@latercera
Una conductora de tv pierde el control frente al entrevistado. Luego de sendos intercambios que incluyen la negación de la igualdad de género -“crees que es un mito”-, ridiculización a un argumento que postula las similitudes entre los sistemas nerviosos de las langostas y de los humanos -son efectivamente parecidos desde el punto de vista de la ciencia, cosa que ha favorecido movimientos que exigieron con éxito que se dejen de cocinar vivas en Suiza, por ejemplo- y profundas reflexiones sobre el cariz de cada sexo en el mundo laboral, entran en un debate atingente a nivel mundial: la identidad de género.
“Te metiste en problemas por rehusarte a llamar a mujeres y hombres trans por los pronombres que ellos eligieron para sí”, le espeta Cathy Newman, entrevistadora del Canal 4 en Inglaterra.
“No es verdad. Me metí en problemas porque dije que no usaría el lenguaje obligado por el gobierno federal y provincial. No me metí en problemas por dejar de llamar a alguien de una u otra forma”, responde Jordan B. Peterson, canadiense, profesor de la Universidad de Toronto famoso por un discurso parco, de hablar cansino, pero provocador en cada aparición o publicación que lleva adjunta su nombre. Su tono, el mismo de cada aparición, perturba a la conductora británica. “Usted dijo que no haría caso a una nueva ley que estaba diseñada para evitar la discriminación”. “Bueno…para lo que dijeron que estaba diseñada…”, replica incrédulo el entrevistado.
“Ok. Invocaste la libertad de expresión. ¿Por qué tu derecho a la libertad de expresión está por encima del derecho de una persona trans a no ser ofendida?”, pregunta Newman. “Porque para poder pensar debes arriesgarte a ser ofensivo. Mira la conversación que estamos teniendo ahora. Tú estás dispuesta a ofenderme para llegar a la verdad. ¿Qué te da derecho a hacer eso? Ha sido incómodo…”, replica Peterson. “Bueno, me pone feliz haberte puesto incómodo”, le dice Newman cayendo en la trampa del psicólogo, quien se lo echa en cara de inmediato a la periodista para demostrar su punto. Además, agrega que él sí llamaría “ella” a un estudiante transexual si se lo pidiera; su problema es cederle el terreno lingüístico a “la izquierda radical, sea o no ley”.
La mentada entrevista, fue vista por más de dos millones de personas alrededor del mundo sólo en su primera semana y hoy, entre los canales oficiales de YouTube y los que la replican -como el chileno “capitalismo revolucionario”- supera fácil los diez millones de reproducciones.
Peterson es autor de libros, fundamentalmente. También, cientista político y ex profesor adjunto de Harvard y titular en la Universidad de Toronto, Canadá. En algún momento, fue amenazado con perder su puesto ahí por el incidente que le recordó la periodista británica. Se suma a todo lo anterior, que hoy es una estrella en Youtube con su canal propio, bordeando el millón de suscriptores.
Es aquella entrevista con Newman la que lo ha puesto en la palestra los últimos dos meses, al punto que “The Guardian” ha publicado un artículo buscando responder “cuan peligroso es el profesor de derecha Jordan B. Peterson”. Según el medio inglés, Peterson “no es sólo otro troll, narcisista o egomaniaco”. En su artículo destacan que siempre parece tener argumentos para decir lo que dice “o al menos parece que los tuviera”.
Dando conferencias con marcos teóricos apoyados en el antiguo testamento, publicando sus cátedras en YouTube o estrenando libros como hizo desde 1999 con “Maps of Meaning: The Architecture of Belief”, se le ha visto hacerle el quite a los fanáticos religiosos que adhieren a su mensaje, regularmente para ir en contra de lo que llaman “ideología de género”. Peterson goza de su minuto de fama y dice sentirse “en la cresta de una ola” y en el mismo artículo del Guardian es descrito como “el pensador más influyente del mundo occidental” en el último tiempo por el economista Tyler Cowen.
La verdad es que, tal como señala el artículo inglés, Peterson es más que un provocador: viene enfrentando lo que llama “la corrección política” desde los años noventa, entrando a disputarle el espacio público a influyentes como Allan Bloom y ganando seguidores ahora en el terreno digital, lo que parece sólo una consecuencia de sus años trabajando como académico.
En pleno enfrentamiento con Cathy Newman, Peterson llegó a decir que “las mujeres que han sido dañadas por sus relaciones con los hombres tienen miedo” a establecer relaciones de igualdad. “Buscan hombres débiles, porque pueden dominarlos, pero esa es una solución subóptima”, dijo. “¡Eso es lo que piensas!”, le espetó Newman. “Creo que hay una sustancial minoría que lo hace y es muy malo para ellas. Son muy infelices, es muy malo para sus parejas, aunque tengan con eso la ventaja de no tomar responsabilidades”, dijo Peterson. “Pero, ¿qué te da derecho a decir eso? Tal vez así es como esas mujeres quieren sus relaciones. Estás generalizando”, replicó Newman.
“Soy sicólogo clínico”, respondió Peterson.
Había visto esta entrevista hace unos días y es un verdadero privilegio para todos el que alguien traduzca esto (capitalismo revolucionarios) para que puedan ver no solo una entretenida oposición de ideologías, también un brillante conversador destruir sistemáticamente una estrategia muy utilizada por la prensa hoy en día que es colocar ideas que no se han expresado y comenzar a debatir desde ahí colocando a la contraparte a la defensiva. Peterson identificó inmediatamente esta estrategia (es sicólogo clínico for kraist seik…) y con toda calma aniquiló intelectualmente a esta feminista (feminazi de hecho) reconocida en Canadá y en el mundo anglo británico por ello.
Una lección de debate de ideas y de como tratar a alguien que solo quiere imponer sus ideas desprestigiando no solo las ideas del otro sino a la persona.
Independiente de si estás o no de acuerdo con las ideas de Peterson, es una clase maestra de debate de ideas. Un video obligatorio para disfrutar en verano.
Tensa la conversación xD
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