Critica y negativa es la mirada que tiene el economista Jorge Hermann de la situación actual y futura de la actividad. Primero, dice que el Banco Central estaba “adormecido”, pero que se puso al día con el alza de tasas. Después menciona que la actividad este año presentará una fuerte expansión del 10% en el 2021, pero que se desacelerará “pronunciadamente al 2,5% en el 2022”, con una probabilidad incluso de una contracción del PIB trimestral en el segundo semestre del 2022. Y como tercer punto prevé que la inflación será más persistente “de lo que se piensa”.
¿Cuál es su evaluación del diagnóstico que del Banco Central que lo llevó a subir la tasa de política monetaria en su última reunión?
El Banco Central estaba medio adormecido y se puso a tono con el alza de la tasa de política monetaria en 75 puntos base. Hoy estamos en presencia de un exceso de liquidez nunca antes visto. Después de una gran fiesta siempre viene la resaca y el Banco Central está proporcionando el analgésico correcto.
Hay economistas que plantean que el BC minimizó la inflación externa y sobredimensionó las presiones internas y que por ello elevó tan fuertemente la tasa de interés, ¿cuál es su análisis al respecto?
El Banco Central venia hace unos meses señalando que las presiones inflacionarias provenían de exceso de demanda y shocks de oferta. Desde marzo ha subido la proyección de inflación desde un 3% hasta un 5,7% a diciembre 2021, a medida que se internalizaba de mejor forma ambos efectos sobre los precios, en un contexto de alta incertidumbre económica por la pandemia.
En el escenario base, el BC plantea llegar a su nivel neutral en el primer semestre de 2022, esto es entre 3,25% y 3,75%, ¿lo suscribe o ve que puede haber un alza más agresiva en las tasas de interés?
A diferencia de lo previsto por el Banco Central, estimo que la Tasa de Política Monetaria Neutral (TPM) que prevalece en una situación compatible con la estabilidad de precios, ya no estaría en torno a 3,5% sino que en 4,5%, considerando un mayor riesgo país y de inflación. En ese contexto, la última reunión de política monetaria marca el comienzo de una empinada alza de la TPM que convergerá al 4,0% a fines del 2022.
¿Qué hay detrás de su mayor proyección para el alza de tasas?
La gran fiesta de liquidez que estamos viviendo. Las presiones inflacionarias son latentes por dos motivos: el primero, costos en aumento por alza de materias primas, cuellos de botella logísticos, alto dólar, aumento de salarios y bienes perecibles; y por otro, el exceso de demanda por masiva expansión monetaria, fiscal y retiros de AFPs. Es importante destacar que, la demanda ha sido impulsada por transferencias fiscales a los hogares en US$ 34 mil millones, los retiros previsionales van en US$50 mil millones y el dinero crece sobre el 50% promedio anual a la fecha, la fiesta es evidente.
¿La inflación puede ser más persistentes para el próximo año? ¿en qué nivel lo ve para diciembre de 2021 y 2022?
El IPC rondará el 5,4% y 4,2% anual a diciembre del 2021 y 2022 respectivamente. La inflación será más persistente de lo que se piensa por los signos de sobrecalentamiento inducido por la masiva expansión monetaria, fiscal y retiros de AFPs, junto con que tomará tiempo que se diluya el shock de oferta, sobre todo el cuello de botella logístico.
¿Un alza agresiva de tasas qué impacto puede ocasionar a la economía?
El PIB presentará una fuerte expansión del 10% en el 2021 y se desacelerará pronunciadamente al 2,5% en el 2022, incluso existe una posibilidad latente de una contracción del PIB trimestral en el segundo semestre del 2022. El frenazo de la economía es inevitable después de la gran fiesta de liquidez por el exceso de demanda que crece muy por sobre el PIB.
En ese sentido, ¿Cómo debería ser la coordinación con Hacienda en el sentido de la elaboración del Presupuesto 2022? ¿Cuánto debería caer el gasto en el erario fiscal?
Hoy no existe coordinación entre la política monetaria y fiscal, lo cual es lamentable. No se le puede responsabilizar a Rodrigo Cerda, quien está haciendo un trabajo estoico. Hoy estamos en presencia de un parlamentarismo de facto populista, que lleva el pandero del gasto fiscal con la imposición del IFE universal y su extensión a diciembre, los retiros de AFPs y las intenciones de los congresistas que buscan que se extiendan las transferencias para el próximo año. En ese escenario el gasto fiscal debería caer en torno al 15% en el 2022.
Todos los programas de los principales candidatos presidenciales tienen incorporada una reforma tributaria, ¿lo ve imprescindible para allegar mayores recursos?
Al comparar las propuestas económicas de los candidatos Sichel y Boric, es evidente que existe una preocupación latente por la responsabilidad fiscal en el comando de Sichel con un mayor realismo económico en materia tributaria, lo cual es destacable. Boric busca una reforma tributaria que recaude un 8% del PIB y Sichel del orden de 2% del PIB.
¿Ve factible, dado el escenario de menores recursos y mayor necesidad de gasto, el postergar una reforma tributaria?
En el actual contexto de alta incertidumbre política y social no es recomendable recurrir a la receta tributaria, sino que lo aconsejable es reencantar a los espíritus animales (confianza de inversionistas) para que vuelvan a creer en la economía chilena por medio de recurrir a la receta tradicional de generar un impulso competitivo a través de las fuentes de crecimiento tales como empleo, inversión, innovación y educación. Si la economía vuelve a crecer al 4,5% más reasignaciones de gasto fiscal importante, perfectamente se puede financiar un programa de gobierno a futuro.
Fuego y hielo.
En tiempo récord. Algo que tomaría al menos 10 años nosotros lo vamos a hacer en uno.
No creo que se entienda la gravedad de lo que dice el economista, que es lo mismo que reportó el central y por supuesto en el blog.
Este consumo no es debido a confianza en el futuro y por ende por expansión de crédito. Es confianza HOY por el dinero discrecional del gobierno más los retiros.
Eso se puede saber por la cantidad de crédito generado y la cancelación de deudas.
Eso significa que esto es una gloriosa llamarada azucarada y después…
COLD…
STONE COLD…
Gastamos todo el combustible de calefacción en verano.
Y viene a pasos agigantados el invierno.
Peor aún con las alzas de impuestos para pagar por esa calefacción en verano que van a hacer más frío todo.
El dinero más huevonamente consumido en la historia de la galaxia.
Diablos.
Que terrorífico es todo lo que está pasando en el mundo y en Chile en particular, con el manejo fiscal del asco de todo.
Volveríamos al escenario original de este bicho.
Inflación de alimentos, energía y todo lo básico, y deflación de todo lo demás. Tal vez como refugio acciones bluechips ante la imbecilidad de los gobiernos, pero no sabemos que van a hacer esto para evitar la fuga desde los bonos hacia activos privados.
Un puto infierno. Congelado. Especialmente si siguen con este retardamiento del cuarto retiro, en cualquier forma. Porque en cualquier forma, si prendes la estufa y quemas la leña en verano, eso manda la señal a todo el mundo de que somos unos retardados y que vamos a seguir quemando la leña. Nadie quiere hacer negocios con retardados salvo para venderles cubos de hielo en invierno.
Ya veo la cagada que quedará cuando retiren los ifes. La explosión es inminente.
ResponderEliminarDefinitely " Winter is Coming"
ResponderEliminarLes invito a leerlo-
Eliminarhttps://www.imf.org/-/media/files/publications/DP/2021/English/IFFSPCEA.ashx
Todo se acaba en diciembre, se liberan las cadenas de pago de las cuentas básicas, Estado emergencia acaba en Septiembre y el Ife en diciembre. Estaremos sin gobierno justo en ese periodo y es probable que sea Boric.
ResponderEliminarSe viene difícil, 8%del PIB ni por donde tiene pa recoletar Boric.
Las pelotas lo del 8% del PIB de Boric jajajaja
EliminarLa disinflación esta en tacos (barcos con containers)frente de lod puertos
ResponderEliminar