El “corralito” bancario y la captura de los ahorros en Chipre han eliminado de un plumazo la sensación de que la crisis en la eurozona había amainado. Con ambas medidas el euro se adentra en territorio desconocido. “La crisis ha vuelto”, dijo ayer un operador de bonos a Reuters.
La pequeña isla del Mediterráneo, que representa menos del 0,2% del Producto Interno Bruto de la eurozona y es miembro del bloque monetario desde 2008, se ha convertido en un laboratorio. “Algo jamás visto. Nos tratan como a conejillos de Indias”, lamentó ayer Marios Karoyian, el presidente del partido centrista DIKO.
En crisis por su fuerte exposición a la vecina Grecia y un sector bancario “sobredimensionado” según la Unión Europea (UE), la isla había pedido ayuda al bloque, que ofrece un rescate por 10.000 millones de euros
(US$ 13.000 millones) pero exige que Chipre ponga 5.800 millones.
Hasta el momento ese dinero vendría de una quita de 9,9% a los depósitos superiores a 100.000 euros y 6,75% a los inferiores a ese monto. Ayer el Eurogrupo flexibilizó su posición y aceptó la propuesta de Chipre de excluir a los ahorristas con depósitos inferiores a los 100.000 euros, siempre que recaude lo acordado. El Parlamento chipriota deberá decidir hoy la retención de los ahorros. El Poder Legislativo debía votarla el domingo, pero aplazó su decisión para ayer y nuevamente decidió postergarla hasta hoy. La aprobación no es segura: ninguno de los partidos tiene una mayoría absoluta y tres de ellos dicen que no apoyarán esta medida.
“Si vota en contra Chipre tendría que abandonar el euro y la crisis del euro se profundizaría”, advirtió Oliver Adler, jefe de investigación económica de Credit Suisse, a DF.
El banco central chipriota advirtió que la quita es condición sine qua non para que su par europeo garantice la liquidez del sistema. La isla tiene depósitos por 70.000 millones de euros, un 20% de ciudadanos rusos. Eso explica que el primer ministro de Rusia, Dmitri Medvédev, dijera que la retención “se asemeja a una simple confiscación de dinero ajeno”.
Sin embargo, aparentemente la medida es legal. El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, declaró que la Comisión Europea y el Banco Central Europeo (BCE) habían asegurado que la quita no viola la normativa de la UE sobre la garantía de los depósitos bancarios.
“Los ahorristas podrían cuestionar la ley, pero es improbable que tengan éxito”, señaló Adler.
Advertencia
A nivel europeo hay miedo. Jean Claude Juncker, ex jefe del Eurogrupo, expresó su preocupación por una posible pérdida de confianza entre los ciudadanos y los bancos. El presidente de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, alertó de que la UE está trazando “un camino muy peligroso” y teme que la falta de confianza se propague.
Ayer el BCE intentó disipar esos temores. Chipre es un caso especial y otros países no deberían temer el contagio de los términos de su plan de rescate, dijo el miembro del Consejo de Gobierno del BCE Ewald Nowotny, que añadió que las alternativas al paquete de rescate habrían sido peores.
La situación Chipre no es extrapolable a España, dijo por su parte el ministro de Agricultura de ese país, Miguel Arias Cañete.
“En España se ha producido un saneamiento de su sistema bancario muy riguroso. Nuestros bancos en este momento están en una magnífica situación y no creo que sea absolutamente contagiable porque España (...) la situación no es la misma”, aseveró.
Otros no están tan seguros. Stephen Lewis, economista jefe de Monument Securities, señaló a DF que “los bancos españoles recientemente obtuvieron 40.000 millones de euros para recapitalizarse, pero si esto resulta ser insuficiente para cubrir sus pérdidas y los precios inmobiliarios siguen cayendo, podría haber una crisis de confianza entre los ahorristas españoles”. Para Adler, el próximo podría ser Eslovenia.
En este caso particular, a diferencia de otros eventos en la UE, no se ve claramente que exista una salida fluida, toda vez que el principal socio financiero de Chipre es Rusia, y los políticos no se suicidarían (bastante literalmente) aprobando una rebaja en los depósitos de los oligarcas rusos si no es en parte compartida por los depositantes menores en un sistema que tiene USD 91.000 millones (gigantesco para el tamaño del país), lo que también es un suicidio, esta vez político. Difícil situación. Esperemos el resultado de la votación, si no se aprueban los términos del rescate, la amenaza es que el sistema bancario chipriota colapse y una pérdida de 15% se transforme rápidamente en una de 100%, extendiendo esto a la salida del primer país del euro, con consecuencias inimaginables en un futuro cercano a muy cercano. así es que tal vez los burócratas accedan al recorte. Veremos en 5 horas.
No me gustaría estar en los fondos variables ahora….
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