Los creadores de Bestia tras la nominación al Oscar: “No tenemos que cansarnos de poner en el tapete los derechos humanos”

@latercera

Con la cinta inspirada en la agente de la Dina Íngrid Olderöck, el director Hugo Covarrubias y el productor Tevo Díaz se convirtieron en los últimos chilenos en lograr una candidatura a los Premios de la Academia. Un hito mayúsculo para una idea que nació como un proyecto de serie sobre personajes de la historia de Chile y que venció los retos propios de un filme animado para adultos. “Historia de un Oso pavimentó el camino, hizo que la animación chilena sea conocida en el mundo. Un votante tiene esa referencia”, dicen en la previa a enfrentar a una competencia que califican como “tenaz”.

Nunca es fácil contar historias de animación que van más allá de los horizontes del cine apto para toda la familia. Eso es consenso tanto para realizadores chilenos como también para profesionales de cualquier parte del mundo. Tampoco es que vuelva una misión simple, pero las posibilidades de financiamiento y distribución de las producciones enfocadas en el público preescolar o infantil mejoran ostensiblemente respecto a obras que apuntan a una audiencia adulta.

El propio Hugo Covarrubias ha trabajado en algunas de las series animadas locales más exitosas de los últimos años: El ogro y el pollo, Horacio y los plasticines, y Puerto papel, en la que llegó a ejercer como codirector y ha alcanzado un impacto en múltiples latitudes.

Pero el realizador que acaba de ser nominado a los Oscar por Bestia tenía intereses más amplios. Egresado de Diseño Gráfico en la Universidad ARCIS, Covarrubias estrenó el corto animado El almohadón de plumas (2007), adaptación de la novela de Horacio Quiroga, y luego continuó su carrera realizando La noche boca arriba (2012), en que transformó el relato de Julio Cortázar en un filme de diez minutos.

La idea de Bestia nace al interior de Maleza, compañía teatral de la que es fundador y que es pionera en el ámbito nacional al cruzar teatro con animación. En colaboración con Martín Erazo, director de La Patogallina, y el documentalista Tevo Díaz, originalmente trabajaron en la idea de una serie de televisión que en cada capítulo presentara a un personaje histórico diferente. Entre ellos estaban Salvador Allende, Antonio Ramón Ramón y Jaime Galté, elegidos bajo la idea de sumergirse en sus respectivos mundos internos.

“Era imposible financiar una serie de tantos personajes en stop motion, que es caro”, dice Díaz, productor de Bestia con su compañía Trébol 3 y también nominado a los Oscar. Así, el equipo ajustó la idea y pasaron a enfocarse en solo una de las figuras que habían investigado previamente: Íngrid Olderöck, la agente de la Dina a la que durante la dictadura militar se le conocía como “la mujer de los perros” por sus cruentos métodos de tortura a detenidos.

En las dependencias de su compañía teatral, en la Estación Mapocho, comenzó a construirse el filme animado. En 2019, luego de resultar ganador del Fondo de Fomento Audiovisual del Ministerio de las Culturas (que otorga fondos para su producción), iniciaron su realización bajo las definiciones de Covarrubias. Influenciado por el cine de Lars von Trier y Roman Polanski, construyó una película de 15 minutos que opera como thriller psicológico que remece incluso si no es todo lo explícita que podría ser.

Esa propuesta conquistó a la Academia y a los votantes de la categoría de Mejor cortometraje animado, la misma en la que Historia de un oso triunfó en 2016, que este martes la anunciaron entre sus aspirantes. “Yo sí lo veía como una posibilidad”, plantea Tevo Díaz, aunque reconoce que el pronóstico estaba dividido al interior del equipo. “Es una consecuencia lógica”, añade sobre el circuito que ha completado la obra.

Sus hitos la respaldan: totaliza más de 30 premios, pasos por certámenes como Sundance, Guadalajara y Chilemonos, y un estreno mundial en Annecy, la mayor cumbre para los festivales dedicados al cine de animación. Su salto internacional se explica en buena medida por la aparición de Miyu Distribution, empresa francesa que los contactó una vez que ese encuentro los anunció en su selección oficial. Ellos ejercen como agente de ventas y distribuidor, encargándose de dónde y cuándo mostrarla en el mundo.

“Historia de un oso pavimentó el camino, ha hecho que la animación chilena sea conocida en el mundo”, señala Díaz. “Un votante (de los Oscar) tiene esa referencia. Es un camino que hemos seguido recorriendo y esto es resultado de eso”.

El productor identifica otro impacto. “Hay una apertura a que con la animación también podemos contar historias para adultos. Y poner nuevamente en el tapete los derechos humanos. No tenemos que cansarnos de eso. En nuestro país tuvimos un estallido social y hay temas pendientes. Uno de ellos, por supuesto, son los derechos humanos y es bueno que se valoren estos contenidos”

Y los espectadores si podemos cansarnos??

En serio?.

Ya me clavaron (pun intended) con una mujer fantástica, que debe ser la mierda más fome en la historia de la galaxia cinéfila criolla incluso en la muy incompresiblemente pretensiosa escena chilena. Que sean unos sacos de hueva progres Tom Hank y Meryl Streep pasa, son extraordinarios. Di Girolamo, Tagle y Rudolphy entre otros una sola cara y una sola expresión, no.

Me obligué a verla solo porque ganó un Oscar. Suponiendo que los Oscar ahora valgan algo salvo los técnicos.

Y ahora me di la lata de ver este corto nominado.

WTF…

Debe ser el esfuerzo más miserablemente cómodo para conseguir fondos estatales.

No tenemos ideas frescas??

No importa…

Hagamos algo de Pinoshé…Porque nadie ha hecho nada en los últimos 20 años al respecto.

Y lo hacemos animado para que parezca innovador…y difícil.

Conflictos internos de la villana? Nahh…es Nazi.

Redención? Nah…es Nazi.

Castigo? balazo por la espalda, probablemente de sus colegas…porque es Nazi. Y ellos también. Y son todos traidores. Porque son Nazis.

Recursos emocionales baratos? Hacer un perro adorable para después mostrarlo como el apoyo a las torturas.

Momento del viaje al infierno, o limbo? en avión con comida barata viendo por la ventana a sus víctimas en la cordillera sin rostros.

Yo no sé porque a esto le llaman arte. O entretenimiento.

Justo ayer  vi The Kings Man.

Eso es entretenimiento. Y actuación. Y coreografías. Diablos. Ralph Fiennes tiene más talento en el dedo meñique que casi todo el mundo actoral chilensis. Hace rato que no veía algo que me entretuviera así. Ni siquiera Spiderman. Duna es un bombazo visual y actoral pero no tan entretenida. Y no es ni remotamente tan buena como la primera Kingsman que fue un mazazo inesperado. La escena de iglesia sin cortes, oh boy…

No tienen mejores historias que contar? Mejores personajes? Con más conflictos?

Los Carrera, O´Higgins, José Manuel Rodríguez, Marcó del Pont, Balmaceda, Prat, Baquedano, Portales, Bulnes, Rivas, Condell, Cochrane, Blanco Encalada, Aníbal Pinto, Montt. Adaptaciones de Baldomero Lillo, Pacha Pulai, Coloane, Inostroza. De seguro hacen algo con la estética siglo XIX de Bridgerton y reparto a lo Machos y dejan la crema.

Nahhhh…

Pinoshé…

Artistas y creativos…

YEAH…Right…