Nuestras lectoras preguntan: Mi pololo es un hombre de pocas palabras

@latercera

LA PREGUNTA:

Me cuesta mucho comunicarme con mi pareja, yo soy de la onda de decirlo todo y él, todo lo contrario, es un hombre de pocas palabras. Muchas veces siento que se agobia con tanta información o palabras que salen de mí. ¿De qué manera nos podemos apoyar para lograr un espacio de comunicación que resulte seguro para ambos? Me gustaría lograr más fluidez en ese aspecto respetando que tenemos necesidades comunicacionales distintas.

Ximena, 39 años

LA RESPUESTA:

Que una persona sea de pocas palabras no significa que esté impedido de expresar adecuadamente lo que siente. “Muchas veces se comete el error de esperar que el otro se comunique en los mismos términos que uno y, en ese sentido, es necesario recordar que cada uno puede expresarse de acuerdo a su manera de ser y eso puede implicar ser más o menos expresivo. Una buena forma de lograr un espacio de comunicación seguro y cómodo para ambos es explicitar lo que a cada uno le genere la forma de comunicación del otro desde el sentir: ‘cuando me dices esto yo me siento de esta forma’. Así se evita juzgar su forma de comunicarse conmigo”, explica la psicóloga transpersonal y especialista en terapia de parejas, Claudia Pinto Rebello.

Comunicación más allá de las palabras

Poner sobre la mesa este sentir ayudará a establecer ciertos códigos respecto a lo que cada uno necesita. Además, las palabras no son la única forma de comunicación. “Los gestos corporales (lenguaje no verbal) también permiten saber que la otra persona está atenta o si reafirma o repite en sus propias palabras lo que le dijiste. A veces un ‘entiendo’ puede decir mucho. La comunicación asertiva también necesita de una escucha activa”, recomienda la psicóloga.

En las parejas es común encontrar el contraste, donde uno es más expresivo y el otro más callado. “No necesariamente esto es algo negativo, podría ser un buen complemento ya que mientras uno verbaliza todo, el otro puede estar procesando internamente para luego sintetizar en una frase lo que percibe respecto a lo que se está hablando. Y en ese sentido siempre es bueno ser claros e ir directo al punto central, empatizando con la otra persona. Estar presente, emocional y mentalmente es más importante que quién es más o menos conversador, pues una vez conoces la forma de ser y los códigos de la otra persona, será mucho más fácil que puedan entenderse”, dice la especialista.

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Las mujeres hablan, los hombres escuchamos, y principalmente, tenemos que recordar. Seremos testeados posteriormente, en una relación, al respecto y al menos tenemos que recordar de que diablos hablaba.

Ese es el orden natural de las cosas. Los hombres no hablamos nuestros problemas para resolverlos, los arreglamos en nuestra baticueva personal, las mujeres lo hacen en el café con las amiguis.

Es como es.

Cuando las mujeres dicen que sus parejas tienen problemas de comunicación y que no las entienden, en realidad lo que quieren decir es que sus parejas NO las escuchan. A las mujeres no les interesa saber de nuestros problemas, en términos generales, esperan que como hombres no los tengamos o que los resolvamos por nuestra cuenta, no quieren niños llorones recurriendo a mami, les interesa que escuchemos sus problemas, y en algunos casos resolverlos, cuando lo piden explícitamente. Incluso cuando quieren simplemente conversar por conversar.

Probablemente esta es la parte más difícil de relacionarse con ellas. En esto si se notan mucho las diferencias entre hombres y mujeres.

Cuesta mucho acostumbrarse al hecho de que las mujeres tienen que hablar sus problemas, contigo primariamente, o con amigas, para resolverlos, y en la mayoría de los casos es solo eso lo que necesitan, que escuches y preguntes para ver si entendiste EXACTAMENTE lo que les pasa y dar tu opinión al respecto.

Son como niñas pequeñas contándole todos los problemas que la hacen llorar al papá para después salir corriendo a jugar de nuevo tan felices como antes.

Cuando te sacan en cara cosas o problemas del pasado no es que estén recordando y resintiendo eso, es que AHORA se sienten igual que en esa oportunidad y te lo dicen de esa manera.

Diablos que me costó entender eso.

Las mujeres son seres emocionales. Y por ende les importa lo que sienten AHORA. Pueden sentir un intenso rencor hacia ti AHORA porque las heriste, aún cuando hace un par de horas te dijeran que te amaban mucho. Lo que típicamente nos hacer dar vueltas en círculos maldiciendo el día en que se nos ocurrió emparejarnos en primer lugar.

Diablos que son difíciles de tratar las mujeres cuando no entiendes eso. Y aún entendiéndolo. Pero si quieres tener una relación sana, duradera pero especialmente satisfactoria, tienes que hacer la pega de entender que diablos te quieren comunicar. Y eso significa escuchar, hacer preguntas de calidad, e insistir amorosa y cordialmente cuando te dicen que no pasa nada hasta que suelten lo que realmente sienten…

Por eso los consejos de relaciones sentimentales dados por mujeres a hombres valen una Há de champiñones. No pensamos igual. Ni actuamos o nos relacionamos igual en pareja.

El juego de las citas es un juego de niños en comparación a mantener una relación sana y estable. Puedes salir con 100, pero dudablemente tengas una relación satisfactoria con más de un par en tu vida.

Y eso es por la comunicación, primariamente.