Excesos de comida pueden engordar hasta 5 kilos en Fiestas Patrias

@latercera

La culpa del potencial aumento de peso tiene como protagonista a los asados que tradicionalmente ambientan las comidas de las celebraciones de la independencia de Chile.

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Hasta 5 kilos de peso podrían llegar a engordar los chilenos durante las celebraciones de las Fiestas Patrias del país, que hoy continúan en medio de asados, bebidas y bailes por todo el territorio nacional, explicaron a Efe expertos del área nutricional.

Cada 18 de septiembre Chile recuerda la instauración, en 1810, de la primera Junta de Gobierno que dio paso al proceso de independencia, mientras que el 19 del mismo mes se celebra el día de las Glorias del Ejército.

Por calendario, este año las celebraciones se llevan a cabo desde este fin de semana y en todo Chile se levantan las fondas y ramadas (por lo general edificaciones de madera con techo de totora), donde tienen lugar las celebraciones con mucho baile, comida y bebida alcohólica.

La nutricionista y presidenta de la Fundación Ruta Saludable, Nataly Gutiérrez, indicó que se estima que en un fin de semana de Fiestas Patrias en Chile una persona pueda engordar unos 3 kilos, pero que al celebrarse este año durante cinco días consecutivos el incremento de peso podría llegar a 5 kilos.

“Esta fiestas son más largas que otros años y se podrían llegar a ingerir 35.000 calorías en el total de las fiestas. Entre 5.000 y 7.000 calorías por persona al día”, dijo Gutiérrez.
La nutricionista advirtió que esa cantidad “casi triplica” la ingesta habitual de una persona.

La culpa del potencial aumento de peso tiene como protagonista a los asados que tradicionalmente ambientan las comidas de las celebraciones de la independencia de Chile.

Mucha carne roja, choripán (longaniza con pan), empanadas fritas, anticucho (pinchos de carne), además de los excesos de la ingesta de la bebida alcohólica por excelencia de estos días: el terremoto, hecho con vino pipeño blanco o vino blanco, helado de piña, fernet o licor amargo y granadina.

Desde clínica chilena Estética W señalaron que una empanada tiene 500 calorías, un anticucho 200, un choripán 400 y un terremoto tiene 400 calorías.

Este exceso de calorías es lo que Gutiérrez destacó que es necesario controlar: “Uno se tiene que dar permiso, pero con mesura”.

La nutricionista dijo que en el caso del consumo de carne asada, la pieza debería de ser del tamaño de la palma de la mano y no acompañarla con más comidas extras, aunque sí se debe complementar con una copa de vino por su efecto antioxidante.

Son los carbohidratos y las grasas saturadas las causantes del alza repentina en escasos días, por lo que recomendó beber mucha agua y tratar de acompañar con verduras.

La nutricionista aconsejó aprovechar una de las costumbres de estas fiestas, la de la bailar el tradicional “pie de cueca” en las fondas para luchar contra el aumento de peso.

“Se aconseja bailar mucho”, comentó entre risas Gutiérrez.

FUCK IT¡¡¡¡¡¡

BRING IT ON BABY¡¡¡¡

Satisfacción inmediata, donde corresponde, celebraciones…

Hasta los vengadores lo aprueban…

35.000 calorías almacenadas convenientemente en las células adiposas alrededor de la cintura alcanzan para sobrevivir algo así como 20 días de apocalipsis zombi, tal vez unos días más. Una GRAN inversión¡¡¡.

En una aproximación más seria.

Probablemente la epidemia global de obesidad y enfermedades asociadas, tanto al exceso de comida, como al exceso de ejercicio para eliminar los kilos adquiridos, tiene relación con abandonarse libremente a la comida, sin importar si existe o no una razón de peso, como en este caso si lo es la celebración de las fiestas patrias. Aún recuerdo que en mi niñez este tipo de festines de comida y alcohol eran en extremo raros, de hecho, fiestas patrias, año nuevo y tal vez algunos cumpleaños. El resto del año era bastante estándar. Hoy en día, las sentadas de comida y bebida son (casi) todos los fines de semana, viendo la última serie de Netflix en maratón o jugando Battlefront o fortnite en línea, antes y/o después de la junta con amigos o familia para el asado de rigor.

Supongo que tiene que ver con que el valor (y la accesibilidad) de las calorías es increíblemente barata en relación a previas épocas. Sin contar con que existen múltiples alternativas de gran relación precio/calidad a pesar de lo que se diga al respecto.

Y también con la razón por la que se come.

Viendo un reportaje hace algunos años, me quedó grabada una siquiatra clínica experta en el tratamiento de adicciones, que comentaba que, en el caso del alimento, cuando se transforma en adicción y por ende en obesidad, y así como en cualquier adicción, hay que encontrar las causas que detonan el consumo o la acción. En el caso de la comida, la única razón válida para comer, según ella, es el hambre real, y eventos especiales donde la comida sea parte integral de la interacción social. Cualquier otra causa debería ser considerada como exceso y por ende indeseable.

Su frase para el bronce fue, no es verdad que eres lo que comes. Eres la razón por la que comes.

Priceless…