J.J.Jinks: Cuesta creer que la población opte por rechazar la nueva Constitución donde depositó sus esperanzas

@DFMAS

Más de 100.000 soldados tiene desplegados Putin en la frontera con Ucrania, manteniendo al mundo en un hilo por el riesgo de una invasión o un bombardeo masivo, y las consecuencias nefastas aparejadas.

Los rusos ya dieron su primer zarpazo en 2014, cuando como quien paseaba por el bosque anexaron la provincia ucraniana de Crimea. La reacción de la comunidad internacional fue prácticamente inexistente, y eso, sin duda, ha envalentonado al autócrata ruso a persistir en su intento de recuperar el poderío que tuvo alguna vez la Unión Soviética.

Putin no parece recuperado de la humillación sufrida ante el desastre político y económico que terminó en la implosión del régimen comunista. Con la paciencia y estrategia de un gran ajedrecista parece obsesionado con recuperar el prestigio ruso aunque sea a la fuerza.

Al frente, un Estados Unidos que parece siempre perplejo y que ante las movidas desde el Este amenaza con sanciones económicas, el único argumento de poder que le va quedando ante el nulo interés político de verse involucrado en guerras ajenas. Estas escaramuzas probablemente terminarán con otro triunfo estratégico de Putin, como viene siendo el caso desde hace muchos años.

Todos hemos conocido gente que busca ajustar cuentas con un pasado donde se han sentido menoscabados y suelen ser implacables a la hora de ajustar cuentas. Algo de eso pasa también hoy con la izquierda más radical en Chile, que desde la caída de Salvador Allende vio cómo en los últimos 50 años su discurso y opciones quedaron reducidas a la irrelevancia total.

Pero en nuestro Chile post estallido han encontrado un espacio de poder insospechado: la Convención Constituyente va a dibujar los destinos del país por los próximos 50 años, y vaya que no van a dejar pasar la oportunidad de cobrar la larga lista que tienen anotada en la huasca.

En esta semana que pasó vimos en la Convención pasar proyectos de control de los medios, replicando los mecanismos utilizados por las dictaduras, sujeción del poder judicial al poder político, limitando su independencia y haciendo trizas la separación de poderes, un régimen político con presidencialismo atenuado y congreso unicameral con fuerte aroma bolivariano, eliminación de concesiones mineras y forestales, entre otras perlas.

El despliegue de las tropas que sitian la democracia y la economía social de mercado, ya no se puede esconder y la respuesta por parte de la ciudadanía en su mayoría sensata es preocupante por su ingenuidad.

Ampararse en que todo se va a resolver en el pleno donde se requerirán dos tercios, es una aspirina frente a una enfermedad grave. El elástico se ha estirado de tal forma que, si bien probablemente habrá algo de margen de maniobra para bloquear las ideas más demenciales, la negociación será muy desigual y habrá que conformarse con migajas.

Frente a esto empieza a aumentar el volumen de aquellos que piensan en la posibilidad de un rechazo en el plebiscito de salida. Cuesta creer que, frente a una pléyade de derechos sociales supuestamente garantizados, la población opte por rechazar la nueva Constitución donde depositó sus esperanzas debido a que una serie de definiciones abstractas sobre democracia, orden político y estructura económica, hayan quedado fuertemente debilitados. Es la hora de la revancha.

MMM…

Obviamente esto se va a jugar en el campo de las emociones. Como todo consumo. Qué emociones despierta en la mayoría esta constitución, pero principalmente sus redactores y defensores. No en las ideas expresadas.

Como campaña, deberían hacer lo mismo que hacen los progres y radicales de izquierda en las suyas personificando en alguien lo que quieren graficar. Evitar el mensaje e ir directo a los mensajeros.

Ese suele ser el gran error de los conservadores a la hora de la verdad. Juegan en el campo de los argumentos e ideas. Los atacan a nivel personal, pero ellos tratan de discutir ideas. Kast trató de ir por el lado personal, pero no son muy buenos en ello los conservadores. Por lo mismo. Son conservadores. Porqué Trump ganó una elección siendo una de las apuestas menos esperada en la historia y casi gana una segunda a pesar de tener a todos los medios masivos y Hollyweird en contra?…

Porque es un conchudo, afilado y sarcástico con dardos y dagas directas a la persona.

Se ve en el blog y en el LIVE. La gente de izquierda o a la que no le gusta el mensaje solicita enfáticamente saber quienes son los que están atacando sus ideas. Para obviamente poder ir por la persona, o al menos amedrentarla con ello. Esa es la estrategia. Y llorar como magdalenas cuando los atacan a nivel personal, porque lo que se discuten son ideas, no?? BUAAAAAAAAAAAAAHHH¡¡¡

Lo jugó muy bien la campaña de Boric personificando en Kast la lucha del si y del no. Pinochet contra la alegría ya viene joven y fresca. Y minimizando completamente los defectos personales y yayas de todo tipo, contra atacando con Pinoshé.

En ese sentido, me parece que esta campaña de rechazo de salida es más fácil que la campaña presidencial o incluso que el primer plebiscito. Antes era Pinochet contra la esperanza.

Ahora es personificación contra personificación. La nueva constitución tiene cara. Y no es muy bonita.

Una de las cosas relevantes del protocolo es que la gente siempre se fija en la cubierta del libro. Si no te gusta la cubierta, ni siquiera te das el trabajo de abrirlo. Por eso es tan relevante la presentación. Te pueden hacer comulgar con una rueda de carreta si la portada es lo suficientemente buena.

Tienes que hacer que todos vean la portada. Y la portada que quieres que vean. Cada vez que veo la discusión en las RRSS se centran en las ideas idiotas expresadas. Desde los “intelectuales” de derecha hasta los expertos twitteros.

Pero son ideas idiotas para los que saben las implicancias políticas o económicas. No para la señora Juanita que puede encontrar perfectamente válido que se fijen precios, que las empresas tengan que ser supervisadas por el estado en todo o que los medios de comunicación sean controlados, porque a ella no le afecta directamente, solo consume.

Pero la señora Juanita si juzga por la portada. Igual que todos.

Querida señora Juanita. Va a dejar que el futuro de sus hijos y nietos haya sido escrito

por ESTO??…

Todos somos clasistas. Y todos juzgamos por la belleza de la portada. Más o menos. O relativa entre las alternativas. Aunque tratemos de no hacerlo. Porque siempre tenemos que elegir. Tal vez si tuviéramos tiempo o recursos infinitos podríamos darle la oportunidad a todas las alternativas. Pero no es así.

Esto no es una batalla cultural. No es una batalla de ideas. Es una batalla de imágenes. Si fuese una batalla de ideas jamás podría volver a aparecer el comunismo en las papeletas de votación después de la caída del muro. No funciona. Demostrado. And yet…here we are…