Igualdad de género: PIB per cápita de las mujeres es 47% menos que el de los hombres

@latercera

Buenas y malas noticias trae para Chile Indice de Desarrollo Humano (IDH) que el PNUD -con sede en Nueva York- hace para 189 países y territorios. La buena es que en este índice, que se calcula a partir de indicadores como las tasas de alfabetización, los años de escolaridad, la esperanza de vida al nacer y el ingreso per cápita, Chile sigue manteniendo en primer lugar en América Latina. En el mundo, los primeros son Noruega, Suiza y Australia, y los últimos de la lista son Sudán del Sur, la República Centro Africana y Níger.

La mala noticia para Chile viene, una vez más, en las disparidad de resultados entre hombres y mujeres. El informe del PNUD incluye un índice de desigualdad de género (IDG) el cual se estructura a partir de tres dimensiones: salud reproductiva (medida a partir de la mortalidad materna y la tasa de nacimiento en adolescentes); empoderamiento (medido a partir del porcentaje de mujeres que ocupan escaños parlamentarios y de la tasa de asistencia a educación secundaria y superior de hombres y mujeres) y actividad económica (medida por la participación de hombres y mujeres en el mercado de trabajo remunerado). Así, explica el programa de Desarrollo Humano, este índice de la desigualdad de género “debe ser leído como la pérdida en desarrollo humano que experimenta el país debido a la desigualdad en los logros de hombres y mujeres”. En ese contexto, es que la brecha de género en Chile -en comparación con  de los países de muy alto desarrollo humano, entre los que sí está el nuestro- es 2.3 veces la brecha promedio de las restantes naciones. En América Latina, por ejemplo, Uruguay, Barbados, Costa Rica y Cuba, tienen un mejor desempeño que Chile en este índice.

Para construir este indicador, el PNUD estima una medida de PIB per cápita por sexo, basado en la población económicamente activa, la diferencia salarial entre mujeres y hombres en todos los sectores y la proporción de cada sexo en la población total. Según esto, el PIB per cápita estimado para los hombres chilenos es de USD $28.809, mientras que para las mujeres es de USD $15.137.

Según Silvia Rucks, representante residente del PNUD en Chile, “Los datos nos muestran que ha habido avances importantes en materia de igualdad de género, sin embargo, aún hay desafíos pendientes, entre ellos está el acceso a los recursos económicos. Las mujeres en Chile siguen participando menos que los hombres en el mercado laboral y recibiendo menos ingresos que ellos por el mismo trabajo. De hecho, si proyectamos ambas dimensiones en el PIB per cápita, las cifras que hoy se presentan estiman que el PIB per cápita de las mujeres sería un 47% menos que el PIB per cápita estimado para los hombres”.

Pese a los resultados en materia de género, el PNUD destaca que en los últimos 27 años, Chile presenta un alza constante de su Índice de Desarrollo Humano. Entre 1990 y 2015, el valor del IDH de Chile aumentó de 0,701 a 0,843, lo que implica un aumento del 20.2%.

Entre algunas cifras que el PNUD toma para ellos, recalca que entre 1990 y 2017, la esperanza de vida al nacer registró un aumento de 6 años, los años promedio de escolaridad aumentaron 2,2 años y los años esperados de escolaridad, un aumento de 3,5 años. El INB per cápita de Chile aumentó en aproximadamente un 165.6% entre 1990 y 2015.

“Esta trayectoria de largo plazo muestra que el país ha tenido la capacidad de avanzar sostenidamente en su desarrollo humano sobre la base de una combinación equilibrada de crecimiento económico y políticas públicas”, concluye el informe.

Revise el informe completo AQUI.

Pero claro que va a existir esa diferencia. Porque los campos mejor remunerados y que aportan más al PIB son los STEM, esto es, ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, ampliamente dominados por hombres. Sin considerar aquellos trabajos más riesgosos, como mineras y petroleras y construcción, entre otras, también ampliamente dominadas por hombres y que pagan un premium por el riesgo superior a estar sentado en un cubículo en Sanhattan.

Los campos de salud y educación, donde son predominantes las mujeres, son los peor remunerados, junto con los de administración general.

Porque está LLENO de gente buscando estos puestos. Literalmente. Oferta y demanda, baby¡¡.

Nunca va a existir igualdad de remuneraciones, ni entre sexos, ni entre razas, ni entre etnias, ni entre religiones. Incluso dentro de un mismo grupo. Porque las remuneraciones, al menos en el sector privado, le guste a quien le guste, tiene que ver, en la inmensa mayoría de los casos (siempre existen excepciones), con el desempeño, presente o potencial esperado para alguien. Y esa es una evaluación absolutamente individual. Y también con el tamaño de la organización para la que trabajas. Si eres gerente de finanzas de una compañía que vende USD 1 millón, no puedes pretender ganar lo mismo que el mismo cargo en una compañía que vende USD 100 millones. De hecho existen tantas diferencias a niveles ejecutivos, que es casi imposible comparar los mismos cargos incluso dentro de una misma compañía cuando se reemplazan, porque pueden existir diferentes requisitos para diferentes funciones, adicionales o diferentes al anterior cargo, que es lo que suele pasar.

Sin considerar que es ilegal, en todo occidente, segregar sueldos por cualquier clase de razón asociado a pertenencia a grupos, de cualquier tipo.

Ha sido desmitificado esto tantas veces, que me escapa porque sigue como agenda. Como prueba de ello…Un video reciente de España con datos duros de su INE, (que debe haber sido particularmente incómodo para ambas presentadoras dado que es una herramienta de campaña política muy utilizada, además de ser un eje de noticias popular), uno de los bastiones europeos más duros en este frente.

Los gerentes masculinos ganan más???

Obvio, llevan más tiempo en el mercado. Y tiempo implica experiencia, que se traduce en dinero. En algunos años más, tendremos más mujeres en posiciones directivas senior, donde probablemente este último gap se cerrará de manera natural. Especialmente con el chip incorporado actual en las mujeres de privilegiar sus carreras en lugar de la cavernaria y degradante misión de formar una familia y tener hijos.

Que demodé por dios.