Los empresarios del país reconocen que este año el crecimiento de la economía, y por tanto de sus negocios, será mejor que el 2017, pero también advierten que las expectativas de recuperación fueron demasiado optimistas.
Así lo revela el último Informe de Percepción de Negocios elaborado por el Banco Central, en el que la mayoría de los ejecutivos consultados por el instituto emisor anticipa un repunte de la economía, "asociado principalmente a un volumen de ventas mayor al observado en el 2017".
"Pese a ello, los mismos entrevistados afirman que los resultados han estado por debajo de lo esperado, pues los márgenes siguen estrechos", señala el informe del instituto emisor. Esto, continúa, se explicaría por precios de venta que se mantienen "contenidos", en medio de la "alta competencia" entre oferentes y una demanda que se ha vuelto "más sensible" a los precios.
"De todos modos, algunos entrevistados reconocen que las expectativas de recuperación estaban sobredimensionadas", es una de las lapidarias conclusiones del reporte. Eso sí, el banco enfatiza que las perspectivas "siguen siendo positivas" en la mayoría de los sectores.
Las menores expectativas de los empresarios se dan en medio de un desempleo que se ha venido incrementando en los últimos trimestres, cerrando en 7,1% en el período julio-septiembre, mientras que el crecimiento de la economía en septiembre (2,3%) fue el más bajo del año, explicado por el gobierno debido a los feriados de Fiestas Patrias.
Sectores y regiones
A nivel de rubros económicos, los consultados por el Banco Central aseguran en general ven una inversión "algo más dinámica", en sectores distintos a la minería y sus relacionados.
"Destacan mejores percepciones en industria, construcción de viviendas y rubros ligados a las ventas de maquinarias", señala el documento.
Por el lado del comercio, se ve "bastante heterogeneidad", con un norte con ventas al alza y un centro sur afectado por la "drástica" baja de turistas argentinos en lo que va del año: "De todos modos, un elemento común es el cambio estructural por el que atraviesa la industria, que los lleva a mantener bajos precios y una fuerte competencia de manera continua".
En obras públicas, en tanto, los consultados reconocen seguir afectados por la "escasa y según algunos nula" apertura de nuevos proyectos y el "retraso o revisión" de los que están en marcha.
Mientras que en la minería el panorama es algo más positivo, con la "activación" de proyectos nuevos de inversión: "Sin embargo, los montos son menores que los de hace algunos años y los contactados indican que las condiciones de los contratos con proveedores son más restrictivas, tanto en términos de la duración como de los precios", consigna el ente autónomo.
Salarios más contenidos
Respecto del mercado del trabajo, los entrevistados por el emisor no informan de "grandes cambios" en las dotaciones de personal y dan cuenta de una "percepción general de escasas presiones de salarios".
"En algunos casos, se informa de aumentos de personal que se enfocan en ofrecer mejor servicio a los clientes y así subir las ventas del negocio. La percepción del desempleo sigue siendo alta, especialmente en la macrozona norte. De cualquier modo, se mantiene la dificultad para contratar técnicos o mano de obra calificada y se siguen informando las complicaciones que involucran las bajas competencias en determinados grupos de trabajadores", recalca el estudio.
En cuanto a los salarios, la mayoría de los encuestados informa crecimientos acordes con la inflación: "Existe una percepción general de pocas presiones salariales y de que la inmigración ha ayudado a contenerlas, siendo este un fenómeno relevante en algunos mercados y para cierto tipo de trabajadores".
Este gráfico muestra la curva de deuda en $ (azul) en términos de saldos trimestrales desde 2000, y el PIB en $ en el mismo plazo.
La división entre el PIB y el Stock de dinero total entrega la velocidad del dinero. La deuda agregada en $ es un proxy bastante bueno ya que el stock completo (M3) no está disponible.
A mayor velocidad, mayor actividad o intercambio. En grandes rasgos, podría verse como el desempeño real del dinero que se está generando. Mientras más veces circula el stock de dinero, mejor desempeño del dinero. Obviamente excluimos los casos extremos de hiperinflación donde existen otros temas relacionados con la confianza en el mismo dinero, que hace que la gente quiera deshacerse de el como si fuese papa caliente.
Desde aproximadamente 2006, el desempeño del dinero ha sido cada vez peor. Lo que es bastante lógico. A medida que creces es cada más difícil encontrar negocios o inversiones que sean rentables, o al menos al nivel de los anteriores años. Hasta que llega el punto en el cual la deuda (dinero) ya no desempeña para poder pagar los intereses contraídos, que es la fase final de cualquier economía antes de su caída. Un ejemplo de esto serían los infinitos Bistrós que han salido en el último tiempo con precios absolutamente ridículos, dado que las deuda que contrajeron para armar sus negocios súper en boga requieren inversiones muy onerosas para diferenciarse de la infinita competencia actual, en relación a los primeros que crecieron con mínima deuda inicial, si es que la tenían, ya que eran casi las únicas alternativas.
Que significa esto??…
Somos caros en relación al retorno del dinero.
Siempre existen correcciones a esto. Y no tiene que ver con políticas públicas o privadas. Tendríamos que generar un salto en productividad gigantesco para volver a hacer rentable el dinero de la manera en que comienza el ciclo de deuda.
Eso es lo que buscan los departamentos de investigación y desarrollo siempre. Los productos o servicios que vuelvan a darte alto margen. Al igual que las fusiones y adquisiciones de los grandes conglomerados de empresas pequeñas y muy dinámicas. Con el crecimiento te haces más caro, porque copaste los negocios de alto margen y aumentas tu infraestructura de administración que se auto reproduce a niveles en los cuales ya dejas de ser rentable. Pasa a nivel país y a nivel de organizaciones.
Nos está pasando. Es un ciclo natural. Y viene la corrección.
Ni Piñera, ni el Papa pueden corregir.
Solo el Thanos de la deuda que va a borrar del mapa a la mitad de los negocios, especialmente a aquellos que utilizaron deuda para montar negocios mínimamente rentables y en el supuesto de que todo iba a seguir creciendo, demanda y precios.
Nadie va a meter un peso en chile con semejantes reformas tributaria, laboral, pensiones que lo unico que hacen es ponerle mas impuestos y costos a la economia. Ya a 9 meses del cambio de mando se sabe que Piñera no hara nada por cambiar el rumbo...we are refucked.
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