@latercera
Si las encuestas son sólo una fotografía del momento, como suelen decir los dirigentes políticos, la imagen que enmarca el último sondeo semanal de Plaza Pública-Cadem difícilmente puede ser más oscura respecto de la aprobación de la Presidenta y su gabinete.
Por primera vez desde el inicio de su segunda administración, la Mandataria bajó del 20% de aprobación, para marcar un nuevo piso histórico de respaldo de 19%, según el sondeo realizado entre el miércoles 3 de agosto y el viernes 5 de agosto a 711 entrevistados.
En tres oportunidades la aprobación de la Presidenta Bachelet había marcado 20%, pero con una ligera recuperación a la semana siguiente. Así ocurrió el 4 de septiembre de 2015, en medio de la marcha de los camioneros de La Araucanía a Santiago y errores en los cálculos sobre la gratuidad de educación; o el 26 de febrero pasado, cuando se produjo la salida del administrador de La Moneda, Cristián Riquelme, por vínculos de sus empresas con licitaciones del Estado y luego de que se supiera que había recibido en La Moneda a uno de los implicados en el caso Caval. La última vez que Bachelet llegó a ese piso de aprobación fue la semana pasada, tras una caída de tres puntos en su adhesión.
Según esta nueva medición, hecha en medio del creciente debate por cambios al sistema previsional, de la ofensiva de los partidos políticos del oficialismo por un cambio de gabinete y la interpelación a la ministra de Justicia, Javiera Blanco, por los problemas que se han registrado en el Sename y Gendarmería, el 73% de los chilenos desaprueba la forma en que Bachelet está conduciendo el gobierno.
Justicia al banquillo
La Presidenta también ha registrado en el último mes una baja del 17% al 13% de apoyo entre quienes se declaran partidarios de Bachelet y quienes creen que ha hecho una buena administración. En marzo de 2014, al inicio de su gobierno, quienes decían que les gustaba Bachelet y creían que haría un buen gobierno llegaban al 41% de los chilenos, según esta misma encuesta.
Si la aprobación de la Jefa de Estado ha caído, la del resto de su gabinete se mantiene en el 13% en las últimas dos semanas.
La principal variación respecto del gabinete es el aumento de las personas que creen necesario que haya un cambio de los principales colaboradores de Bachelet. Un 68% de los encuestados estima que debería haber un cambio en el equipo ministerial.
La encuesta coincide con la ofensiva desplegada desde los partidos de la Nueva Mayoría para forzar a Bachelet a hacer un cambio de piezas más profundo y no sólo que involucre a los secretarios de Estado que tengan contemplado postular a un cargo de elección popular en las próximas parlamentarias.
“Un cambio de gabinete es urgente, si el gobierno quiere modificar su imagen de desgaste y retomar la iniciativa”, dijo el 31 de julio pasado el vicepresidente del PS, Camilo Escalona.
“El gobierno necesita nuevos aires. No basta con ajustes en los ministros que quieren ser candidatos. El ajuste se tiene que hacer pensando en la gestión”, remarcó hace algunos días el timonel del PR, Ernesto Velasco.
Según la encuesta Plaza Pública-Cadem que se conocerá mañana y que adelanta Reportajes, la principal afectada es la ministra de Justicia, Javiera Blanco. Un 32% de los encuestados cree que debería estar considerada en el próximo cambio de gabinete que realice Bachelet, y el 74% de los chilenos desaprueba la forma en que la titular de Justicia está desarrollando su labor.
Casi dos tercios de los encuestados afirma que estaban informados de la interpelación en la Cámara de Diputados a la que fue sometida la ministra Blanco el martes recién pasado, cuando debió responder las preguntas que le hizo la diputada de RN Marcela Sabat respecto de los problemas detectados en el Sename y las altas pensiones otorgadas en Gendarmería.
Y si bien el 60% cree que se justificaba esa interpelación, el 71% de los encuestados cree que el extenso interrogatorio que debió responder la titular de Justicia fue sólo un ofensiva con fines políticos y mediáticos.
Apenas el 25% de los chilenos consideró que la interpelación tuvo alguna utilidad.
Me parece que las encuestas no reflejan muy bien la realidad actual. No en términos de la real desaprobación, que debe ser esta, e incluso tal vez mayor. Lo que no reflejan estas encuestas es cual es el verdadero origen de este rechazo.
No es precisamente por las pésimas políticas públicas y leyes implementadas. Hemos tenido otras administraciones que han hecho cosas iguales o peores en términos legales. Tal vez no todas juntas de una sola vez, eso si.
El primero gobierno de Bachelet implementó un sistema de transporte que colapsó por años la calidad de vida de los santiaguinos. Y sin embargo, terminó con una popularidad de 85%.
Estas encuestas reflejan la falta absoluta de confianza en la clase política. De cualquier bando. Independiente de la calidad de las leyes o iniciativas.
Algo que perdonamos una y otra vez es la incompetencia de los políticos en manejar la economía. Como que en cierta inconsciente forma lo tenemos asumido. Lo que no perdonamos es que se rían a costa nuestra llenándose los bolsillos en el camino. Ni aquí ni en el resto del mundo.
Esta es una tendencia global. La corrupción de la clase política ha terminado hastiando a todo el mundo, particularmente a los más jóvenes que tienen un pensamiento más independiente y no computan en las clásicas facciones izquierda y derecha como los más añejos. Son capaces de distinguir méritos y deficiencias en cualquier bando sin prejuicio partidista.
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