“Todavía estamos lejos de poder caracterizar esto como una burbuja inmobiliaria”. Eso fue lo que dijo esta mañana el presidente del Banco Central, Mario Marcel, en su presentación del Informe de Estabilidad Financiera (IEF) a los bancos, en un evento organizado por la Asociación de Bancos.
Eso sí, Marcel llamó a las personas y actores que dan créditos hipotecarios a analizar la capacidad de pago de quienes toman estos préstamos. “Más bien, de lo que tenemos que preocuparnos es de que quien toma una decisión de inversión en activos inmobiliarios, que es una decisión legitima y uno de los principales componentes de los activos de los hogares, hagan el análisis y la evaluación de su capacidad de pago no sólo suponiendo que va a obtener un arriendo estable en el tiempo, sino que también incorporando los elementos de riesgo asociados de esto. Primero, es un mensaje a las personas que evalúan la posibilidad de estos tipos de inversiones, y también para los agentes del mercado que a su vez hagan el análisis de riesgo”, aclaró.
“El análisis que hace el Banco Central más bien lo que nos indica es que tenemos acá un mercado que se está desarrollando, que es el mercado de arriendo, un mercado de arriendo más grande es bueno para la economía chilena, porque permite diversidad de soluciones habitacionales, le resta presión al crédito hipotecario para hogares que no están en posibilidad de solventar con un crédito, en esto tenemos que recordar lo que fue el costo de la expansión de las hipotecas subprime en EEUU, si es que hay un mercado de arriendo, da alternativas de solución habitacional para las personas que no tienen el mismo nivel de compromiso financiero”, dijo Marcel.
El presidente del BC dijo que hay indicadores que muestran que estamos lejos de una burbuja inmobiliaria: “Cuando mostré las cifras de crecimiento de evolución de los precios de las viviendas, vemos que después de un aumento importante, especialmente a comienzos de la década del 2000, en los últimos años eso ha tendido a moderarse, por otro lado, si se fijan en la información que ha entregado (el Banco Central) sobre inversionistas minoristas, también se observa que después de haber crecido la proporción de deudores hipotecarios con más de una propiedad, eso ha tendido a estabilizarse en el último tiempo”, comentó.
Las declaraciones de Marcel ocurren luego de que ayer el IEF mostró que un aumento de viviendas para arriendo generaría riesgos para industria financiera en el futuro. Según el informe, quienes adquieren una segunda vivienda con el propósito de arrendarla son dueños de poco más de 20% de las propiedades a nivel nacional.
En 2010 el 11% de los hogares tenían dos propiedades y el 5% tres. En 2018, esos números se acrecentaron: ahora el 14,85% de los hogares posee dos propiedades y el 9,11% tres. Estos datos presentados por el BC son ratificados también por la Encuesta Financiera a los Hogares que muestra que en 2017 el 15,7% de los hogares tenía al menos una propiedad para arriendo, de los cuales el 5,8% la adquirió con deuda.
Sería interesante conocer cuales son los indicadores del BC que dicen que no hay una burbuja en una clase de activo, en este caso, inmobiliario.
Probablemente el mejor indicador (o el más intuitivo) de una burbuja es la participación retail. Cuando el taxista está invirtiendo en una clase de activo, lo más seguro es que estemos en presencia de una burbuja, básicamente porque ya nadie más queda por ingresar, porque los profesionales en esas clases de activos entraron mucho antes.
Cuanta gente queda sin crédito hipotecario en Chile y que sea sujeto de crédito??…
Todo indica que nadie. Todos los que pueden estar están ya adentro. Cuando eso sucede…
No está quedando mercado para la compra de nuevos inmuebles para habitarlos.
Es lo que comienza a verse en Vitacura y Lo Barnechea y comenzará a expandirse a todos lados, a distintas velocidades.
No quedan sujetos de crédito. Los nuevos trabajadores que están ingresando al mercado son Millenials que salen con una deuda estudiantil monstruosa y no tienen ningún interés particular en una casa propia, o familia dada su cultura de moverse por todos lados.
Y los antiguos ya tienen una o dos o tres hipotecas.
Eso es en lo que se refiere a viviendas para habitarlas.
En lo que se refiere a activos de inversión, responden exactamente como responden todos los activos de todas las clases. Calculas los ingresos menos los egresos potenciales y te endeudadas para comprarlo. Los profesionales o institucionales lo hicieron hace años, los amateurs en los últimos dos o tres.
Misma lógica.
Las cosas se desploman cuando ya no queda nadie que pueda o quiera comprar.
Que es al parecer exactamente donde estamos ahora, dada las declaraciones de todos los participantes del negocio respecto de los precios y condiciones de acceso a crédito.
Obviamente el BC no puede decir que hay una burbuja porque detonaría una estampida de ventas y paro de construcciones y detenciones de proyectos.
Así como la FED no puede decir que está manteniendo la tasa para sostener al mundo de un colapso de deuda soberana.
Pero…en ambos casos, que escondas la cabeza en la arena, o hagas que los participantes del mercado lo hagan, no cambia la naturaleza o estado de las cosas.
It
is
coming
get ready…
En España pasó lo mismo, primero mucha gente en la calle decía que había una burbuja pero todo el que podía con su crédito inmobiliario, luego hubo noticias en los medios como los que se publican estos días, después el BC diciendo que no había burbuja, más tarde aparecerán los del gobierno diciendo lo mismo. Pero cuando eso último pase ya habrá sangre corriendo por las calles.
ResponderEliminarEsimado adyaner, como dice alguien por ahí... la historia se repite.
ResponderEliminarMe parece interesante un artículo que encontré por ahí sobre crisis económica pero en el imperio romano...
https://www.elmundo.es/blogs/elmundo/espiritusanimales/2011/11/10/la-burbuja-de-augusto-y-el-ajuste-brutal.html
El artículo comienza con esto:
"La compraventa de activos inmobiliarios se demostró contraproducente, ya que los que habían concedido créditos habían acumulado todo el dinero (...). Cuando se ponían en venta propiedades se producía a continuación una bajada de precios, y cuanto más endeudado estaba un hombre, más renuente era a dejar sus propiedades, y así muchos acabaron totalmente arruinados".
Cualquier similitud con la realidad es mera coincidencia.
Saludos y gracias por el blog