Burgos dice que la Nueva Mayoría "termina con este gobierno" y critica la influencia del PC

 

@emol

SANTIAGO.- El ex ministro Jorge Burgos reapareció en la escena política con todo. Tras un silencio de dos meses desde su renuncia, entregó un severo diagnóstico donde sostiene que la Nueva Mayoría "termina con este Gobierno" y la influencia del PC "no le hace bien al país". El ex secretario de Estado asegura que le gustaría contribuir en esta nueva etapa de su vida "en cualquier lugar que me toque", para construir un país "donde sea posible y no reprochable una política que busque acuerdos". En entrevista con Reportajes de El Mercurio, Burgos defendió los consensos, citó como ejemplo el constitucional (2005) y económico "que le han hecho muy bien al país. Por qué descartar eso. Cuando somos capaces de generar una mirada más común nos va mucho mejor". Sin embargo, a juicio de Burgos hoy "el país se ha descarrilado; hay que ponerlo otra vez en la vía, en la vía del crecimiento... eso es algo esencial", dijo lamentando la "mala suerte con el precio del cobre tan bajo". En este sentido, su carta a La Moneda es el ex Presidente Ricardo Lagos, pues si la DC quiere presentar un candidato "tiene que definir el tipo de gobierno que queremos ofrecerle a Chile". "Esa discusión es entre aquellos que quieren una 'Nueva Mayoría II' y los que creemos que la Nueva Mayoría termina con este gobierno. Esa es la definición que hay que tomar", sentenció. La influencia del PC El ex ministro también tuvo palabras para el PC. Cuestionó la disciplina del partido Comunista que fue destacada por su sucesor, Mario Fernández, cuando asumió en Interior. "Para serle franco, el Partido Comunista, participando con el nivel de influencia programática que ha tenido en este gobierno, creo que no le hace bien al país", expresó. Dijo que su opinión sobre la colectividad no significa que no sea un actor válido de la política chilena. "Es mi opinión: han sido más bien una complicación. Yo por lo menos lo viví así. Lo que no sería problema es que el PC apoyara -si así lo decide- una coalición con ideas y principios socialcristianos". Respecto de la disciplina del partido Comunista afirmó: "Ese es el recuerdo histórico, pero en el período en que fui ministro del Interior, fueron militantes comunistas los que presentaron propuestas para expropiar empresas... y debíamos salir Valdés y yo a desmentirlos". Consultado sobre qué empresas querían expropiar, respondió que "Soquimich. Y también fueron ellos los que presentaron instrumentos para decretar la nulidad de las leyes, cosa no contemplada en nuestra legislación; votaban contra la propuesta de salario mínimo. ¡Por favor! Le estoy dando ejemplos para demostrar que la disciplina no ha sido tal".

Bueno. El ex ministro expuso algo que era evidente para casi toda persona que analizara la trayectoria de la nueva mayoría. La influencia comunista en los programas es innegable.

Porqué una forma de ver la sociedad que ha fracasado y empobrecido, sin contar con aniquilado, países completos, sigue siendo escuchada e implementada es una incógnita. La promesa de que vamos a cambiar la naturaleza humana egoísta en aras del bien común parece ser una sueño demasiado enraizado en el colectivo inconsciente.

No va a pasar. Por algo los primeros que velan por sus propios intereses son los que predican esta ideología. Tienen claro que no funciona y es solo una forma de obtener ganancias y poder intentando controlar la economía y la sociedad prometiendo puras estupideces irreales.

No se viene fácil para el ex ministro. Los comunistas no suelen ser muy llanos a recibir críticas de lo que una y otra vez han provocado, y tienen un excelente manejo de la retórica, particularmente orientado a los jóvenes más idealistas, o más patanes, que suponen que la sociedad les debe entregar todos en bandeja. Suena duro, pero la ética de trabajo de las nuevas generaciones es realmente paupérrima. Están mermando en los valores centrales de la población estas idioteces comunistas de justicia, igualdad y derechos adquiridos. Esperemos que no sea un efecto irreversible.