Hace tres semanas que Evelyn Matthei (69) viene estudiando números. Como buena economista, ha analizado en profundidad las encuestas sobre el proceso constitucional. Y las cifras no son auspiciosas.
La aprobación del proceso no repunta. Según la última encuesta Cadem, solo un 23% estaría “A favor” del nuevo texto, mientras que un 57% estaría “En contra”.
Mientras tanto, la tensión entre Chile Vamos y Republicanos sube cada vez más. Las derechas se han enfrentado en las votaciones del pleno del Consejo en los temas como el aborto y la eliminación de las contribuciones de la primera vivienda.
Y en estas mismas tres semanas la mejor posicionada como presidenciable de la centroderecha ha ido haciendo advertencias de lo que está leyendo en los sondeos, y sus augurios no son optimistas.
—¿Está pesimista del futuro del proceso?
—¿Pesimista? No, peor que eso.
Es jueves 21 de septiembre y los adornos tricolores de las Fiestas Patrias son retirados de Providencia. La vida continúa y la alcaldesa también deja atrás los días de celebración y vuelve a la primera línea de la política.
Apelando a su olfato político y a su vasta trayectoria que comenzó en la Cámara de Diputados, pasando por el Senado, el Ministerio del Trabajo y ahora como alcaldesa de Providencia, Matthei tiene una tesis que, de estar equivocada, arriesga mucho.
Sentada en el segundo piso de la municipalidad, donde se acompaña de solo un papel con algunos apuntes que apenas revisa, Matthei se explaya y expone por qué el proceso constitucional no va por buen camino.
“Cuando el 80% de los chilenos dijo que quería una nueva Constitución, mi interpretación es que no es que querían un nuevo texto legal por querer un texto legal; en realidad, querían que sus problemas cotidianos se resolvieran”.
—¿Y por qué el proceso no podría resolverlo?
—Porque en vez de ocuparse de los problemas cotidianos de los chilenos y de los problemas que le angustian a la gente, en este Consejo lo que se ha ido instalando es que esta es la Convención del rodeo y del no aborto. Mientras que en la Convención Constitucional se preocuparon de los pueblos originarios y de la diversidad sexual.
“Se ha ido instalando en Chile una distancia y una indiferencia respecto al proceso constituyente que no sé si a estas alturas se puede revertir”.
—Pero hay normas que sí apuntan a eso, como la defensoría de las víctimas, por decir una.
—Sí, pero han quedado sepultadas bajo la discusión del aborto. Esta norma respecto de la expulsión de los migrantes ilegales en el menor tiempo posible... Perdón, pero ¿qué significa eso? ¿Eso es un día, 24 horas? ¿Lo va a expulsar el carabinero o una persona en la frontera, o lo van a pasar a un juez? Entonces, ya no son 24 horas, a lo mejor es una semana o a lo mejor es un año o cinco años. ¿Qué es el menor tiempo posible? No es nada. Es una declaración de voluntad que finalmente hay 10 mil formas de burlarla.
—En todo caso, una Constitución no es la encargada de resolver los problemas inmediatos a la gente. ¿No será que se está confundiendo el objetivo?
—Justamente, no los resuelve, y eso es lo que la gente entendió. Por eso hoy tienen un profundo desinterés en todo el proceso. Y efectivamente, la Constitución nunca ha sido para resolver esos problemas. Y había una equivocación cuando se votó hace tres años.
—Pero, a su juicio, ¿no hay que cambiar la Constitución?
—La Constitución, en el fondo, lo que permitiría, por ejemplo, es arreglar temas que pueden ser súper interesantes e importantes, incluso en cómo se gobierna, el sistema electoral, el número de parlamentarios, el número de partidos políticos. Pero esos son temas que les interesan a los partidos políticos y no a los ciudadanos.
—¿Cómo se sale de esta situación, entonces?
—Lo que estoy viendo es que lo ya redactado se parece más a un programa de gobierno que a una Constitución. No tenemos todavía un texto final, pero tengo la impresión de que hay que hacer un esfuerzo muchísimo mayor para lograr una Constitución que sea aceptable por todos los sectores.
—¿Estaría dispuesta a poner su capital político para que sea aceptable por todos?
—No existe ese ánimo en el Consejo de tratar de hacer un esfuerzo para tener una Constitución que sea aceptable para todos los sectores. Hoy día ya aparecen Amarillos y Demócratas tomando distancia de este proceso, porque efectivamente más parece un programa de gobierno de una mayoría circunstancial que una Constitución. Si las cosas siguen así, naturalmente no voy a poner mi capital político para la aprobación de esta nueva Constitución que se discute, que en realidad no es una Constitución.
—Pero el Partido Republicano no tiene la mayoría si no es con Chile Vamos... ¿Le hace un llamado también a ellos?
—Tengo la impresión de que las directivas de Chile Vamos se tienen que activar un poco más. Tienen que hacer saber cuál es la visión de Chile Vamos, porque en el fondo esa visión no ha estado suficientemente explícita. Los que están haciendo la pega ahí son básicamente cinco expertos. Realmente, debiera haber una actividad más activa de todas las directivas y de los parlamentarios de Chile Vamos.
—Usted dijo que iba a salir a la calle si se retrocedía en las tres causales de la ley de aborto. ¿Lo que se votó esta semana cree que es un retroceso?
—Es un retroceso, claramente. El retroceso mayor se pudo salvar gracias al voto de cuatro consejeros de Chile Vamos que salí a agradecer públicamente. Vamos a ver qué sucede con la comisión de expertos, pero no me cabe duda que hay un retroceso y una clara intención de eliminar las tres causales. Nunca en mi vida he estado a favor del aborto libre, pero en esos casos puntuales el Estado no puede reemplazar la conciencia de cada pareja, o de cada mujer. Son casos muy complejos.
—¿Y cómo ve a la izquierda? En su sector dicen que están buscando un pretexto para bajarse.
—A la izquierda le está pasando en este momento lo mismo que nos pasó a nosotros con la Convención Constitucional. Se sienten excluidos. Y en los hechos, están excluidos. Los expertos hicieron ese esfuerzo por incluirlos a todos. En el Consejo ese esfuerzo no se está haciendo.
—Pero las estadísticas dicen que cerca de un 70% del texto que va quedando hasta ahora corresponde al anteproyecto de los expertos, y los republicanos sostienen que si ellos quisieran pasar máquina, hubieran prohibido el aborto, por ejemplo.
—Yo no soy quien para juzgar cuán cerca o cuán lejos está el texto que está saliendo de los ideales de los republicanos. Lo que sí no me cabe duda es que la centroizquierda y la izquierda claramente no se sienten cómodos en eso.
“Dentro del P. Republicano están muy tironeados”
—¿Usted hoy vota en contra?
—Aún no tenemos un texto final y tengo esperanza en que esto se pueda corregir. Ya ha empezado a haber muchas señales, muchas luces amarillas, alertas, y, por lo tanto, hay que ver si efectivamente el Consejo Constitucional se va a moderar.
—¿No cree que la Comisión Experta pueda hacer algo?
—La Comisión Experta obviamente que tiene la facultad, pero después, si eso no es aceptado por el Consejo, se formarán comisiones mixtas, y en ese tira y afloja puede que finalmente no haya ningún texto. Pero tengamos claro que acá los que tienen la responsabilidad es la mayoría que existe hoy en el Consejo. Estoy convencida de que no se hacen políticas públicas a través de la Constitución, que lo peor que le podría suceder a nuestro país es tener una Constitución aprobada por el 50% más uno de los votos, porque en ese caso vamos a tener al 49,9% en contra. Y, por lo tanto, no va a cerrar el tema constitucional, sino que va a seguir en una reyerta cada vez peor.
—El presidente de su partido, Javier Macaya, dice que se la va a jugar para que se apruebe este proceso y cerrar el tema de una vez.
—A todos nos encantaría cerrarlo, y he visto el esfuerzo sincero que ha hecho Javier Macaya, y en general la UDI, para que esto resulte. Sin embargo, uno ve que si alguien vota distinto, se empieza a decir que se rompen las confianzas y vienen inmediatamente las amenazas que van a llamar a votar en contra.
—¿Se refiere al Partido Republicano?
—Dentro del Partido Republicano están muy tironeados, porque tengo entendido que hay muchas bases republicanas que en realidad no quieren una nueva Constitución.
—¿Estarían buscando una razón para bajarse?
—Podrían estar efectivamente buscando una razón para bajarse.
—¿Cuánto puede golpear a la derecha si este proceso fracasa?
—Son temas que se les tienen que preguntar a quienes tienen la responsabilidad de presentar un texto que efectivamente sea aceptable para todos y que sea bueno para Chile. Veo una confianza muy grande en que si los republicanos llaman a votar “A favor”, esto se va a aprobar. Permítanme ser escéptica en esa materia.
—Esto también puede afectar a las municipales y presidenciales.
—Tengo la impresión de que la ciudadanía está tan en otro tema, en cómo llega a fin de mes, en cómo lo hago para que no me asalten, de cómo lo hago para que mi hijo encuentre trabajo, que creo que esto no va a afectar a nadie. Al final, la mayoría de Chile no está pendiente de esto.
—Y si se rechaza, ¿cree que la izquierda va a querer cerrar el tema?
—Me pregunto por qué habría de ser diferente la actitud de la izquierda entre una Constitución de Pinochet o una Constitución de la derecha, que eventualmente puede aprobarse por un 50% más uno. ¿Usted cree que cambia algo? ¿Usted cree que de verdad se cierra el tema? Se está siguiendo un curso en que si se aprueba o se rechaza, igual no se cierra el tema.
¿Reelección en Providencia? “Probablemente sí”
—¿Cuánto se juega la derecha en las próximas elecciones municipales? Son el preámbulo de la presidencial.
—Siempre se dice que es un preámbulo, entonces hay que ocuparse mucho de ese tema. De hecho, estuve conversando con la secretaria general de la UDI, María José Hoffmann, para saber cuándo nos empezábamos a juntar, porque creo que es súper importante tener muchos concejales y tener la mayor cantidad de alcaldes posible. Y me encantaría poder decirles a las personas que den el paso y sean candidatos a alcalde. Es el trabajo más maravilloso que uno puede tener, y de mucha responsabilidad.
—¿Usted va a ir a la reelección?
—No está totalmente decidido, pero probablemente sí.
—¿Hacia dónde tiene que ir la centroderecha? Con la arremetida del Partido Republicano, su sector se ha endurecido.
—La centroderecha tiene que poner una voz de sensatez, de conexión profunda con los problemas de Chile, pero no solamente con comprensión, sino que preparándose para, en el caso de gobernar, ser eficaz y eficiente en esa materia. No dejarse apabullar por redes sociales, que en general son sumamente agresivas.
—Usted reconoció que se está preparando para asumir una eventual candidatura presidencial, y Jorge Alessandri ya la proclamó. ¿Va a contar con el apoyo de todo Chile Vamos?
—Falta mucho tiempo. Uno entiende que un año y medio es un lapso muy largo y que pueden pasar muchas cosas. Obviamente, tengo una conciencia clara de que es una responsabilidad que puede recaer en mí, y como soy súper matea, uno no puede llegar a improvisar. Las lunas de miel en los gobiernos son cada vez más cortas. Estoy preparándome, pero tengo clara conciencia de que puede que le toque a otro, en cuyo caso apoyaré.
—¿Participaría en una primaria? Kast llega directo a la primera vuelta.
—Mire, todas son cosas por verse y por conversar, es una decisión de la coalición.
—¿Cree que le gana a José Antonio Kast?
—No sabemos quiénes van a estar en la papeleta. Y si decidiera competir, bueno, tengo que competir con quienes estén en la papeleta. La competencia es parte de la vida, y hay que saber enfrentarla de forma inteligente.
“El Gobierno no tiene agenda desde que asumió”
—¿Cómo ve al Presidente Gabriel Boric?
—El Presidente Boric se subió a un barco, pero no sabe a dónde quiere llegar. No ha decidido todavía si quiere llegar a Oceanía o a la India o al Caribe. No sabe para dónde va. Como cambia de rumbo a cada rato, ¿cómo uno colabora con él?
—Después del 11, ¿el Gobierno se quedó sin agenda?
—El Gobierno no tenía agenda desde antes, desde que asumió. ¿Cuál es la agenda?
—¿Y cómo ve el rol del Presidente Piñera?
—Los expresidentes en general tienen un rol que es básicamente republicano. No tengo ningún problema en que él se haya subido al avión con el Presidente Boric, tampoco que haya firmado la declaración del 11 de septiembre, pero él no está representando a Chile Vamos, él está actuando como expresidente.
MMM…
Gran alcalde sin duda.
No gran candidata presidencial. No sé que tanto capital político puede colocar en la mesa en ese contexto.
En 2013 sacó un 25% en primera vuelta y un 37% en segunda dando a Bachelet la mayor victoria de la izquierda desde la vuelta a la democracia. Y viniendo de un gobierno en general exitoso de Piñera.
La derecha progre se niega a entender que NO HAY CENTRO IZQUIERDA en la política y en el consejo hoy en día. Solo extrema izquierda.
Lo que está en el consejo de la izquierda representa a una minoría de la población, y peor aún, a lo que derrumbó el país el 73 y obligó a un doloroso periodo de recuperación de décadas. Es decir, marxismo revolucionario.
No están combatiendo una forma de capitalismo y sociedad libre versus otra. Están combatiendo en su mayoría libre mercadistas capitalistas versus totalitarios marxistas que creen que el destino final es la dictadura del proletariado.
Cuándo diablos van a entender eso?
Pueden volver a los juegos políticos huevones cuando vuelva de nuevo la centro izquierda alejada de pendejismos revolucionarios y enfocadas en potenciar el libre mercado y generación de riqueza generando recursos para que el estado provea servicios que potencien el desarrollo de los individuos cada vez mejores en calidad y cobertura.
Mientras tanto, están combatiendo la última guerra filosófica e ideológica que se zanjó con la caída del muro de Berlín.
Qué diablos podrías negociar si estás del lado del muro al que todos se quieren ir con el lado del que todos se quieren arrancar?…
Ridículo.
No entiende nada la octubrista de Matthei
ResponderEliminarMatthei no me gusta para nada, en absoluto y con esta declaracion confirma lo que pienso, otra infiltrada.
ResponderEliminar"Gran alcalde sin duda"
ResponderEliminarVivo en Providencia hace unos años y discrepo. Lleno de carpas de venezolanos, vagabundos y borrachos durmiendo a la salida de mi edificio, comercio ambulante a toda hora, y la misma sensacion de inseguridad que sentia en la comuna que vivia antes.
A esta vieja le da miedo poner orden en las calles y que sus nuevos amigos de izquierda la traten de facha. Compre aca y me arrepiento. Si no se cambia el rumbo la comuna en pocos años sera Santiago Centro 2.0, con contribuciones y precios mas caros.
Donde es eso?...
EliminarVot3m0s republicano entonces.
EliminarYo no me arrepiento de la compra. No está lleno, pero si hay. En Bilbao con Miguel Claro hay unos malabaristas viviendo, en el Unimarc de Manuel Montt unos anarkos que machetean todo el dia, y en las torres de Bilbao con Miguel Claro rodas las noches unos vagonetas toman y hacen escándalo.
EliminarAhora, no es como para decir que vamos rumbo a ser Stgo Centro. Eso se arregló al no reelegir a la Josefa
Sólo está pensando en su opción presidencial, sabe perfectamente que su único rival es Kast y por eso atornilla para el otro lado. Nefasta!!!! Espero que le salga el tiro por la culata y sea el motor para revertir el escenario actual. Republicanos debería mandarla a la cresta e ir all in a asociarla con el octubrismo. Que pierden?
ResponderEliminarEvelyn OCTUBRISTA!!!