par de cientos de ellos.

Por eso cuando las cosas comienzan en declive, hay que hacer algo activamente para salir de la mierda. No corre el que las cosas no pueden empeorar. Siempre pueden ser peores si dejas correr las cosas. Así como cuando todo va bien parece que las cosas nunca van a terminar de encajar perfectamente.

La vida cambia en un suspiro. Por eso hay que tratar de ir liviano por ella. Cuando cargas mucho, es difícil moverse cuando se comienza a colocar pantanoso. Y no quieres soltar la carga que te ha tomado toda la vida, que termina hundiéndote. Hay que tener Stop Losses en la vida también.

El segundo gimnasio al que fui post universidad fue el de Rancagua. Antes iba al Powergym (hoy Energy me parece) de Encomendero pero era pura farándula y tenías que esperar mucho rato las máquinas y los fierros, pero tenía el GeoPub o Flannery´s al frente. Un Plus. Pero el Pacific era increíble. O al menos así lo recuerdo. Tenía un pequeño bar de bebidas saludable en el lobby que era una pasada. Después en la Serena en Francisco de Aguirre, justo frente al faro. Y en Puerto Varas, o en realidad en Puerto Montt, en el Mall de la costanera.

Que en paz descanse. Dio muchas satisfacciones a mucha gente y la posibilidad de acceder a muy buenas instalaciones y servicios en sitios que antes no tenían nada, a precios muy accesibles porque en realidad eran completamente funcionales, ibas a entrenar, no al desfile de egos y relaciones sociales de los Balthus y parecidos.

Que rabia. Mientras los sacos de hueva que promueven y pontifican activamente los encierros, vacunas experimentales masivas y cuarentenas y han provocado la destrucción económica que tenemos se pasean por los canales como si nada los muy conchudos y beneficiándose más encima de ello a dos manos.

Pero existe el KARMA.

What goes around, comes around…RAGE…with a vengeance…

5 comentarios:

  1. No me había dado cuenta que habías publicado el artículo;

    Pero fue de los pocos que desafiaron las medidas.

    Que descanse en paz

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  2. Muy cierto, energy pura farándula y ego, Pacific es otra cosa, cuando estás ahí te das cuenta que tienes lo que necesitas, lo justo.

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  3. En realidad en pto Montt estaba en el mall paseo del mar … tenia hasta sauna

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    Respuestas
    1. Debe ser posterior, yo iba al que estaba subiendo las escaleras mecánicas en el patio de comida del costanera. Creo que ahora está Nike ahí.

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