@latercera
La diputada Carmen Hertz se refirió al fracaso de la acusación constitucional contra tres ministros de la Corte Suprema – Carlos Künsemüller, Hugo Dolmestch y Manuel Valderrama- cuestionados por parte de la oposición tras otorgar libertades condicionales a reos condenados por violaciones a los derechos humanos.
Respecto a lo sucedido ayer, la legisladora sostuvo a Cooperativa que “la lucha en contra de la impunidad es un proceso en que se van obteniendo resultados muy poco a poco”.
Hertz también criticó a los diputados de loa Democracia Cristiana y del Partido Radical que votaron en contra de la iniciativa: “Aquí no es el tema cuán buena o mala persona es un ministro u otro. El tema son objetivos, fallos. Estos siete fallos (libertades condicionales), a nuestro juicio, vulneraron gravemente el derecho a la justicia inalienable que tienen las víctimas porque aquí lo que hay es una grieta de impunidad y lo que se pretende hoy día es la solución final al tema de los crímenes de exterminio y la justicia transicional”, dijo a ese medio.
Puedo ser muy empático con la reacción natural de eliminar de la faz de la tierra a los que agreden a mi familia y seres queridos. Muy, muy empático.
Y que es básicamente lo que probablemente querrían los familiares de los detenidos desaparecidos.
Pero, en una sociedad organizada, existe la justicia, que se encarga de dictaminar los castigos para los culpables de crímenes o delitos.
Que es este caso. Se encontraron los culpables, se juzgaron y condenaron. Por lo tanto no veo, en términos reales, que no se haya impartido justicia.
Y también, como un gran logro de la cultura occidental, y contra toda probabilidad, se asume que los criminales, aún en esa condición, siguen siendo humanos íntegros, esto es, no pierden ninguna de las cualidades o derechos básicos excepto el de la libertad cuando son un peligro cierto para la sociedad y las personas, que se asume para quienes asesinan o cometen actos violentos contra personas (incluso propiedad).
Y bajo este concepto, se le concedieron a los aún condenados culpables ciertas flexibilidades basados en temas de salud y edad, supongo.
Y esto es básico para la justicia occidental. Cuando se cree que los que cometen crímenes son inferiores en su calidad de humanos, comienzan los abusos.
Me da la impresión de que la diputada, que debería tener clara estas cosas, no está distinguiendo bien la línea entre la justicia y la venganza. Como afectada por crímenes de derechos humanos es entendible (incluso justificable). Como legisladora, no. Cuando optas por el servicio público como legislador te colocas del lado del orden y la jerarquía organizativa. No puedes ser parte de lo que legisla, ordena e imparte justicia, y también del lado revanchista que es lo que se intenta ordenar. No son compatibles. Al menos no lo hagas de manera tan obvia. Es ingenuo pensar que los representantes no estén por razones personales en los puestos, partiendo por las dietas y beneficios del cargo. Y que ni impulsen agendas por las mismas razones. Pero de nuevo. No tan groseramente obvio.
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