A medida que la compleja situación financiera de las isapres se profundiza amenazando con detonar la quiebra de una o más entidades –eventualidad que el gremio del sector considera inminente- una de las principales interrogantes apunta a la situación en ese escenario de los afiliados “cautivos” por padecer una enfermedad crónica que les impide cambiarse libremente de aseguradora.
La importancia del tema quedó de manifiesto en la sesión de la Comisión de Salud del Senado del 30 de agosto pasado, instancia que solicitó al Superintendente de Salud, Víctor Torres, la información actualizada de la incidencia de este factor en el sistema, respuesta que el organismo hizo llegar esta semana con datos a junio pasado.
El registro indica que, de los 1.969.432 cotizantes vigentes, aquellos en condición de cautividad suman 837.545, cifra que representa un 42,5% del total, promedio que va en un rango entre 38,1% y 47,4% entre seis aseguradoras de salud.
“Para las personas, implica una restricción material a su derecho de elegir libremente la isapre a la cual se encuentra afiliado y sus eventuales movimientos dentro del sistema privado de salud”, indicó la superintendencia en el documento a la comisión sobre la importancia del factor que mide los cotizantes retenidos en su isapre por causa de una determinada patología y que se elabora a partir de la suma de afiliados con licencias médicas o egresos hospitalarios asociados a un diagnóstico “determinante de cautividad” en los últimos diez años.
“Junto con los cotizantes cautivos en sus isapres que representan el 42,5% de la cartera, también está cautivo su grupo familiar, por lo que habría que agregar 552.780 cargas, con lo cual el número de beneficiarios llegaría a 1.390.325”, indicó Victoria Beaumont, directora ejecutiva de Fundación Politopedia.
En su análisis de la dimensión alcanzada por este factor, la experta indicó que ese casi 1,4 millón de personas “quedaría especialmente vulnerable si se eliminara el sistema, pues no tendrían oportunidad de adquirir un seguro complementario y, en el caso de que quiebre una o dos isapre, los afiliados cautivos tendrían que aceptar pertenecer a la isapre que se adjudique la cartera mediante el sorteo, y de esa manera quedarían dentro del sistema”.
A su juicio, un elemento clave en un escenario como ese es la situación de aquellos cotizantes cuya cautividad corresponda a una patología cubierta por el GES o a una enfermedad crónica, en términos de que “puedan mantener continuidad en sus tratamientos con sus equipos médicos, asunto que no se podría garantizar en primera instancia”.
Para los expertos, en la eventualidad de una crisis sistémica el destino más seguro para los beneficiarios con preexistencias sería pasar a Fonasa y engrosar las listas de espera del sistema público.
Cautividad por edad
La evolución de este factor es ponderado continuamente por la superintendencia en su análisis operativo y financiero del sistema. “Esta situación es relevante de monitorear, dado que a mayor nivel de cautividad en una isapre, existiría mayor probabilidad de incremento de su siniestralidad por el mayor uso de prestaciones de este grupo de cotizantes, con la consecuente implicancia en los resultados”, señala el documento a la Comisión de Salud del Senado.
El regulador también informó el número de beneficiarios –cotizantes más sus cargas- que “eventualmente podrían encontrarse cautivos por edad” a partir de los 60 años: de un total de 3,2 millones de personas, un 11,3% (361 mil) está en esa condición, dentro de un rango entre 9,5% y 16,6%, dependiendo de la aseguradora.
De acuerdo a las estadísticas de la superintendencia a agosto pasado, las siete isapres abiertas -Cruz Blanca, Colmena Banmédica, Nueva Masvida, Consalud, Vida Tres y Esencial- sumaban 1.924.377 cotizantes y 1.265.532 cargas.
Durante la semana ante pasada, por primera vez en años, fui al médico por una influenza. En realidad por el dolor de cabeza de mierda. Primero vía remota, y después presencial.
Desconozco la forma en la cual gestionan en el sistema público tus horas o la historia de los pacientes. Pero en serio, fue todo absolutamente remoto, compra de bonos, chequeo de la hora, todo. Confirmaciones automáticas…en minutos.
No había nadie en la clínica salvo los doctores. Aún recuerdo que había un mesón de atención la última vez que fui. No más. Solo pantallas con el llamado al box.
Mi punto. Es completamente imposible que el sistema público absorba a esta cantidad de gente sin un gran colapso. Simplemente están usando ferraris y ahora se van a montar en un fito mal carburado. Las Isapres no solo son seguros bajo este punto de vista. Son los gestores de los clientes y en completo control del CRM. Lo puedes notar en todo. En las páginas, la gestión de TODO en línea con múltiples confirmaciones completamente automáticas…además de todo tu historial en línea para el médico que te atiende, una vez que autorizaste el uso de tus datos para ello.
La poca valoración que los narcisos allendistas le dan al sistema de gestión de las Isapres es preocupante al menos. Porque si no valoran esa diferencia, tampoco entienden lo que hay que mejorar en el sistema público.
Como todos los allendistas sesenteros, creen que todo se mejora con capital, mágicamente.
Las Isapres no van a entregar sus sistemas de gestión. Son de ellos. Tal vez lo único que entreguen sea la data cruda y que el estado de Chile se las arregle. Además, eso no se puede simplemente entregar. Son desarrollos de años, tal vez décadas.
No se me ocurre a gente que ahora está acostumbrada a la tecnología y velocidad digital de gestión de pacientes no deje la cagada en un sistema análogo.
Tal vez estoy subestimando el sistema público de gestión. En emergencias funciona hasta donde recuerdo bastante bien. Pero en tratamientos, no lo sé.
Un ingreso de 2 millones desde Isapre va a ser equivalente en atochamiento del sistema a múltiplos de eso. En serio. Hice la reserva de hora por la página de la Isapre, y recibí dos confirmaciones inmediatas y un llamado igualmente automático, y el pago reservó la hora de inmediato, solo tuve que sacar un voucher a la llegada.
Como funciona eso en el sistema público?. Porque la gestión de eso la hacen las Isapres, que ahora tendría que tomar Fonasa.
De nuevo, tal vez estoy subestimando el sistema público, pero no veo que exista nada ni remotamente parecido.
Veremos…
Y por lo que parece, luego.
Yo uso fonasa, pero me atiendo en consultas particulares con convenio, más seguro complementario por la pega. Hasta ahí la experiencia de atención es prácticamente igual a la que dices.
ResponderEliminarCreo que la parte critica es la de las listas de espera por atención operatoria
Aparte de eso, un problema es el acceso a horas con especialistas. El lapso entre un control y otro puede ser mayor a un año. Por otro lado, los hospitales no están preparados para un incremento tan grande de pacientes, empezando por el espacio físico.
Eliminarse recomienda escribirle al respectivo gobierno, que lo declaramos ilegitimo, "tu no eres mi gobierno, uds son criminales con malas intenciones", escrita y firmada a mano con minuscula, (con tu sobre-nombre, ej. Eme B) el rut es innecesario ya que esto es ley natural!
EliminarLo que puedo añadir, que en STGO (y quizás regiones más importantes centrales) las Isapres y privado funciona. Si estás en regiones muy australes, de nada sirve la Isapre si tienes una emergencia. Debes ir al hospital público (Por estar en Isapre pagué como 300 Lucas al hospital por una pierna quebrada), con Fonasa era gratis. Por eso mejor Fonasa, y los doctores ambulatorios los puedes usar igual con Fonasa en los privados. Mi Padre, también muy a austral, operado ya dos veces corazón por el sistema público (te envían a STGO a la operación, y te reembolsan hasta los aviones ). Todo muy bien comenta y tampoco digamos que fue excesiva la espera. Controles mensuales en el hospital y comenta quebtodonok y expedito. Pero recalcó, regiones no Santiago.
ResponderEliminarLo que describes no es la gestión directa de las Isapres, es la gestión de los Prestadores que fueron incentivados por las Isapres a reducir gastos operacionales al traspasarles el proceso de bonificación y por supuesto la competencia de tener más y mejores servicios.
ResponderEliminarActualmente gracias a ese avance y desarrollo de los privados existen empresas que dan esos servicio y podrían implementarlo en el sistema público. El problema será a mediano plazo cuándo quites todos los incentivos.
Imagina vivo en un Pueblo. Y tengo que Viajar 260 Kilómetros, para que la neuróloga le pregunté a mi señora si me hija a estado bien con sus pastillas aprox 4 veces al año. Mi hija tiene epilepsia y retraso sico motor. Es de por vida su enfermedad. Y el sistema público es el peor sistema administrativo. Te citan horas antes y hay veces que el doctor no asiste. La última fue que necesitaba un informe para el copin, nos dieron cita para 7 días después. Viajamos a la hora citada. Llegamos media hora antes y casi no nos entregan el documento por qué no estaba hecho. Hay casi exploto. Con buenas palabras pero con una cara de te fusiló me hicieron el documento. Que cresta les costaba enviar un email y evitar costos de viaje y costos de atención.
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