La mañana del miércoles 24 de noviembre, camino al Congreso en Valparaíso, Gabriel Boric bajó el volumen de la radio de su auto para comunicarse con Ricardo Lagos y agradecerle sentidamente el apoyo que hace unos momentos había dado a su candidatura, en una entrevista en radio Duna.
La conversación fue corta y quedaron de hablar personalmente, lo cual ocurrió días después.
Quienes conocieron el tenor del encuentro señalan que fue una conversación “larga” y “profunda”, en la que el diputado de 35 años fue tomando nota de los consejos dados por del exmandatario. Una especie de plática de profesor a alumno, de padre a hijo.
Algunos interpretaron el gesto de Lagos como su último gran momentum político. Una especie de ungimiento o traspaso de mando de la vieja guardia concertacionista a los jóvenes rebeldes frenteamplistas.
Pese a que su gobierno (2000-2006) había sido criticado reiteradamente por el líder de Convergencia Social y el resto del Frente Amplio, Lagos -en la entrevista en Duna- no escatimó en elogios al abanderado de Apruebo Dignidad, destacando su rol en el acuerdo del 15 de noviembre de 2019 que propició el plebiscito por una nueva Constitución.
Por esos días, aún con la resaca de haber pasado en segundo lugar al balotaje, Boric y su equipo estaban conscientes de que el gesto del expresidente abriría la puerta para que comenzaran a llegar respaldos de la centroizquierda tradicional. Y así ocurrió.
A partir de ese momento salieron, una tras otra, declaraciones de apoyo al joven presidenciable: Chile 21, Independientes No Neutrales, Horizonte Ciudadano (la fundación de Bachelet), el PRO, Católicos por Boric y la Democracia Cristiana, entre otros.
En el comando señalan que solo falta recibir el apoyo de la expresidenta Bachelet, el que ya estaría encaminado y se produciría cuando llegue a Chile a votar y a pasar las fiestas de fin de año junto a su familia.
El candidato Gabriel Boric junto a la nueva jefa de su campaña, Izkia Siches, en su comando. FOTO: SEBASTIAN BELTRAN GAETE/AGENCIAUNO
1.- Algo que se veía venir
Según sus protagonistas, son varios los factores -unos más relevantes que otros- que hicieron que la centroizquierda tradicional (PS, DC, PPD, PR, PRO, Nuevo Trato, Ciudadanos) se alineara casi automáticamente con Boric, sin poner condiciones, como suele suceder en las segundas vueltas presidenciales.
También reconocen que no tenían mucho margen de maniobra, porque la derrota sufrida el domingo 21 -con su candidata Yasna Provoste- fue el fin de un largo camino de una coalición que no supo defender su obra, reinventarse ni actualizarse a los nuevos tiempos, mientras el Frente Amplio ganaba terreno a punta de críticas a lo que habían hecho sus gobiernos.
“El gran beneficiado con la crítica majadera de que no eran $ 30 sino 30 años fue Kast. Se convirtió en una descalificación a las políticas sociales, al rol del Estado y desprestigió la democracia”, advierte el varias veces presidente del PS Camilo Escalona.
Su exsocio Gutenberg Martínez, quien en 2018 renunció a la Democracia Cristiana, coincide en que la debacle de la coalición parte con la incapacidad de defender la obra realizada en cuatro gobiernos consecutivos y ceder cada vez más espacios a los extremos: “Todos los que fuimos concertacionistas debiésemos hacer un análisis autocrítico de las deficiencias estratégicas cometidas que permitieron avalar un desconocimiento a la gran tarea realizada por nuestros gobiernos”.
Para “el Gute”, la “falta de una posición propia y un actuar común” en muchos temas hizo que la DC, el PS y el PPD se fueran sumando a las “opciones polarizantes”, lo que debilitó la característica de centro y centroizquierda.
Para muchos, esta crisis se cristalizó el 19 de mayo, cuando el PS estuvo a punto dejar de lado a su histórico socio (DC) y pactar primarias con el Frente Amplio. Pero se optó por pasar por alto y hacer un último intento por mantener viva la alianza.
Todos coinciden en que la debacle de la Concertación parte con la incapacidad de defender la obra realizada en cuatro gobiernos consecutivos y ceder cada vez más espacios a los extremos.
2.- Kast en la pole position
La principal razón para apoyar a Boric, según el expresidente del PPD Sergio Bitar, fue el primer lugar obtenido por Kast con casi dos millones de votos y lo bien aspectado que quedó la noche de la elección. Esto, considerando que en nuestra historia reciente nunca ha ganado el balotaje un candidato que llega en segundo lugar.
Esa misma noche -cuenta Bitar- se produjo una reacción nerviosa en la centroizquierda, que se encauzó en numerosos whatsapps y Zoom que se alargaron hasta altas horas de la madrugada.
Como no sucedía desde hace años, la vieja guardia concertacionista comenzaba a activarse.
En todas las conversaciones no hubo dos lecturas, cuenta Bitar: el triunfo del candidato republicano y la alta votación de Franco Parisi hacían urgente salir a apuntalar a Boric, sin condiciones. Y hacer vista gorda a las críticas -y humillaciones- hechas por el FA.
“La Concertación enfrentó el dilema entre entender los desafíos que enfrentaba el país, y la molestia profunda provocada por un ataque infundado y persistente a la gran obra hecha por sus gobiernos. Para mí no había dónde perderse”, afirma Bitar.
Resuelto ese punto, vino otra disyuntiva, quizás más compleja. “Una cosa era pasar por alto las agresiones que sufrimos y otra apoyar un programa de gobierno que no se sostenía. Pero se coincidió en que había que abogar por cambiar el programa y que con el nuevo Senado (nadie tiene mayoría) no había ninguna posibilidad de imponer cambios extremos”, relata el exsenador.
Pero no todos los exconcertacionistas se inclinaron ante Boric. El martes pasado, a muchos sorprendió la declaración de Comunidad en Movimiento, la organización creada en 2018 por Soledad Alvear tras renunciar a la DC junto a otros camaradas, llamando a votar “blanco o nulo” en segunda vuelta.
“Ni Boric ni Kast representan nuestro pensamiento, sus coaliciones están llenas de contradicciones internas y sus giros hacia el centro no son creíbles”, explica Gutenberg Martínez, uno de sus firmantes.
3.- El 5° lugar de Provoste
Aunque fueron muy cuidadosos, en los partidos que apoyaban a Provoste, incluida la DC, era un secreto a voces que la senadora por Atacama no pasaría a segunda vuelta. Antes de la elección, el PS y el PPD definieron la forma en que enfrentarían una disputa entre Boric y Kast. Por ello, el apoyo de sus presidentes Álvaro Elizalde (la noche de la elección) y Natalia Piergentili (al día siguiente), y de sus comisiones políticas, fue un mero trámite.
Así lo hicieron saber la tarde del sábado antes de la elección Elizalde y Girardi en el último comité político de la campaña de Provoste. Conscientes de un escenario adverso (aunque nadie imaginó un 5° lugar) se mandató al senador Francisco Huenchumilla que redactara una “bajada” común para tener esa noche si se concretaba el balotaje entre Kast y Boric. El punto central del paper que el senador DC hizo llegar a la candidata y a los jefes de partidos era que “no podemos tener una posición neutral frente a la extrema derecha”.
Antes de la elección, en los partidos que apoyaban a Yasna Provoste, incluida la DC, era un secreto a voces que la senadora por Atacama no pasaría a segunda vuelta, pero fueron muy cuidadosos en apoyarla hasta el final.
4.- “Ultraderecha” y derechos humanos
El principal factor aglutinador de la oposición, según Genaro Arriagada (DC), es que Kast “está a la derecha de la UDI”.
El exministro señala que el “conservadurismo” del abanderado republicano está en las antípodas de lo que fue la Concertación, por lo que el apoyo a Boric resultaba lógico.
“El Partido Comunista hoy no es una amenaza en ninguna parte. En el mundo nadie está pensando en la dictadura del proletariado, salvo quizás algunos dinosaurios del PC chileno. La amenaza real hoy es el crecimiento de la ultraderecha en todos lados y esta semana Kast viajó a Washington a reunirse con Marco Rubio, senador republicano que está a la derecha de Trump”, dice.
“Ha habido generosidad y comprensión (entre nuestros partidos) en dejar atrás críticas duras, ante el desafío que representa o más democracia e inclusión o retroceso conservador y autoritario”, agrega la senadora Isabel Allende (PS).
A esto, Escalona agrega el tema de los derechos humanos, señalando que para ellos (los socialistas) especialmente, y la centroizquierda “es muy fuerte” que Kast haya defendido a Miguel Krassnoff y señalado ser partidario de indultar a presos en Punta Peuco. “En estos temas donde está de por medio el valor de la dignidad humana, no hay negociación posible”, dice.
El candidato republicano, José Antonio Kast, viajo esta semana a Washington donde se reunió con empresarios, con el senador republicano Marco Rubio, entre otras actividades.
5.- El error de ME-O y Beatriz Sánchez
Guido Girardi, otro de los históricos de la Concertación, entrega otro aspecto que pesó a la hora de apoyar a Boric sin exigencias: “No queremos repetir los errores de ME-O ante Frei y del Frente Amplio con Alejandro Guillier, que permitieron que ganara la derecha”.
El senador del PPD se refiere a la elección de 2009, cuando Enríquez-Ominami apoyó tardíamente la candidatura del presidenciable de la Concertación, Eduardo Frei (a días de la segunda vuelta) y dejó en libertad de acción a sus adherentes. Y a una actitud muy parecida ocurrida hace cuatro años, cuando Beatriz Sánchez no respaldó directamente a la carta de la Nueva Mayoría. En ambas elecciones ganó Sebastián Piñera con holgura.
En la segunda vuelta de 2017, Beatriz Sánchez no respaldó directamente a la carta de la Nueva Mayoría, Alejandro Guillier. Error, que dice Girardi, ellos no quisieron repetir.
6.- “Estatuto de garantía” de Boric a la DC
El domingo pasado, en su intervención ante la junta nacional (virtual) de la DC, Andrés Zaldívar recordó cuando hace 51 años participó en esta misma instancia que apoyó a Salvador Allende para que asumiera la presidencia, pero exigiendo “un estatuto de garantía”. Fue en ese instante cuando el exsenador hizo analogía entre aquel pacto de garantías democráticas realizado en 1970 entre los partidos de la Unidad Popular y la DC, y la carta enviada esa mañana por Boric al partido, donde, dijo que eran “más las cosas que nos unen que las que nos separan”, entre otros gestos.
El domingo pasado, en su intervención ante la junta nacional (virtual) de la DC, Andrés Zaldívar pidió respaldar a Boric.
7.- Kast, Sichel y Parisi suman 54%
Escalona nunca ha tenido una conversación política con Boric. Sólo coincidieron una vez hace unos años en una entrevista en televisión, en que el joven diputado criticó con dureza a la Concertación. “No le voy a permitir, señor Boric, que venga a cambiar la historia delante mío”, le dijo invitándolo a informarse mejor. Este recuerdo refleja el distanciamiento entre dos generaciones de la izquierda chilena, que hoy parecen unirse a la fuerza. ”Los votos de Kast, Sichel y Parisi sumaron un 54%, es decir, desde un punto de vista matemático, Kast debería ganar la próxima elección. Entonces ¿qué ibas a negociar?”, dice.
Con un prisma más optimista, el exministro socialista José Antonio Viera-Gallo cree que este estrecho escenario de segunda vuelta y la integración de los equipos (programáticos y territoriales) de las otras candidaturas, puede ser una “inmejorable oportunidad” para que ambos bloques de izquierda (Nuevo Pacto Social y FA) salden sus cuentas y allanen un camino que los pueda juntar en el futuro.
“Los progenitores siempre deben hacer el esfuerzo mayor para reconciliarse con sus hijos. Les queda menos tiempo y no tiene sentido gastarlo en cultivar el resentimiento. Esta reconciliación debe ser incondicional, sin humillar al que a uno lo ha humillado. Esto es lo que revelan los gestos de Lagos y Carmen Frei, dos inmensas marcas de la exConcertación”, concluye el sociólogo Eugenio Tironi, un estudioso de los 33 años de historia de la alianza que sostuvo la transición y que hoy se inclina ante Boric.
Creo que hay un error de base fundamental en las estrategias relacionadas con el marxismo, o redistribución y demás huevadas progres del siglos XIX.
La gente ahora tiene MUCHO que perder. No era el caso en los 70’s, menos en el siglo XIX cuando se desarrollaron estas teorías.
Cuando planteaban la igualdad como base fundamental de los programas políticos y económicos, era la de una clase proletaria con 0% de propiedad de nada y en economía de subsistencia en relación al 0.1% de aristócratas que lo tenían todo.
Hoy el proletariado, que sería el 99%, tiene algo así como el 60% de los activos y la riqueza del país. Eso es en el mundo y muy parecido en Chile. El proletariado ahora de hecho tiene activos. Y la clase media es la que concentra el mayor porcentaje de esa riqueza residual. Y la que más lo valora probablemente. Y el 40% del fondo que tiene un pequeño porcentaje de los activos, aún tiene acceso a mercado laboral y de capitales que es en si mismo un beneficio que no existía si no hasta hace muy poco.
Las apuestas que están haciendo se basan en que la gente está dispuesta a perder algunas de sus “cositas” para lograr el gran mantra marxista de igualdad para todos supervisado por el estado benefactor omnipresente.
Ese es para mi el gran error de cálculo. La gente NO está dispuesta a perder sus cositas. Menos sus ingresos. Y menos los accesos al mercado de capitales en la forma de crédito.
Y si en la transición hacia el marxismo que proponen los progres se pierden muchas de sus cositas o libertades, o peor aún la estabilidad financiera de la que hemos gozado y que ahora está amenazada, el impacto electoral de vuelta puede ser estratosférico.
Que la ex concertación se rinda a un proyecto marxista en esencia es un GRAVE ERROR para mi gusto.
Deberían haberse quedado al margen siendo la alternativa de centro una vez que los pendejos progres fracasen miserablemente si es que llegan al poder.
Entiendo que los cabezas de chorlito del estilo Elizalde lo hagan. Pero no los más avezados.
Tal vez por ello Girardi y Goic entre otros se están saliendo de la escena política.
Intuitivamente captan el riesgo de ser asociados con el desastre potencial.
Todos los ex DC, PPDs y PS más antiguos están desertando o excluyéndose de todo.
Lo ven escrito en los muros en letra de liquidación. USA es el ejemplo perfecto y nosotros seguimos bastante de cerca los ciclos políticos. Ahora tocaría un gobierno de izquierda a la USA con los demócratas más progres que están dejando la cagada y con las encuestas de Brandon por el piso después de pontificar como suelen hacerlo los progres y hacer las mismas huevadas sobre las cuales pontificaban en contra, y obviamente peor.
Esta rendición de la concertación en realidad no es rendición completa, solo de las facciones de ella que siempre fueron marxistas encubiertas y camufladas a la sombra de la imagen de centro izquierda. Ahora se está desgranando el choclo. Lagos el primero. Muy decepcionante por cierto.
Probablemente en elecciones futuras surja una tendencia de centro que haga converger a los ex concertación de centro con los ex centro derecha de verdad y no los progres actuales en una fuerza política formidable.
Ojalá.
Necesitamos equilibrio.
conozco algunos de extrema izquierda que dan hasta lo que no tienen por vivir de plaza Italia para arriba, y tienen todo el derecho, pero lo encuentro contradictorio con lo que profesan de ser comunitaristas y de estar cerca del pueblo. Por otro lado, creo Iskia está haciendo su pre campaña para presentarse en las próximas elecciones; ella ya lo había manisfestado, no se presentaba esta vez porque no tenía experiencia, eso quiere decir que el interés si lo tiene, y con esto de participar en la campaña de Boric ya está ganando esa experiencia que decía no tener.
ResponderEliminarOjala en 2 o 4 años más, haya gente con visión de país en el congreso o en las municipalidades, que ademas del PDG como anti-stablishment esten el Centro Unido, MSP, y Chile Digno, para renovar la politica y hacer un gran movimiento de centro tomando como punto de encuentro el modelo economico, salud y educacional de Singapur, y adaptarlo a Chile.
ResponderEliminarNo es necesario reinventar la rueda, solo hay que implementar o adaptar eso que ya funciona.
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