En un seminario empresarial, en 2017, el expresidente Ricardo Lagos sentenció que “la tarea número uno de Chile es crecer, todo lo demás es música”, y se llevó una ovación de recompensa. Una expresión que suele repetirse como se hace con las frases hechas, sin detenerse un segundo a pensar en la aberración que significa. Al punto que Lagos, uno de los presidentes más cultos que hemos tenido, la hace propia.
Un absurdo, como si la música no fuera de lo más importante que puede habitar el alma de una persona y de un país. “Sin música, la vida sería un error”, dijo Nietzsche. “Si alguien me dice que no le gustan tanto Los Beatles, ya no confío tanto en él”, complementó Charly.
“Se hace campaña en poesía, pero se gobierna en prosa”, solemos repetir columnistas y politólogos. De nuevo, sin pensarlo demasiado, descartamos una rama completa de nuestro saber. Una que sólo serviría para adornar discursos floridos, pero debería ser olvidada al momento de ejercer el gobierno.
El filósofo George Steiner habla de la modernidad como el quiebre entre las ciencias y el arte. “Las ciencias exactas”, dicen Joaquín Castillo y Guillermo Pérez explicando a Steiner, “desarrollan un método que se vuelve requisito ineludible para acceder a cualquier tipo de conocimiento, mientras que la poesía (aunque podemos referirnos con ese término a las artes y las humanidades en general) se convierte en un placer propio de eruditos y sabihondos (…) La palabra, despojada de cualquier capacidad evocativa, termina abandonada en un rincón”.
En Chile, la mirada se estrecha aún más, desde que, como constatan Castillo y Pérez, “la economía se transforma en la decana de toda decisión política (…) en desmedro de otros lenguajes capaces de observar zonas de la realidad inexploradas”. Así, “el debate fue absorbido por el discurso de la técnica y la economía (…) El dominio casi total de esos relatos en todas las discusiones públicas ha generado puntos ciegos”.
Es que cuando tu única herramienta es un martillo, todos los problemas parecen clavos. Chile logró estupendas cifras macroeconómicas (algo muy relevante, sin duda), mientras dejaba amplias zonas de descontento en su punto ciego. Aparte de crecer, todo lo demás era música: la falta de cohesión social, el malestar con la vida cotidiana, la tregedia de las zonas de sacrificio, la postergación de las élites emergentes, simplemente quedaron fuera del radar hasta el estallido.
“No lo vimos venir”, se justificaron, anodados. Quienes sí lo habían visto venir, y lo habían alertado desde hace tiempo, venían de otros mundos que sí leyeron esas señales: la sociología, la historia, la literatura, el teatro, el cine. También, sí, la música.
Los ya citados Castillo y Pérez, en la revista del Instituto de Estudios de la Sociedad, listan algunas de las obras literarias que leyeron ese malestar, como las de Paulina Flores, Daniel Campusano o Rodrigo Cortés.
El filósofo Byung Chul-Han advierte que “lo afectivo es esencial para el pensamiento humano. La primera afectación del pensamiento es la carne de gallina”. Por eso, desconfía del big data, que “proporciona un conocimiento rudimentario. Se queda en las correlaciones y el reconocimiento de patrones en los que, sin embargo, nada se comprende”. Sigue aquí a Heidegger, quien ya decía que “si la disposición anímica fundamental está ausente, todo es un estrétipo forzado de conceptos y palabras vacías”.
La técnica es elocuente sobre cómo alcanzar un fin, pero es muda acerca de qué fines debemos buscar. Es rica acerca del cómo, pero pobrísima cuando se enfrenta al para qué. Es tan indispensable como insuficiente para construir un pacto social en que tengamos una mirada compartida acerca del Chile que queremos construir.
La economía es la ciencia que estudia cómo satisfacer las necesidades humanas materiales, mediante el empleo de bienes escasos. Esa definición deja en claro que es una herramienta indispensable para entender las limitaciones de la realidad, pero es incapaz de dibujar por sí misma el horzonte de lo deseable. ¿Cuáles son esas necesidades? Ahí es donde la “carne de gallina” importa.
La ceguera que esa mirada puede causar quedó perfectamente resumida en una frase del connotado economista José Luis Daza. “Nosotros somos un país mediocrón (…) en la literatura, eh, Pablo Neruda, Gabriela Mistral. No somos un país de riqueza cultural. No hay prácticamente nada en que seamos los mejores”, salvo “en la reducción de la pobreza. Lo único que somos número uno”.
La política debe salir de esa mirada tan ignorante acerca de nuestra propia riqueza como país, y abrirse a otras formas de conocimiento.
Según el poeta Pere Gimferrer, “la poesía es una forma autónoma e insustituible de conocimiento, cuyo rigor estriba en que sólo puede ser transmitido por las palabras en que se formula, y no más que en éstas”. Hay que abrir los oídos a ese conocimiento, que complementa, sin reemplazar, a aquel que se transmite a través de una planilla Excel o un gráfico de barras.
Por eso fue alentador que en otro foro empresarial, cinco años después de aquel de “… lo demás es música”, un presidente electo partiera su discurso leyendo un poema de Enrique Lihn, que habla de la desigualdad a través de una visita al cementerio de Punta Arenas (“Ni aun la muerte pudo igualar a estos hombres / que dan su nombre en lápidas distintas / o lo gritan al viento del sol que se los borra”). Y que los presentes al menos hayan escuchado en atento silencio.
Porque, como bellamente resume la poeta Celia Carrasco, “la poesía es una forma de percibir el mundo y de renombrar la incertidumbre”. Una incertidumbre sin la cual no podemos entender el mundo en que vivimos.
OK…WE LOSE HIM…
AERS…
No te preocupas de la trascendencia hasta que tienes cubierto lo básico. Y eso se hace con dinero o capital.
De hecho es algo que siempre me ha llamado la atención de los artistas.
Son TODOS ZURDOS PROGRES. Pero no hay ninguna forma en que se pudieran ganar la vida en los lugares que ellos cantan en sus canciones o recitan en sus poemas como lo ideales humanos.
En serio Matamala y los periodistas progres creen que la gente dejó la cagada en las calles y otras millones apoyaron eso por un sentido de trascendencia más allá de la economía??
Que cantidad de Bullshit de Matamala y de todos los progres.
Un operario de la construcción DOESNT GIVE A SHIT ABOUT IT…
Quiere sus TVs de 70 pulgadas, Mc Donalds y salida de FDS con la family al Mall a hacer mierda las tarjetas y tal vez pasar a ver Endgame. Cuando eso está cubierto, puede ir a ver a Natalia Valdebenito y sus fomedades para darle en el gusto a su mujer. Y ya si está absolutamente cubierto, a lo mejor La Negra Ester.
De donde sale esta gente por la cresta.
Ah… de veras, de Ñuñoa…
Con razón dejan tantas cagadas. Creen que las canciones huevonas hippies que cantan en la playa son aplicables a la vida real.
Toda la búsqueda de trascendencia más allá de las cosas vulgares que mantienen la vida andando de acuerdo a las necesidades materiales de cada persona viene cuando ya satisficiste esas necesidades.
Todas las grandes mentes filosóficas, literarias, poéticas, musicales, artísticas y en general bellas artes tienen mecenas.
Son financiados por gente extremadamente rica a la que le sobra el capital.
Es decir, el 1% del talento artístico e intelectual filosófico es financiado por el 1% del talento financiero…
Y en tiempos más modernos por instituciones extremadamente ricas a las que les sobra la plata, como por ejemplo, universidades, o fundaciones sin fines de lucro…O medios masivos de comunicación…
Y eso sucede en prosperidad. En pobreza a nadie le importa la poesía ni la música más allá de lo banal.
El descubridor de Troya era un millonario obsesionado con la historia de Homero. Mozart y Beethoven, mecenas, Da Vinci, mecenas, Miguel Ángel…
Lo comentado siempre.
Esta gente juzga al resto por su situación personal.
El común de la gente quiere trabajar sus horas y después hacer lo que el común de la gente hace. Cosas comunes y corrientes que los entretengan o distraigan en sus ratos libres. No buscar la trascendencia.
Eso es paja mental para los más privilegiados intelectualmente que tienen el respaldo de las fortunas de otros por sus talentos únicos, o las suyas propias.
El común de la gente probablemente encuentre que los monólogos de la vagina son muy sofisticados, prefieren ir a ver Endgame o Spiderman con un cerro de cabritas.
Un secreto para Matamala.
Y para todos.
El 1% de alto desempeño aplica a todo. Incluido el gusto por la excelencia intelectual.
El 1% rico busca ese 1% que le puede entregar esa satisfacción de la búsqueda de las respuestas que el cochino y sucio capital ya no les dio.
LO dicho.
El 1% más rico les da trabajo y/o produce a los que cantan y pontifican filosófica y artísticamente de huevadas sobre lo inyusta que es la vida para vender millones de copias o reproducciones a los que se compran esas huevadas y que van directo al bolsillo de ese 1% más rico…ISNT IT IRONIC?…DONT YOU THINK…
Por que este pelotudo no fue a hacer su Magister Express en Música entonces???
ResponderEliminarY que por favor alguien lo ilumine con la pirámide de Maslow
Pirámide de maslow debería ser algo de cultura básica universal
EliminarNo digo que mientes, digo que no te creo
ResponderEliminarPerviertes sin pudor la belleza de pensar
Cuando del Compañero te vuelves el reo
Las palabras torcidas que manchan tu cantar
Insultan la razón y la verdad gana mala fama
Por el supino veneno que intenta encantar,
Sabrás que la punta de pluma es de Matamala.
que buena
Eliminar❤️
EliminarOohhhh.... Una Oda al príncipe del resentimiento
EliminarGrande Alain!
LOLOL...así es como se supone debe ser la ironía...sutil y refinada...
EliminarPor qué juzgan con tanto sesgo a Matamala?.
ResponderEliminarPor qué no intentan entender lo que quiso decir?
En este artículo, Matamala no pretende ser poeta ni erudito literario. En forma sarcástica plantea frases elegidas de algunos escritores así como lo hace Piñera, Boric y un montón de weones de la política.
El punto es que, y a propósito de la aplaudida frase de Lagos, no todo es crecimiento económico, paralelamente tenemos que crecer intelectualmente y parte de eso es las artes y cultura.
Y también un poco de empatía.
Quiso pegarse una volada ñuñoína con necesidades que solo tiene el 1% de la población. Eso es todo. Y decir que eres empático no te hace serlo. Tampoco te hace ser una mejor persona. Es simplemente una frase para quedar bien con otros.
EliminarO asumir una postura de supuesta superioridad moral.
EliminarEs verdad lo que dice Rodolfo se necesita diría yo educación financiera y civica, con libros de economia financiera como los que menciono Adyaner el otro dia o 4000 años de controles de precio y salario para que no apaezca de tiempo en tiempo un planificador central como Boric,supongo que se podría contener el ciclo y a lo mucho caer en una versión tipo Sichel de candidato. Aun asi interesante lo que dice Adyaner en lo personal no me habia dado cuenta de que ese 1% financiero buscaba o hacia de mecenas a artistas y demás.
EliminarPor mucho tiempo me he cuestionado la razon porque los artistas y filosofos son de izquierda. Muchos autores distintos dan respuestas que van desde el resentimiento al exito de los empresarios que consideran inferiores intelectualmente, la necesidad de entender el mundo desde el sentimentalismo y no de la razon, la postura de superioridad moral que los pone sobre el materialismo o la necesidad de sentirse especiales y rebeldes, todas muy posibles aunque no me parecian completas dado varios casos exepcionales, pero me planteas una respuesta mas satisfactoria con esta frase:
ResponderEliminar"El 1% rico busca ese 1% que le puede entregar esa satisfacción de la búsqueda de las respuestas que el cochino y sucio capital ya no les dio."
La causa esta en la demanda no en la oferta, el mismo capital crea, aplaude y premia a los artistas que lo critican, por una necesidad de los ricos de encontrar la satisfaccion que el dinero dejo de darles hace mucho tiempo.
Y no es solo el 1%, incluso en las artes mas masivas como el cine y la musica, la clase media aspiracional tambien busca a aquellos que critican su estilo de vida basado en el capitalismo que saco a su familia de la pobreza hace una generacion, pero necesitan escuchar que todo esta mal y todo es injusto para darle un sentido de rebeldia a su vida mas comoda y rica que la de sus padres.
Lo ironico es que al verlo desde ese punto de vista las artes solo son un producto de consumo, que satisface una necesidad humana, y los artistas solo son empresarios dentro del sistema donde lucran por criticarlo.
Veo imposible un cambio cultural a la derecha, tal vez se deje de vender tanto llanto progre en los cines y volvamos a historias del viaje del heroe donde el merito y el esfuerzo ganen al final, pero la demanda es la que manda, y siempre criticar al sucio dinero te dara mucho mas dinero.
Muchas gracias por tu blog donde muchas veces me haz ayudado a reflexionar sobre distintos temas que en las escuelas y medios solo exigen repeticion y obediencia, saludos.
OHHHHH SHIT, confieso que no ley completa la columna de matamala porque por sentí estar leyendo una copia fruna de Cohelo.
ResponderEliminarAhora estoy viendo la forma de recuperar el tiempo que perdí leyendo soberana mierd4.
Cuando no tienes la mas puta idea de como funciona el mundo real, salen estas mierdas de columnas. escritas con toda la inspiración que te puede brindar un Caramel Macchiato del starbucks y tecleado delicadamente desde tu MacBook pro en la comodidad de las instalaciones del portal la dehesa.
La shit que trata de reibindicar, nadie se lo pidió, probablemente el chileno promedio paso de leer esta vomitiva obra literaria de cuarto medio, seria bueno que apareciera un hashtag como el #shutupgringo pero para este tipo de pseudo super héroes progre que hablan en nombre de todos pensando que nos representan.