05 diciembre, 2018

Cumbre del clima inicia con incertidumbre sobre sus resultados


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@pulso

Imaginemos que alguien organiza una gran comida para fomentar el vegetarianismo entre sus amigos y conocidos. Un malón, donde cada uno aporta con algo. Pero a poco andar del evento, el dueño de casa reconoce que respeta a los vegetarianos, pero no van a evitar que él siga consumiendo carne.

Algo así deben haber sentido mucho de los invitados a la Conferencia sobre el clima de la ONU (COP 24), que ayer cumplió su segundo día en Katowice (Polonia) y se extenderá hasta el 14 de diciembre.

El presidente de Polonia, Andrzej Duda aseguró que no dejará que “asesinen” a la industria minera polaca. La economía polaca “continuará apoyándose en el carbón, está claro que aplicaremos el mix energético, nuestra estrategia, pero el carbón está y seguirá estando en Polonia”, dijo el mandatario. Este país depende en un 80% de este tipo de energía.

El tema no es menor, porque aumenta los comentarios nerviosos que se han generado en los pasillos del encuentro sustentable más importante del planeta. El posible fracaso de la reducción de temperatura mundial que se acordó tras la COP 21 el 2015 que dio a pie al Acuerdo de París.

De hecho, la incertidumbre se trasforma en urgencia, tomando en cuenta que el último informe del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) indica que el plazo es muy corto para tomar decisiones para mantener el calentamiento del planeta a menos de +1,5°C.

Por eso es que esta COP, conformada 300 mil personas de casi 200 países, entre jefes de Estado, ONG y mundo académico, entre otros integrantes, es mucho más decisiva que otra. Marcará un antes y un después.

El lunes, durante la organización, el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, fue claro: “Aunque somos testigos de impactos climáticos devastadores que provocan el caos en todo el mundo, seguimos sin hacer lo necesario, no vamos suficientemente rápido”. Sus palabras, aumentaron la inquietud.

Incluso, ayer un activista rompió la agenda, recorriendo los salones del centro de convenciones disfrazado de la Tierra afectada por el cambio climático. Quizá una adelanto de otras manifestaciones que podrían ocurrir en los próximos días.

En el caso de Chile, la delegación oficial son 10 personas, encabezada por la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, quien llegará a Polonia este domingo para estar toda la próxima semana. Otro personero importante es Giovanni Calderón, director de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, quien asiste con dos personas de su equipo.

El factor EEUU

Otro personaje que ayer capturó también las miradas y fotos fue el actor y exgobernador de California Arnold Schwarzenegger. “Todos debemos despertar, tomar conciencia y dejar de envenenar al mundo, deshacernos de los combustibles fósiles porque matan a la gente.

Y Justamente su coterráneo, Donald Trump, presidente de EEUU es otro pilar fundamental de la inquietud en Katowice. Reconocido escéptico de la descarbonziación como medio de ayuda al aumento de las temperaturas, originando la teoría del “negacionismo”, ha sido claro en declarar que el país que dirige no firmará el Acuerdo de París. En un principio parecían sólo palabras al viento, ya que legalmente, el plazo para salirse definitivamente del pacto, vence en noviembre de 2019.

Por eso que esta COP es crucial para que el pacto no se transforme en otro fracaso como el de Kioto en los ’90. Sin embargo la semana pasada, todos los países del G20, excepto EEUU, se comprometieron a la aplicación del Acuerdo, durante la reunión de este grupo en Buenos Aires.

“La postura del gobierno sobre el Acuerdo de París se mantiene sin cambios. EEUU. pretende retirarse del Acuerdo de París tan pronto como sea posible”, decía un comunicado del Departamento de Estado a fines de noviembre. Si bien, este país está presente con una delegación encabezada por Judith Garber, secretaria asistente adjunta en la Oficina de Océanos y Asuntos Medioambientales y Científicos Internacionales del Departamento de Estado, Donald Trump no ha confirmado sus asistencia.

Incluso, la decisión de la administración norteamericana ha contagiado también a la brasileña, ya que Jair Bolsonaro, presidente de ese país, también ha mencionado una posible salida del Acuerdo de París.

Quedan menos de 10 días para ver si se revierte la situación durante las conversaciones de la COP 24.

Más dinero para los países en desarrollo

Para ayudar a los países en desarrollo a reducir sus propias emisiones y adaptarse a los impactos del cambio climático, el Banco Mundial anunció el desbloqueo de US$200.000 millones entre 2021 y 2025.

“Cada uno debe hacer lo que pueda contra el cambio climático. De lo contrario, nuestros hijos y nietos no nos lo perdonarán”, advirtió la directora general del Banco Mundial, Kristalina Georgieva, refiriéndose al futuro.

A esto se suma el compromiso de los países desarrollados a aumentar a US$100.000 millones anuales para 2020 la financiación de políticas climáticas de los países en vías de desarrollo.
Sin embargo, muchas naciones menos desarrolladas, ya han puesto la voz de alerta que estos montos son insuficientes, especialmente si no hay compromiso real de países como EEUU.


Que buena analogía hace el reportaje. Los defensores del cambio climático, por acción humana, son como los veganos. Casi un culto.

Y sigue siendo buena la analogía cuando alguien que no cree en ese culto quiere comer carne.

En el caso de Polonia y China, entre otros, sus principales fuentes de energía son “sucias” según los veganos climáticos. En especial el carbón.

El principal factor en el desarrollo de un país hoy en día es su capacidad de generar energía, más que su capacidad de generar comida (como era antiguamente). Y los veganos quieren que no utilices la infinita fuente de carne energética barata, y utilizar sus carísimos vegetales energéticos orgánicos que te dejan famélico si solo comes eso.

Por supuesto, con gobiernos como el de Bachelet, que es una proxy de las naciones unidas, y ahora Piñera, que ha resultado ser más políticamente correcto de lo que conviene a los intereses del país, dejamos de explotar nuestra fuente más abundante de energía convencional como es el carbón y las termoeléctricas en favor de quedar bien con el mundo vegano. Y también hemos detenido las obras hidroeléctricas porque los veganos ambientalistas quieren preservar virgen lugares a los que nunca han ido, en lugar de aumentar la matriz energética de Chile con las fuente más abundante de energía renovable que tenemos.

Yisus…

Polonia, USA y Brasil están haciendo lo lógico. Y nosotros deberíamos hacer lo mismo. Comer carne. Que los veganos sigan alimentándose caro y mal. Particularmente cuando en el ámbito de la dieta energética, al igual que en la alimenticia, las tendencias cambian por década. Hace algunas, las grasas saturadas eran malas. Hoy son la cura para el cáncer. En los 70’s, venía una mini era del hielo. Hoy se va a inundar toda la costa del mundo por mayores temperaturas.

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