Uno de los aspectos que se critican del actual sistema de pensiones, sobre todo por los movimientos sociales, es el cobro que se realizan a los afiliados. Especialmente, apuntan a las comisiones de intermediación, a las que el líder del movimiento No+AFP, Luis Mesina, ha calificado como una “frescura”, ya que son consideradas como un doble cobro.
Incluso, la reforma de pensiones que el Gobierno enviará al Congreso la próxima semana contempla modificaciones a estos cobros.
Pero ¿qué son éstas comisiones “ocultas” o “fantasmas”? Aquellas que los fondos de pensiones pagan por invertir en determinados instrumentos, con cargo al propio fondo de los afiliados, generalmente para realizar inversiones en el extranjero.
La pregunta que cabe entonces es cuánto desembolsamos los afiliados al sistema en estas comisiones. Según cifras de la Superintendencia de Pensiones (SP), por cada $ 1 millón ahorrado por un afiliado en 2016, un fondo de pensión pagó en promedio $ 192 mensuales por concepto de comisión de intermediación por inversión en fondos mutuos, indices financieros y otros, es decir $ 2.304 en el año (ver tabla).
Los afiliados al Fondo A (más riesgoso), son los que más pagan en este tipo de cobro, dado que éste invierte en mayor medida en instrumentos en el exterior. En este caso, la comisión de intermediación tiene un costo para el afiliado de $ 408 promedio por cada $ 1 millón de su fondo de pensión.
Por el contrario, en el E (menos riesgoso), compuesto principalmente por renta fija local, esta comisión tiene costo promedio de $ 8 por $ 1 millón.
Por AFP, Modelo y Provida son las administradoras que generan más pagos con las comisiones de intermediación.
¿Por qué pagar?
El argumento técnico es que para alcanzar un mayor grado de rentabilidad, las AFP invierten en instrumentos más complejos, los cuales en su mayoría se encuentran en el exterior.
Esto ha llevado a que un 40,4% del total de los fondos de pensiones estén invertidos en el exterior, cerca de US$ 77.000 millones. Inversiones que en su mayoría son hechas de forma indirecta, en instrumentos administrados por terceros, los que conllevan el pago de comisiones de intermediación.
De acuerdo al exsuperintendente de Pensiones, Alejandro Ferreiro, “lo importante es mirar la rentabilidad neta, es decir, la rentabilidad después de las comisiones, y es atractiva. Por tanto, es natural que quien reciba el beneficio también sea quien incurra en los costos”.
Reforma
Cuando la presidenta Bachelet anunció un proyecto para modificar el sistema de pensiones, señaló que aplicaría cambios a las comisiones de intermediación, poniendo en alerta a la industria, desde donde señalan que la rentabilidad de los fondos se verá afectada si dichos cobros los asumen las AFP.
“Yo no me encuentro entre quienes cuestionan el hecho de que sea el que se beneficia de la rentabilidad, o sea el afiliado, el que pague los costos de generar esa rentabilidad. Las AFP no tienen capacidad para invertir en determinados instrumentos en el exterior y por eso recurren a quienes sí lo saben hacer”, sostiene Ferreiro.
La experta previsional, Mónica Titze, añade que “no veo conveniente cambiar la estructura porque los incentivos van a quedar mal puestos. Las AFP pagan comisiones de intermediación para lograr mayores rentabilidades para los fondos de pensiones”.
Agrega que “si se les pide que gasten plata en hacer las inversiones, harían las que renten menos”.
Es un hecho de la causa el que el manejo de fondos, o incluso el entrar a mercados con instrumentos más sofisticados tiene un costo que en general se divide en un porcentaje sobre el capital administrado más un porcentaje de la rentabilidad si hablamos de hedge funds o gestores. Supongo que la pregunta es quien finalmente debe pagar estas comisiones, no si deben ser pagadas, porque es obvio que hay que hacerlo si se quiere el capital puesto en activos internacionales. Se entiende que dentro de los aportes mensuales existe un cobro de administración de las AFPs que debería incluir el participar en distintos mercados. Si dentro del desglose de ese pago se encuentran estas comisiones, la verdad no hay mucho que discutir al respecto. Es parte de participar en un ambiente de inversiones. Si hay un cobro adicional cargado al patrimonio que no esté incluido desde el inicio, si es una discusión válida a sostener. Es parte de un “full disclosure” que en general presentan los gestores respecto del cobro de sus comisiones y costos generales del manejo del dinero. Los bancos cuentan con esta política al cargar los cobros diferenciados a la cuenta corriente en base a los productos contratados. Y parcialmente también las AFP´s con un grado de agregación que tal vez debería ser más detallado para entender la estructura de estos cobros por el manejo del capital.
No debería ser un tema relevante en la medida en que se entienda el cobro y efectivamente haya sido utilizado en el costo de manejo de activos internacionales que dan mayor libertad y posibilidades de estructurar carteras más rentables. Y no debería ser un tema de discusión si se deben o no pagar. Es claro que si. La pregunta es quien lo paga. Y esa pregunta siempre resulta ser el dueño del capital porque es quien finalmente decide donde colocarlo. En el caso de los fondos, hay una obligación fiduciaria de las AFP´s de administrar los fondos a nombre de los ahorrantes, por lo tanto deben tomar las decisiones respecto de pagos por servicios a su nombre. No vamos a andar cuestionando esto. Si debe existir una contraloría que vele porque los cobros sean correctos y la utilización del capital de los ahorrantes adecuado. Que es diferente de lo que hacen las AFP´s con su propio dinero.
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