“Yo también soy muy soñador y he logrado cada una de las metas que me he propuesto”. Con una invitación a soñar, el juez Leonel Torres Labbé (40) le dio la bienvenida a un nuevo año a los suscriptores de su canal de YouTube “Netflix Jurídico”, donde enseña diversas materias judiciales y cambios en la jurisprudencia. El magistrado es un activo usuario de redes sociales, y fueron justamente algunas de las publicaciones en que hizo mención a Martín Pradenas (30) -condenado por violación y abuso sexual en contra de Antonia Barra (21) y otras seis víctimas- las que pusieron en riesgo el futuro del caso.
Según adelantó La Tercera Sábado, la sala penal del máximo tribunal en votación unánime (5 a 0) se habría inclinado por anular el juicio que condenó a Pradenas, ordenando la realización de un nuevo proceso con jueces no inhabilitados. Torres fue uno de los tres jueces que dictaron la sentencia condenatoria, el 26 de agosto de este año, en contra del estudiante de ingeniería, y fue, además, el magistrado que redactó la resolución.
La Suprema habría acogido el reclamo presentado por la defensa de Pradenas, quienes expusieron ante el máximo tribunal una serie de mensajes que el juez compartió a través de redes sociales. “A partir de la dictación del veredicto en la presente causa, el magistrado ha compartido a través de sus redes sociales públicas una serie de mensajes de otros usuarios de la red social Instagram, los cuales utilizan expresiones y calificativos atentatorios contra la dignidad de nuestro representado, tales como “violador” o “maldito violador””, señalaron los abogados del estudiante ante la corte.
Junto con eso, la defensa de Pradenas expuso que Torres compartió publicaciones que “llevan incluidos el hashtag #JusticiaparaAntonia, expresión que ha sido utilizada en las redes sociales por quienes desde un inicio de este proceso judicial, e incluso antes de la formalización de la investigación en contra de nuestro representado, han difundido y apoyado a la víctima”.
Su ingreso al PJUD
El 24 de julio de 2020, la Corte de Apelaciones de Temuco decretó la prisión preventiva para Pradenas. En ese entonces, el juez Torres aún no llegaba al cargo que actualmente ocupa. Lo hizo en agosto de 2020, cuando asumió como juez titular del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Temuco.
Sin embargo, su carrera al interior del Poder Judicial comenzó mucho antes. Leonel Torres Labbé egresó el 2004 como licenciado en ciencias jurídicas desde la Universidad Católica de la Santísima Concepción. Cuatro años después ingresó a trabajar al Ministerio Público como abogado asistente de la Fiscalía en Collipulli en la Región de La Araucanía.
En febrero de 2012, el abogado ingresó al Poder Judicial, y su primera labor fue desempeñarse como juez suplente del Juzgado de Letras y Garantía de Purén, en La Araucanía. Después, desarrollaría la misma suplencia en tribunales en Antofagasta y en el Segundo Juzgado de Garantía de Santiago. Cargos que ocupó hasta llegar al tribunal de Temuco.
Un año después de ingresar al Poder Judicial, Torres comenzó a realizar clases en la Universidad Católica de Temuco (UCT). En esa casa de estudios, donde ha trabajado más de nueve años, se ha desempeñado como profesor de derecho penal, coordinador del área de derecho procesal y académico del programa de magíster en derecho. Funciones que realiza durante las tardes y luego de terminar su jornada como juez en las mañanas.En el sitio web “Wiki Derechouct”, donde los estudiantes de esa casa de estudios describen y reseñan a sus profesores, sus alumnos destacan que Torres explica los contenidos con casos de la vida real, además de que “siempre cuenta casos que le toca ver en la corte como ejemplos de la materia que se está viendo”.
En el mismo sitio, los estudiantes además destacan su gusto por los viajes, su vehículo marca Audi y que cada vez que recuerda su paso como funcionario por la Fiscalía de Collipulli “se agarra la cabeza”. Los estudiantes de Torres además sostienen que su nivel de exigencia es muy alto, recordando que mientras dictaba el ramo de Procesal I el 2015 sólo aprobó a 12 de 63 alumnos que tenía su curso.
El “Netflix Jurídico”
En una entrevista al medio “En Estrado”, dedicado a materias judiciales, el abogado explicó que su paso a realizar videos de YouTube, fue motivado por sus estudiantes. Todo comenzó porque en su cuenta personal le compartía a los alumnos las cátedras que él mismo grababa para que pudieran revisarlas con posterioridad.
En 2020, según explicó a ese mismo medio, YouTube lanzó la opción de generar membresías para los canales de esa plataforma. Así, según sostiene, en abril de ese año pensó “vamos a intentarlo. Comencé en Procesal Penal y Procesal Familia, que es lo que más me pedían los colegas”.
En un sitio web creado con su nombre, el juez además comparte y ordena todos los videos que tematiza, según el área judicial para el cual están desarrollados. Lo mismo hace en su perfil de Instagram, donde el juez se define como “el creador del Netflix Jurídico”. En dicha red social, el abogado publica contenidos de los cursos abordados en sus plataformas.
Para acceder a ellos, a través de YouTube, ha establecido tres tipos de membresías de pago. La más básica tiene un valor de $ 2.000, mientras que las tutorías de grado cuestan $ 7.000. La suscripción más cara tiene un precio de $ 10.000 y está pensada en cursos especiales para abogados. “Todo, en el mínimo que permite YouTube”, explicó Torres al medio dedicado a cubrir temas judiciales.
Será el jueves 29 de diciembre cuando la Corte Suprema dé a conocer el fallo que anularía el juicio en contra de Martín Pradenas. En ese escrito, el máximo tribunal -según explican desde el Poder Judicial- podría solicitar que se sancione a Torres Labbé por sus publicaciones en sus tan consumidas redes sociales.
Ridículo que un caso de tanta relevancia pública sea dejado a cargo de alguien que presenta tanta parcialidad en relación al juicio. Porque eso debería haber estado claro desde siempre.
Arriesgas precisamente esto.
Se supone que los jueces deben ser completamente imparciales en la aplicación de la ley independiente de sus sensibilidades personales que no deberían ventilarse públicamente. O al menos que lo parezcan y que no quede duda de ello.
Creo que es un fallo correcto el de la suprema sin ser experto judicial. No puedes como poder del estado dejar en cuestionamiento tu imparcialidad, que ha sido completamente cuestionada estos últimos dos a tres años en todos los sentidos posibles en particular con el ministerio público o la fiscalía.
Ahora si eso implica un nuevo juicio con otro juez que revise las pruebas y su mérito en la causa para verificar culpabilidad o no, o grado de ella, no tengo ni idea.
Ya es un caso lo suficientemente complejo, sensible y público como para que lo complejicen más con pésimas decisiones en la elección de quien juzga el caso. Porque los jueces son parciales, son humanos.
Pero al menos que no se note tanto, como era el caso con el octubrismo y Chong.
En esto si sería un avance una IA de verdad.
En el caso mismo, he aprendido que no hay que prejuzgar nada en este tipo de situaciones aunque naturalmente tendamos a hacerlo. Hay dos familias implicadas y demasiadas complejidades e interacciones que no conoces, y que después de un tiempo van saltando a la luz cambiando todo lo que podrías haber pensado inicialmente. De hecho un caso cercano me ha recordado esa regla básica de vida en situaciones complejas. No todo se reduce a una única variable, que en algunos casos ni siquiera esa evalúas correctamente y solo lo haces emocionalmente por la cercanía a una de las partes.
A este juez debe haberle gustado mucho el ser YouTuber y se dejó arrastrar por la opinología, algo que no debe ser en un juez en ejercicio, porque puedes perder tu aparente imparcialidad, que se supone es lo fundamental en su cargo.
ResponderEliminarSi praderas con recursos escasos pudo averiguar la imparcialidad del juez, imagina un narco lo que puede saber de la familia, ubicación e información d en juez para condicionar un fallo, increíble!!!
ResponderEliminarUn payaso a cargo de la sensación de justicia y las.normas de convivencia de un estado, que nos tiene con la sensación de desigualdad que ha potenciado al zurderio extremo.
Falta modernizar el poder judicial y empezar a usar más tecnología como escaner cerebral.
ResponderEliminarEsta justicia a papel y lápiz (y con jueces parciales) no da el ancho
"netflix judicial" falta que le caiga demanda por uso de marca
ResponderEliminaren este caso concuerdo con que el mayor avance de las IA sera en el ambito judicial.
ResponderEliminarUn entidad neutra por naturaleza y ligara a reglas claras por regla tasita (solo se vera cuando sean manipulados).
No se me habia ocurrido eso de reemplazar a los jueces de IA buen punto, y luego a los médicos, para reemplazar a los médicos necesitar monitorear el cuerpo humano mediante microchips que entregue información del cuerpo humano en tiempo real, y así prevenir enfermedades, por eso necesitan lo del transhumanismo...
ResponderEliminar@nónimo/demócrito:
ResponderEliminarHay un refrán muy antiguo como atingente, creo:
"La mujer del Cesar no sólo debe ser honrada; sino parecerlo (...)"
es verdad que los jueces son personas y como tales se cometen errores, en este caso, coincido que la aparente juventud del juez le pasó la cuenta de lo que se espera de un juez prudente con la gravísima eventual consecuencia que podría arrastrar la nulidad de un juicio complejo y mediático
un punto para el equipo de defensa, habrá que reconocer también
veremos si se confirman o no las especulaciones de prensa esta semana