02 noviembre, 2022

El difícil momento del ex convencional Jaime Bassa

@Ex-Ante

El silencio. El domingo 4 de septiembre, tras conocerse el amplio triunfo del “rechazo” sobre la opción “apruebo”, Jaime Bassa se retiró de escena. Una cámara lo captó caminando de noche afuera del Comando del Apruebo. Un reportero le pidió una reacción, a lo que respondió sin dejar de caminar que probablemente hablaría en la semana, pero no en ese momento.

  • Tardó 9 días en reaparecer. Personas de su entorno comentan que fueron días difíciles para el abogado constitucionalista, que durante un año tuvo una exposición casi ininterrumpida.
  • En los primeros 6 meses de la Convención se convirtió en un personaje conocido a nivel nacional. Mientras la presidenta Elisa Loncon lograba popularidad dentro y fuera de Chile, y era elegida una de las 100 personalidades más influyente del 2021 por la Revista Time, el doctor en derecho concentraba, como vicepresidente, el protagonismo de la mesa directiva.
  • Estas fuentes dicen que estuvo bastante encerrado, apoyado en su familia, golpeado.

La reaparición. El 13 de septiembre publicó una larga columna en El Mostrador, de más de 3 mil 700 palabras. Era su reaparición tras el plebiscito. Allí escribió: “Ha sido una difícil semana, una semana de reflexión, pues la contundente derrota electoral fue un golpe muy duro para quienes creemos en la necesidad de construir un país desde la justicia social y la inclusión”.

  • Luego esbozó una autocrítica. “Lo primero es reconocer que somos un pueblo diverso que creímos representar adecuadamente, pero la verdad es que no nos conocemos lo suficiente. Las fuerzas políticas y sociales del Apruebo no supimos hablarle a ese pueblo ni conectar correctamente con su diversidad, mientras que el Rechazo sí”.
  • “La Convención Constitucional fracasó en su intento por cambiar dichas relaciones de poder. Quiso ejercer el poder constituyente para recoger el mandato popular recibido en las urnas y dotar de mayores herramientas de cambio y justicia social al pueblo de Chile, pero fracasó en el intento. Quiso soñar con una Constitución escrita en democracia que cambiara el modelo y fracasó. Quisimos. Fracasamos”.
  • Luego planteó su tesis; que el 62% de votantes que marcó ‘rechazo’ en la papeleta representaban, en realidad, varios ‘rechazos’. El de los que no querían una nueva constitución, el de quienes se oponían al contenido indígena, el de los que rechazaban la idea de constitucionalizar la igualdad de género y el rechazo “genérico a la política y los políticos, en especial por parte de quienes vieron en la Convención ‘más de lo mismo’”.

La oscuridad. El 12 de octubre La Segunda publicó una entrevista al abogado, donde entregó más pistas de esas primeras horas. “El golpe fue doloroso y una sorpresa por la envergadura del 60/40. Tuve un par de días muy apesadumbrado, desorientado… El lunes me quedé con mi compañera tratando de procesar e intentando dejar de lado esa oscuridad que muchas veces viene con la derrota. Era una oportunidad histórica que se desaprovechó”.

  • Luego reflexionó: “El plebiscito demostró que por ahora no hay posibilidad para una Constitución transformadora. Tampoco para un texto gatopardo, que cambie unas 4 cosas y el resto siga más o menos igual, porque las condiciones que generaron el malestar siguen”.
  • Tres días más tarde, El Mercurio de Valparaíso publicó otra entrevista, donde Bassa profundizó en su reacción inicial. “Fue una derrota muy dolorosa porque siempre me mantuve optimista hasta el final de la campaña. Pensaba que había una posibilidad importante de que la nueva Constitución fuera aprobada, pero nos encontramos con una derrota muy dura, sobre todo por lo abultado de la diferencia”.

Sentirse traicionado. Esta semana, el profesor titular de la Universidad de Valparaíso publicó en sus redes sociales un golpe más reciente: su expulsión de una banda de rock creada hace una década con otros abogados de Valparaíso por, según dijo, aparentemente motivos políticos. El nombre de la banda era Rábula, que quiere decir abogado charlatán. El era vocalista y compositor.

  • “Hacer música es una de las experiencias que más me ha impactado; escribir canciones, abrirse con letras muchas veces dolorosas y exponerse en público a cantarlas, es algo que marca”, publicó primero en Facebook y este jueves en Instagram. “En el escenario siempre canté con lentes oscuros; en parte por pudor, en parte como una forma de protegerme frente a la exposición”.
  • “Dicen que donde hay mayores sentimientos, los golpes son también más duros. Es verdad. Hace un par de meses palabras vacías anunciaron, sorpresivamente, el fin. Después de 10 años, un WhatsApp fue suficiente. Pero había más. Después supe que siguieron juntos, ahora con otro nombre y nuevo vocalista; uno que, seguro, estará a la altura de sus expectativas, aunque quién sabe cuales son. Rábula había muerto, pero con ella también la amistad”.
  • “La política pone a prueba las convicciones y, en especial, la lealtad de las personas, no sólo con otros, sino con ellas mismas. Los intereses en juego y las presiones son brutales. En este corto pero intenso tiempo lo vi muy de cerca, quizá demasiado. Al final moverse sin códigos termina siendo la regla en política y casi todos terminan por aceptarlo… excepciones, por cierto. El aprendizaje no ha sido en vano”.
  • Así Bassa relató el fin del grupo integrado también por el profesor de derecho comercial Luis Felipe Peuriot, en la guitarra; el profesor de derecho económico y tributario Críspulo Marmolejo en la batería y Patricio Brown en el bajo.

 


 

Recuerdo que Felipe Bianchi también había declarado que no lo habían considerado para 4 trabajos por su posición en el plebiscito.

Que te excluyan de una banda de amigos que tocan por diversión no es por tu posición política, claramente. Todos deben tener la misma posición, si no, no formarías una banda de amigos en primer lugar.

Es parte probablemente de la victimización de quienes tomaron posiciones radicales y dispararon mierda y odio a todos lados y ahora que la reciben de vuelta pretenden culpar a su posición política de todas sus desgracias.

Es lo que hacen los progres radicales. Culpar al resto.

Lo comentado desde hace mucho tiempo. El 4S fue un movimiento tectónico grado 10 en la escala social. Los progres que antes tenían carta blanca para funar y cancelar a todos, ahora son los cancelados y funados.

Es lógico y un movimiento natural de las emociones humanas que es el sentido de revancha. Probablemente es un saco de hueva hoyudo que más encima se debe creer mino con el seudo estatus de celebridad que se le subió a la cabeza muy rápidamente al interior de su grupo y cuando se les dio la oportunidad, PLR.

Eso pasa cuando eres un radical revolucionario. Mueres como héroe, como el Che Guevara o Chávez, o vives lo suficiente para transformarte en un villano, como Castro o Maduro.

Se transformaron en los villanos.

Eso es lo que no alcanzan a entender en sus procesos mentales.

Era tan evidente. Ahora solo estamos viendo el desmoronamiento de la moral del progrerío radical que ve como en realidad sus planteamientos huevones eran muy minoritarios y ni remotamente encuentran eco en los que creían, que eran los pobres. Nadie les cree ya su virtuosismo mula. Ya todos vieron a través de el a los narcisos que realmente son. Eso debe doler.

Y lo más seguro es que comiencen a pedir el GES para enfermedades mentales y tratar gratuitamente sus depresiones de crisis existenciales que van a comenzar a experimentar.

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