Economía decepciona el primer semestre tras crecer 1,3% en junio, alejándose de meta del gobierno

@DF

Tal y como se pronosticaba el crecimiento del primer semestre fue de 1,75% confirmando un difícil camino para que la economía chilena logre llegar a la meta del Gobierno del Producto Interno Bruto (PIB): 3,2% para 2019.

Las expectativas del mercado estaban entre un piso de 1,6% y un techo de 1,8% para los primeros seis meses del año.

A junio el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) llegó a 1,3% respecto de igual período del año anterior.

En el reporte dado a conocer por el Banco Central, el Imacec Minero arrojó un inesperado crecimiento de 0,3%, lo que sorprendió al mercado dado que se esperaba un negativo impacto por el efecto de la huelga de Chuquicamanta.

Por su parte el Imacec No Minero arrojó una variación de 1,4%.

Durante el primer semestre las expectativas de crecimiento se fueron moderando. De hecho el Gobierno en la presentación del Informe Finanzas Públicas (IFP) ante el Congreso hizo un ajuste a su rango, centrando su proyección en 3,2% desde el techo que se había fijado de 3,5%.

Factores externos como el negativo impacto que ha tenido sobre las exportaciones chilenas la guerra comercial entre Estados Unidos y China, han sido uno de los argumentos que han llevado a moderar las expectativas.

Lo que viene

Con esto se confirma que la economía va a paso lento. En el mercado las apuestas para el segundo semestre de éste año van en un rango de entre 3% y 4% .

En desarrollo.....

La economía del mundo se está yendo por el caño. Y por supuesto que la chilena, que depende completamente del mundo porque seguimos un modelo de comercio mercantil del siglo XIX, también.

Esa es la razón por la cual la FED bajó las tasas de interés, algo que no estaba en sus planes más remotos hace un par de semestres atrás.

La FED es el banco central del mundo para todos los efectos prácticos ahora.

Y como tal le acaba de avisar a todos lo podrida que está la economía del mundo fuera de USA.

Todos los fines de semana en los cuales me junto con amigos, me entero de más despidos a alto nivel por simple reducción de costos, y con gente que tiene un nivel de gasto por las nubes, igual que sus deudas e inversamente proporcional a sus ahorros.

En el nivel de piso se ven estos impactos. Igual que en el nivel de ventas de las empresas de retail y consumo en general, que finalmente es lo que mide la actividad interna.

Lo único que está sosteniendo la actividad chilena es la construcción por las bajísimas tasas de interés, y en algo la minería y la acuicultura que está con precios históricamente altos.

Estamos a punto de experimentar una caída de la economía bíblica.

Y el real efecto de eso no son las bolsas del mundo, o las tasas de los bonos del central. Son los trabajos. Cuando la economía interna se resiente, todo el mundo comienza a rebajar gastos, entre ellos la mano de obra. Si este efecto es magnificado por la enorme masa de inmigrantes que hemos recibido en los últimos tiempos, lo que tendremos es cada vez más protestas violentas de gente que ve a los inmigrantes como la causa de las bajas den salarios y empleo. De ahí a la violencia es solo un paso.

Nunca hemos tenido estos problemas porque Chile básicamente era un país pobre y sin grandes prospectos hasta hace unos 15 años. Pero las disputas por la inmigración y la violencia que provocan en el extremo son muy conocidas, y es básicamente la razón por la cual los movimientos nacionalistas están ganando todas las elecciones en el mundo, incluido USA.

Lamentablemente cada vez más tendremos estas protestas. Lo puedes sentir en la calle cuando conversas con la gente. Todos dicen que han perdido el trabajo o no pueden encontrarlo porque los inmigrantes han bajado el precio de la mano de obra astronómicamente, especialmente los profesionales venezolanos.

Y algo de razón tienen en esto. No es problema de los inmigrantes la baja actividad económica y el desempleo que conlleva. Pero en una bajada de la economía serán vistos como los culpables por la gran mayoría.

No hay mucho que hacer, lamentablemente. El daño de una inmigración completamente desregulada que inyectó 1 millón de personas a un mercado laboral de 10 millones ya está hecho.

Y como recordatorio de lo que la inmigración desregulada ha producido en la población nativa en una bajada económica antes…