Con base en datos históricos y analizando las tendencias de los últimos años, es posible proyectar el número de muertes esperables para cada semana en Chile en un año normal. No obstante, los fallecimientos por todo tipo de causas que han ocurrido desde marzo de 2020, con la llegada de la pandemia, exceden lo esperado en condiciones normales. Esa cantidad extra se denomina “muertes en exceso” o “exceso de mortalidad”, y en el último tiempo suele ser atribuida directa o indirectamente a la emergencia sanitaria.
En todo el mundo, el registro se elevó drásticamente con la irrupción del covid-19. En Chile llegó a superar el 60% durante los primeros meses de 2022, cuando el país era azotado por una de las olas más violentas que ha tenido del virus. Sin embargo, a medida que la situación se ha ido controlando, con el avance de la vacunación, las cifras de exceso de mortalidad se habían ido controlando y disminuyendo paulatinamente, llegando al 5% en septiembre de 2022.
Pese a que parecía que la tendencia llegaría a normalizarse, desde entonces el exceso de mortalidad observado a nivel nacional ha vuelto a tener un incremento, superando ya el 16%. Aunque no es posible saber si ese incremento de las muertes esperadas se debe al covid-19, analizando las cifras de fallecidos por el virus se constata que, pese a la inmunización y el desescalamiento de medidas preventivas, durante lo que va de año han fallecido 747 personas por el SARS-CoV-2.
Según Sebastián Ugarte, jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos de Clínica Indisa, “una parte del exceso registrado puede estar explicado por el covid-19. Hay que recordar que todavía se registran diariamente cifras de fallecidos que son entre una y dos decenas”.
Tras este incremento, Chile figura como el país con mayor exceso de mortalidad de Sudamérica. Por ejemplo, Brasil alcanza solo el 3%, Ecuador llega al 8%, mientras que Uruguay y Paraguay no presentaban exceso hasta fines de 2022, la última cifra actualizada.
No obstante, Carlos Pérez, decano de la Facultad de Medicina y Ciencia de la Universidad San Sebastián, advierte que “Chile es de los países con mejor información; entonces, no necesariamente esto es comparable con otros países donde los datos de mortalidad son menos precisos. Es evidente que el covid-19 genera muertes directas y ha contribuido a la muerte de otras personas con enfermedades de base, pero la letalidad del virus en Chile ha sido similar e inferior que en países desarrollados”.
El impacto indirecto
Si bien las cifras de fallecidos por covid-19 siguen siendo importantes, es solo una fracción de lo que ocurría en los primeros años de la pandemia. Sin embargo, actualmente pareciera ser que el virus sigue causando aumento de mortalidad, pero de una manera indirecta en otras patologías.
Héctor Sánchez, director del Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello, afirma que “en un comienzo, el exceso de mortalidad estaba explicado en un porcentaje muy alto por las muertes producto de covid-19. Pero durante un tiempo largo se dejaron de atender los enfermos crónicos y son justamente esos pacientes no atendidos los que están falleciendo; los enfermos de cáncer, diabéticos no atendidos, hipertensos, etcétera. Eso es lo que genera el incremento de mortalidad en exceso: personas que fallecen por otras causas distintas al covid-19, pero generadas por la pandemia”.
Por su parte, Pérez señala que a esta postergación durante los meses más duros de la crisis, se suma que ahora “estamos bastante atrasados en resolver esos temas de salud que quedaron pendientes durante la pandemia. Esos pueden seguir produciendo muertes que en tiempos normales se hubieran evitado, por lo que es urgente avanzar en eso de una forma más eficiente y complementando al sector público con el privado”. A la fecha, las listas de espera incluyen más de dos millones de consultas de especialidad y más de 300 mil cirugías.
Aunque concuerda, Ugarte añade que “hay otra variable que no podemos descartar: que puedan ser casos de muertes calificadas por otras causas, pero que puedan tener relación indirecta con haber sufrido covid-19 previamente. Por ejemplo, sabemos que hay un aumento de los fenómenos tromboembólicos después de haber tenido covid”.
El país con mayor exceso de mortalidad de LATAM es también el más vacunado..
No es curioso eso…?
Yeah…
Simple coincidencia….
También el aumento de casos tromboembólicos…
Que es una de los más extendidos y documentados efectos secundarios de las vacunas mRNA…
Yeah…
Coincidencia.
Terrible y eso que solo han pasado 2 años, esperemos la mortandad gigante que habrá de aquí al 2025, pero culparán a otra pandemia o al cambio climático...
ResponderEliminar