06 agosto, 2015

Fuerte depreciación de sus monedas deja atados de manos a bancos centrales de Chile y Colombia

 

@emol

Los banqueros centrales de las economías andinas que dependen de las materias primas ni siquiera consideran bajar las tasas de interés para reanimar el crecimiento a pesar de la caída de los precios del petróleo, el cobre y otros productos primarios.
El motivo es que el creciente derrumbe de los precios también arrastra a las monedas de Colombia y Chile, lo que impulsa la inflación y ata las manos a las autoridades. Los operadores de renta fija han aumentado ahora sus estimaciones de costo de vida para Colombia y Chile luego de que las monedas de ambos países se debilitaran más de 10% en los últimos tres meses.
“Es un dolor de cabeza”, dijo por teléfono desde Santiago Luis Oscar Herrera, economista jefe para la región andina de BTG Pactual SA. “Todos los países andinos tienen una inflación por encima de su objetivo”.
En entrevista con el diario local
La Tercera, el presidente del banco central chileno, Rodrigo Vergara, dijo que una rebaja de la tasa de interés está completamente fuera de cuestión en tanto la caída del peso alimenta la aceleración de los precios. La economía de Chile se contrajo 0,07% con ajuste estacional en los primeros cinco meses del año como consecuencia del derrumbe del precio del cobre. Chile es el mayor exportador mundial del metal, que ha caído 26% en el último año.
La declinación del peso chileno a cerca del punto más bajo en 12 años ha contribuido a llevar los incrementos anuales de precios al consumidor en Chile a 4,4%, lo que supera la banda objetivo del banco central por 14º mes en 15.
Los operadores estiman ahora que la inflación se acelerará a un promedio de 3,23% en los próximos dos años sobre la base de una medición del mercado de permutas conocida como tasa de equilibrio. En junio estimaban que el costo de vida anual se desaceleraría a un promedio de 2,71%.
En Colombia, los precios al consumidor aumentaron 4,42% en junio, lo que supera la banda objetivo del banco central por quinto mes. La inflación se acelera, en tanto el peso colombiano ha caído más de 35% en el último año, la mayor declinación entre más de 150 monedas que sigue Bloomberg después del rublo ruso y la grivna ucraniana.
Los operadores han llevado la tasa de equilibrio a un año en Colombia a 3,3% en comparación con 2,33% de apenas el mes pasado.
El gobernador del banco central, José Darío Uribe, dijo el lunes que la caída del peso al nivel más bajo en 12 años constituye una amenaza para el objetivo de las autoridades de mantener las expectativas de inflación cerca de su objetivo de 3%. Un día después, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, intentó minimizar el impacto del peso en los precios al consumidor y dijo que la inflación se desacelerará conforme se enfríe la economía.

Probablemente el factor más relevante para una economía es el comportamiento de la moneda local.

La de Chile se deprecia por una falta de ingresos de USD, o la salida de ellos. Los Chilenos no tienen desconfianza en las autoridades respecto de su intervención en los bolsillos, simplemente sobre sus competencias. Por lo tanto siguen generando créditos, a menos ritmo, pero demandando pesos que tienen que pagar las importaciones cada vez más caras. Si se reconoce este hecho, las acciones de los bancos centrales deberían ser lógicas.

Subir las tasas, o más bien anunciarlo, esto genera la expectativa de mayores precios y por lo tanto se adelanta el gasto y la inversión creando un mini impulso. Con este impulso, cortar los intereses de las facilidades de depósitos del central para que los bancos estén obligados a colocarlos en créditos. Dar la atribución al central para comprar deuda corporativa, particularmente de los exportadores. Y entregar al banco central el respaldo para que relaje (no demasiado tampoco) sus políticas de riesgo hacia emprendimientos y Pymes.

Sumado a que el gobierno deje de hacer cosas inconexas.

Recuperamos el carry trade, y por lo tanto el ingreso de USD, o menos desangre. Con esto se fortalece la moneda, bajan los costos de importación, baja la inflación y mantiene a los agentes exportadores con condiciones todavía excepcionales aún con precios internacionales depreciados

Pero por supuesto van a hacer justo lo opuesto. A bajar las tasas para “incentivar” la economía, matando a los ahorrantes y pensionados que viven de los intereses y dan soporte de demanda cuando más se necesita. Porque efectivamente, el impacto de una deflación global se va a dejar sentir en algún momento.

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