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Al presentarse el proyecto que modifica la Ley General de Bancos, una de sus novedades es la posibilidad que tendrá la industria de poder constituir capital mediante la emisión de bonos perpetuos. Frente a ello, la pregunta que nace es si efectivamente habrá interés en estos instrumentos de parte de los inversionistas.
Guillermo Tagle, presidente de Credicorp Capital, señala que “es un instrumento que podría tener espacio para inversionistas en Chile, sobre todo porque tenemos inversionistas de tan largo plazo”.
Asimismo, el ejecutivo agrega que con esto, “ayuda a completar la curva de oferta de instrumentos que se puede generar en el mercado”.
Mucho se ha hablado de apuntar hacia inversionistas institucionales como las AFP y compañías de seguros, pero Diego Torres, gerente de renta fija internacional de MCC, aprecia que “inicialmente va a existir una fuerte demanda por parte de todo tipo de inversionistas”.
Las dudas
Sin embargo, los nuevos instrumentos también generan cierto recelo, específicamente con la posibilidad que tendrían los tenedores de perder la totalidad de la inversión bajo la ocurrencia de un evento de estrés bancario o determinaciones del regulador, como ocurrió en España con el Banco Popular y sus accionistas.
Fruto de ello, es que en el pasado encuentro del círculo legal de Icare, el propio Tagle planteó la idea de establecer resguardos para inversionistas institucionales, de forma tal que no haya riesgos de repetir un escenario como el Popular.
Ante esta alternativa, Torres explica que “los resguardos están en la estructura del bono y si un inversionista tanto institucional, como de fondos mutuos o banca privada, no le parece el riesgo-retorno es mejor que se mantenga al margen”.
En la misma línea, Oscar Urzúa, socio de KPMG, advierte que “no deberían tener ningún trato diferente a la mayoría de los bonos bancarios. Si existiese un riesgo adicional, el mercado debería ser lo suficientemente eficiente para trasladar cualquier tipo de riesgo al precio del bono”.
Sobre qué bancos tendrían mayor éxito con los bonos perpetuos, Tagle comenta que “quienes tengan mayor grado de solvencia van a poder acceder a instrumentos para obtener mayor financiamiento”.
Pero a la hora de discernir entre optar por bonos de un banco grande o pequeño, Torres dice que “el riesgo de crédito y no el tamaño del banco debiera ser el diferenciador entre las emisiones de bonos perpetuos”.
De aprobarse el proyecto impulsado por el gobierno, Torres estima que “las primeras emisiones serán de bancos privados líderes de la plaza o de control estatal”.
Bonos perpetuos…
Oh boy…
Quien en su sano juicio podría considerar comprar un bono bancario privado perpetuo (o a 100 años que para efectos prácticos es lo mismo) me escapa.
Si quieres seguridad del capital te vas a bonos de países con baja deuda y liquidas cuando su estructura comience a variar, lo que siempre ocurre. O vas a bonos de corporaciones consolidadas e igualmente las liquidas cuando veas que su ciclo económico está cambiando. No se me ocurre que coloques en bonos perpetuos capital para que rente, menos a 100 años así es que no se que perfil tendría un inversionistas que coloque capital estancado a 100 años.
Estas cosas suelen pasar cuando ya tienes mucha deuda y quieres patear el tarro lo más lejos posible. A nivel privado y público.
Invertir en deuda es válido en la medida en que se entienda que probablemente es un instrumento igual de riesgoso que las acciones. Sólo que en diferentes circunstancias y plazos. Hay tantos defaults que es casi de perogrullo el recalcarlo.
O como los bonos de argentina a 100 años al 8% anual....increiblemente tuvieron demanda, pero solamente porque podrias recuperar tu inversión en 10 años....pero igual 10 años para argentina para mi es riesgoso.
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