Cepal aborda desigualdad y estima que 1% más rico de Chile concentra el 22,6% de los ingresos y riquezas del país

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Durante el día de ayer la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) entregó su informe sobre "Panorama Social para América Latina 2019", en el cual se realizó, entre otras cosas, una crítica a la participación que hoy tiene el 1% más rico del país en la riqueza e ingresos de Chile, asegurando que se trataría incluso de un número mayor al entregado por las encuestas a hogares que se realizaron en 2015. Y es que en base a información tributaria, desde la Cepal aseguran que el 1% más rico del país concentra el 22,6% de los ingresos y la riqueza de Chile, un número bastante mayor al 7,5% que se había establecido según encuestas a hogares que se realizaron en 2015. "Cuando medimos la desigualdad a partir de las encuestas de hogares no captamos el 1% más rico, entonces hemos subestimado la desigualdad en América Latina, esa es la realidad", comenzó diciendo la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena. "Cuando nos metemos a analizar la información tributaria -continuó-, cuando nos metemos a los registros tributarios, podemos ver como las encuestas de hogares nos dicen que la participación del 1% más rico en el total de ingresos es de 7,5%, eso dice la encuesta de hogares, pero cuando nos vamos a la información tributaria nos da 22,6%, y cuando nos vamos a analizar los bienes patrimoniales o los activos financieros nos da 26,5%. Quiere decir que no estamos captando". Según Laís Abramo, directora de la División de Desarrollo Social de la Cepal, y principal autora del informe, esto quiere decir que "de la masa total de ingresos del país, el 22,6% está en las manos del 1% de la población. Dicho de otra forma, que el 1% de la población concentra el 22,6% del total de ingresos del país. El dato de 26,5% se refiere al total de los activos (productivos y financieros) del país que está en las manos del 1% más rico. O que el 1% más rico de la población concentra el 26,5% del total de activos (productivos y financieros) del país". De esta forma, la organización plantea que Chile es el segundo país de la región en el que el 1% más rico participa en una mayor cantidad de los ingresos y recursos totales del país, solamente superados por Brasil, quienes en base a información tributaria, alcanzarían el 27,5% de participación, mientras que un poco más abajo se ubican Colombia y Uruguay, con un 20,5% y 14,0%, respectivamente. "De la masa total de ingresos del país, el 22,6% está en las manos del 1% de la población. Dicho de otra forma, que el 1% de la población concentra el 22,6% del total de ingresos del país" Laís Abramo, directora de la División de Desarrollo Social de la Cepal En el estudio también se hace referencia a la desigualdad calculada en base al índice de Gini, en el cual Chile habría vivido un leve aumento en comparación con los registros de 2014 y 2018, llegando a los 0,454 puntos, lo que de todas formas mantuvo al país un poco más abajo que el promedio de la región, el cual es de 0,464. "Una reducción de la desigualdad requiere que los ingresos de los hogares con menores recursos crezcan a una tasa superior que los ingresos de los hogares con mayores recursos. Todos los países en que la desigualdad se redujo entre 2014 y 2018 muestran un tipo de evolución de los ingresos como la descrita", explicaron desde la Cepal. "En algunos casos, como los de Chile, Panamá y la República Dominicana, el crecimiento más acelerado de los ingresos de la parte baja de la distribución fue acompañado por incrementos considerables del ingreso a lo largo de toda la distribución", puntualizaron. 30,8%De la región se encontraría en situación de pobreza para fines de 2019 según estudio de la Cepal Es así como si bien el estudio reconoce que los ingresos de las personas más pobres aumentaron, los de quienes tienen más dinero también se incrementaron y en mayor tamaño que los del resto, por lo que la desigualdad finalmente subió. Proyecciones para la región En el informe también se realiza una dura proyección a nivel regional, asegurando que la pobreza y la pobreza extrema se "agudizarán" durante este 2019, principalmente por "un contexto económico, social y político complejo", llegando así a 191 millones el número de personas que integran el grupo de la pobreza, de las cuales 72 millones estarían en la pobreza extrema. De esta manera, un 30,8% de la región se encontraría en situación de pobreza, y un 11,5% integraría la extrema pobreza, según estimaciones de la organización internacional. Por último, en el informe Panorama Social de América Latina 2019 se reconoce a Chile como el tercer país de Sudamérica que más invierte parte de su Producto Interno Bruto (PIB) en financiar políticas sociales, llegando a destinar un 16,4% de este para dicha labor, lo que se traduce en un poco más de tres puntos porcentuales que el promedio del continente, el cual se ubica en 13,2%, y solamente superado por Brasil (17,7%) y Uruguay (17,2%).

Ya sabemos que esto es relativamente igual en todos los países del mundo donde existe libertad de emprendimiento y de uso del capital. Desde el paraíso progre Nórdico hasta los cochinos capitalistas de USA.

Es la bandera de lucha de todos los liberales y que justifican todo el camino de desastre fiscal en el que nos estamos embarcando ahora con la pistola en la cabeza de los moderados que controlan las finanzas. Esto es como un matrimonio con uno de ellos consumista en extremo y el otro el que fija las posibilidades de acuerdo a los ingresos. Ahora el consumista amarró al responsable a una silla y quiere reventar todas las tarjetas.

Obviamente sabemos como terminan esos experimentos redistributivos.

Pero claro, en la TV ya tienen la bendición de los rostros para hacer que el país viva como se merece porque plata hay, y además tenemos poquita deuda así es que podemos endeudarnos más para satisfacer estas justas demandas.

Y como son fanáticos religiosos, no les puedes decir que es inmoral endeudar a una generación futura para disfrutar de la deuda ahora. No escuchan razones. Diferente sería que pidieran que nos endeudáramos para infraestructura vial, portuaria, de salud, educacional o espacios públicos de recreación. Eso es para esta generación y para las futuras y por ende se puede entender y razonar.

Quieren vivir como si ganaran 100 pero ganan 30.

Esa es la maldición de la clase media desde que existe.

Por eso los países ricos son ricos. Igual que las personas. No gastan sin haberlo primero generado y solo se endeudan para invertir en activos, no en gastos. Al menos lo eran. Desde hace unos años están también tomados por los que quieren reventar las tarjetas de crédito, en realidad ya lo hicieron.

Será una discusión para cuando salgamos de la revolución en la que estamos metidos. Porque obviamente vamos a salir. Cómo y en que condiciones, es otra discusión.