@EyN
Hace una década, Finlandia se transformó en el modelo a seguir en cuanto a educación escolar. Tras una seguidilla de buenos resultados en las pruebas PISA de Matemáticas, Ciencia y Lectura, la nación europea comenzó a ser considerada un ejemplo en cuanto a eficacia educativa: sus salas de clases aparecieron en televisión, sus académicos eran contactados para dar charlas y los establecimientos alrededor del mundo empezaron a ver cómo podían adaptar las costumbres del país del norte a su propia realidad.
Pero entonces algo pasó. A fines de 2007, nueve personas murieron en manos de un joven de 18 años que disparó dentro de su colegio en la localidad de Tuusula. Tras revisar los antecedentes que pudieron haber gatillado la masacre, se descubrió que el asesino había previamente sufrido de acoso por parte de sus compañeros.
Desde entonces, la misión de Finlandia se transformó no solo en asegurar los mejores resultados académicos, sino en fomentar que los niños que alcanzaban estos logros también fueran felices.
"El Ministerio de Educación y Cultura pidió que se volviera el enfoque del país, lo que también sirvió para crear conciencia mundial. Y es que el matonaje es un problema universal: entre el 10% y el 30% de los niños y adolescentes son víctimas sistemáticas de maltratos por parte de otros en el colegio", explica Christina Salmivalli, profesora del departamento de Psicología de la Universidad de Turku y la creadora del método KiVa, el programa antiacoso que hoy se aplica con éxito en nueve de 10 establecimientos educativos en Finlandia.
Desde este año -y gracias a las gestiones de Santillana y académicos de la Universidad de los Andes-, el programa también comenzará a usarse en Chile.
Mientras que Santillana se encuentra en etapa de conversaciones con establecimientos interesados, desde la Universidad de los Andes el psiquiatra Jorge Gaete y la psicóloga Daniela Valenzuela ya trabajan en una investigación que, con fondos de Conicyt y la Academia de Finlandia, busca medir la efectividad de aplicar KiVa en 26 establecimientos (todos con un índice de vulnerabilidad por sobre el 75%) de la Región Metropolitana. Se espera que los resultados estén disponibles en abril de 2019.
En comunidad
El programa en Chile sigue la misma premisa con la que trabaja KiVa en Europa: más que detener al agresor o envalentonar a la víctima, el sistema promueve la responsabilidad social de los testigos, aquellas personas que no participan directamente en el matonaje, pero que sí presencian estos actos violentos que se repiten en el tiempo. Ante ellos ríen o guardan silencio, volviéndose cómplices.
"Influir en el comportamiento de los espectadores puede reducir el sentimiento de recompensa de los agresores y, en consecuencia, su motivación para intimidar en el primer lugar", dice Salmivalli.
Para lograrlo, KiVa usa una serie de recursos, entre ellos las discusiones en grupo, el juego de roles, la visualización de videos en donde víctimas -en muchos casos, personas famosas- hablan sobre el daño que les provocó el bullying en su etapa escolar y una serie de programas en línea que recrean virtualmente un ambiente de colegio.
"Si uno analiza los programas contra la violencia y el acoso que han mostrado tener los resultados más positivos, se ve que las intervenciones que se realizan son a nivel universal; se involucra a toda la comunidad educativa. Además, no se hacen actividades aisladas de vez en cuando: muchas veces pasa que los colegios cometen el error de llamar a un experto para que dé una charla puntual y listo. En este caso, el programa se trabaja día a día, dándole un espacio particular en el currículum", indica Javiera Astudillo, directora técnica del programa KiVa en Chile.
EN CIFRAS
18%
de los chilenos de 15 años dicen ser víctimas de matonaje escolar una o más veces al mes, según los resultados de la última prueba PISA.
47%
de los estudiantes no han participado en forma directa en acciones de violencia, pero han sido testigos de esta. Los datos son de la IV Encuesta Nacional de Violencia en el Ámbito Escolar.
10%
de los niños que cursaban 6° básico en Finlandia en 2009 decían no sentirse seguros en el colegio. El año pasado, la cifra se redujo a solo 3 de cada 100 escolares.
Hmmmm…
Loable iniciativa pero…
El matonaje tiene solo una forma de ser detenido. Respondiendo. Ojalá en las primeras etapas para evitar una acumulación de energía emocional tan intensa que genere lo que detonó todo esto en Finlandia.
Desde que tengo memoria existen los matones. En el colegio, en el trabajo, en los deportes y en cualquier ámbito de la vida humana. Es el principio del poder. Si lo tienes, lo ejerces.
El problema del método Finlandés es que no eliminas la raíz del matonaje, sólo lo encubres hasta que no existan testigos de el.
Y no hablo sólo del matonaje físico, probablemente el emocional es peor, más dañino y difícil de identificar como tal.
Y la raíz del matonaje es que puedas ejercer el poder sin respuesta porque eso no requiere energía y de hecho la capta de las víctimas. Cuando respondes, inmediatamente termina el matonaje, no porque no pueda ganar el abusivo, sino porque requiere más esfuerzo del que está dispuesto a colocar en ello.
Me extraña que después de tanto tiempo ésta motivación y dinámica no esté más estudiada.
El gran efecto secundario de este método es que creas niños muy mimados y con la falsa sensación de seguridad de un ambiente como ese. Y llegarán con esa sensación de tener el derecho de que nadie invada su espacio de comodidad hasta la vida adulta.
Punto en el cual los verdaderos abusivos y matones se harán un picnic con esta generación.
estudie en un colegio que era rudo, tenías que utilizar todas lar armas para defenderte...en esos tiempo el bulliying no existía, y si acusabas te vas de cachamal por abrir la boca...
ResponderEliminarresultado: todos los que sobrevivieron el colegio (era el colegio con mas expulsados y desertores de sudamerica), son unas maquinas que sobreviven a cualquier labor...si te putea tu jefe te cagas de la risa...
como contraparte estudie en otro colegio de santiago, de los top 10, y a pesar que era la generación con mayores puntajes de la antigua PAA, la verdad es que son poco exitosos, cero resiliencia, y todos esos en teoría super talentos, la verdad es que se quedaron en la mediocridad y casi todos separados.
De hecho nunca lo había evaluado, pero la verdad es que en su momento era una guerra diaria, pero al sobrevivir a esta, la guerra de la vida esta ganada, o al menos estamos forjados para luchas a muerte por preservarnos.