El Banco Central optó, luego de varias reuniones, por no sorprender al mercado. En la tarde de ayer, el Consejo de la entidad resolvió aumentar en 75 puntos base la Tasa de Política Monetaria (TPM) para llevarla a 9%. Este es el mayor nivel desde 2001, cuando la entidad inició la nominalización de la TPM. La magnitud se encuentra dentro de las expectativas del mercado. Los operadores financieros apostaban justamente por un incremento de 75 puntos base, mientras que el Grupo de Política Monetaria (GPM) sugería al emisor ser más agresivo y subir la TPM en 125 puntos. En la reunión de mayo, la autoridad monetaria aplicó un ajuste de 125 puntos a la tasa, por sobre lo que anticipaban los analistas y precios financieros. La decisión de ayer y que precede al Informe de Política Monetaria (IPoM) que se presentará ante la comisión de Hacienda del Senado, fue adoptada por la unanimidad de los consejeros y se da en momentos en que la inflación ya supera el 10% en los últimos 12 meses y cuando se espera que la cifra para mayo -que también se conoce hoy- lleve la variación a acercarse inclusive al 12%. En su comunicado, el instituto emisor retomó el mensaje de que se requerirán mayores alzas de tasa a futuro, pero de menor magnitud a las vistas en lo más reciente. “El Consejo estima que para asegurar la convergencia de la inflación a 3% en el horizonte de dos años, serán necesarios ajustes adicionales de menor magnitud en la TPM. El Consejo se mantendrá atento a la evolución de la inflación y sus determinantes, pues los riesgos siguen siendo elevados, en particular por el nivel que ha alcanzado la inflación y su mayor persistencia”, señalaron los consejeros. Economía no se frena como se esperaba En su argumentación, el banco apuntó a que si bien la economía chilena ha continuado su proceso de desaceleración, no ha sido en la magnitud a lo esperado, con un consumo que continúa creciendo a tasas importantes y una inversión que, en contraposición, se ralentiza. “La economía está retrocediendo a una velocidad menor que la esperada, ligado a un consumo que se ha mantenido en niveles elevados. En el primer trimestre, la serie desestacionalizada del PIB no minero cayó 0,2% trimestre a trimestre, descenso menor a lo previsto en el IPoM de marzo. En abril, el componente no minero del Imacec sorprendió al alza”, señaló el comunicado de la RPM. Ya de cara al inicio del segundo trimestre, los consejeros observaron que la fortaleza del consumo continúa, mientras que la inversión “sigue debilitándose”. “En el mercado laboral se aprecia una disminución de la demanda por trabajo y una ralentización de la creación de empleo. Las expectativas empresariales y de consumidores siguen deteriorándose”, agregaron. Ya mirando el escenario externo, el banco recalcó que la inflación mundial y sus perspectivas han seguido subiendo, dando cuenta de aumentos de precios “más generalizados y persistentes”. En esta línea, apuntó al impacto de la prolongación de la invasión de Rusia a Ucrania en el alza de los precios de las materias primas, especialmente la energía y los alimentos, “previéndose que se mantendrán altos por un tiempo prolongado”. ¿Hasta 10%? El mercado espera atento más señales sobre los futuros ajustes a la tasa en el Informe de Política Monetaria (IPoM) de este miércoles, pero hay quienes ya apuestan por la trayectoria que seguirá. El equipo de Estudios de Banco Santander estima que en julio el alza será de 50 pb, y plantean que ese incremento podría ser el último de este ciclo. Sergio Godoy, economista jefe de STF Capital, comparte este cuadro, pero alerta que “no es posible descartar tampoco alzas adicionales más pequeñas en las siguientes reuniones”. Claudia Sotz, economista jefa de Tanner Investments, considera que, dado que los próximos aumentos debieran ser menores a los ya realizados, un potencial nivel máximo de TPM podría ubicarse entre 9,5% y 10%. Desde BICE Inversiones prevén el mismo rango, y contemplan que este se mantendría hasta los últimos meses de este año. Luego iría disminuyendo gradualmente, para cerrar 2022 en niveles en torno a 8,5%, y 2023 en 5,5%. Ricardo Consiglio, de Zurich AGF, es más cauto, y espera que la TPM no supere el 9,5%.
Parece una entrada en escena de los vengadores…
Lo comentado siempre. Depende de la tasa interbancaria, no de la inflación. Si esta sigue creciendo, que significa que los bancos no confían entre ellos, la tasa de referencia debería seguir aumentando, aunque solo sea nominalmente, porque van detrás del mercado desde hace ya rato.
En esta pasada apuestan a que llegamos al peak y van a bajar para encontrar la tasa de referencia.
Esto no tiene nada que ver con la inflación ni el combate a ella. Todas las medidas que definen un aumento de la inflación por demanda o actividad están bajando, no subiendo.
El dinero está desapareciendo a dos manos de la economía, a la vez que aumenta el nivel de precios generales.
No me gustaría estar en los zapatos de Avengers económicos.
Tal vez tengan suerte y el peak de la inflación haya llegado a su máximo, pero la incertidumbre sobre los activos del país sigue aumentando y por ende la presión al alza de las interbancarias.
Estas tasas están reventando todos los negocios, que a su vez destruyen la oferta que hace elevar aún más el precio. Como rompes ese circuito?
No con política monetaria. Eso es seguro.
Pero la inflación no llego al peak, subió en mayo a 1,2. y en abril las proyecciones del central eran, para abril 0,8 y mayo 0,6, oseaaaaa, sino me equivoco, 1,2 es el doble de 0,6 aquí y en la quebra del ají. Y creo que esto último es lo que tienen por ahí. Están jugando a la ruleta rusa.
ResponderEliminarEntonces hay que invertir en Arkk, tesla, solana y Terra luna para protegerse de la inflación jajajajajaja, las agf como loco buscando clientes contándote cuentos para que tú plata crrsca siguiendo sus consejos y youtubers como el mago con sus consejos que desastre, jeje al final el Usd, la UF ,daps y estar liquido en estos escenarios llevan la delantera
ResponderEliminarParece que esa alza de tasa junto al elevado precio del cobre mantienen el dólar muy bajo, a pesar de que la situación incierta y la persistente fuga de capitales deberían presionarlo al alza. Lo cierto es que el dólar ya no es refugio contra la inflación en Chile.
ResponderEliminarLa solución podría ser, según lo que he leído en tu blog y escuchado a Parisi y a ti, no subir más la tasa monetaria, reducir el gasto público y así bajar impuestos ¿o no?
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