@emolinversiones y WSJ.
Una cumbre anual de la élite empresarial de Chile ha celebrado por lo general el éxito económico de este país y ha reunido a cerca de 500 poderosos de la industria para un discurso de felicitaciones del Presidente de la nación. Este año, mientras saqueadores y manifestantes han apuntado al orden establecido de Chile, el grupo reunió a solo 120 asistentes y el discurso esta vez lo dio un psiquiatra. El título de la reunión: “Día de la reflexión interna”.
Bernardo Larraín Matte, quien encabeza la Sociedad de Fomento Fabril, que es la que organiza la cumbre, sonó sumiso. “Tenemos que multiplicar nuestra filantropía”, expresó. “Creo que tenemos que mostrar más humildad”.
Larraín, miembro de una de las familias más ricas de Chile, no estaba solo. En un momento de introspección, el grupo empresarial expuso un acuerdo de cuatro páginas, el que insta a los miembros a “hacer un esfuerzo adicional”, mostrar más empatía con sus trabajadores y ofrecer un mejor financiamiento de la capacitación técnica, las pensiones y los planes de salud.
Sin embargo, la sociedad, cuyas 4 mil compañías generan un tercio de la producción económica del país y tiene una influencia incalculable en su gobierno, no abordó la demanda central de los manifestantes que han paralizado el país desde el 18 de octubre: una reforma del capitalismo liberal del país para asegurar una distribución más equitativa de la riqueza.
Hacia un cambio
“Tienen miedo de que puedan perderlo todo”, señaló Juan Pablo Hermosilla, abogado en Santiago cuyo bufete trabaja con los ricos del país. Calificó los disturbios como un terremoto que ha sacudido a los miembros de la élite, que ahora “está mirando el abismo y no sabe qué hacer”.
Se dio un paso hacia un cambio el 15 de noviembre, cuando Piñera y diversos partidos políticos acordaron programar un plebiscito en abril próximo, sobre la anulación de la Constitución de la época de la dictadura, lo que daría a los chilenos una oportunidad de tener una que consagre los derechos sociales.
Una cantidad cada vez mayor de políticos dijeron que el gobierno de Piñera tiene que moverse más rápido y gastar más en pensiones, salud y educación para abordar las quejas clave de los manifestantes. Para hacer eso, sostienen, se requeriría subir lo que tradicionalmente han sido las tasas tributarias corporativas más bajas de Sudamérica.
“El mundo empresarial chileno tiene que entender que no puede tener la muy, muy alta rentabilidad que ha tenido en los últimos 30 años”, manifestó Roberto Zahler, expresidente del Banco Central del país, quien ahora asesora empresas. “Van a tener que contribuir con impuestos más altos con el fin de colaborar con un país que tenga menos desigualdad, donde haya más empatía, y una sociedad donde las personas sientan que tienen un rol en la creación de algo que va a crear más estabilidad”.
Los líderes de negocios, como Larraín, observaron que los cambios que puso en práctica la predecesora de Piñera ya llevaron la tasa tributaria corporativa al 27%, por sobre el 23% promedio de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), el llamado club de naciones ricas al que Chile se incorporó en 2010. Los nuevos aumentos, precisan, podrían restringir el impulso que ayudó al producto interno bruto de Chile a expandirse el 800% desde 1990, a US$ 298 mil millones en 2018, de acuerdo con el Banco Mundial, y a reducir la pobreza, de más del 40%, a cerca del 9% en las tres décadas desde que la dictadura de Pinochet dio paso a la democracia.
“¿Puede el código tributario ser más progresivo? Sin duda. Pero no barramos bajo la alfombra el tema del crecimiento”, indicó Larraín.
El crecimiento solo no es suficiente, dicen otros. Los impresionantes indicadores macroeconómicos de Chile han ocultado los altos niveles de deuda del chileno común, el que tiene que luchar para pagar la salud, la educación y los servicios básicos como el agua, señaló Leonardo Moreno, director de la Fundación para la Superación de la Pobreza. Los problemas financieros han creado una puerta giratoria, agregó, para las familias de clase media baja que rondan en torno a la línea de la pobreza.
“El PIB es bueno para medir la riqueza, pero no alcanza al desarrollo social”, observó Moreno. “En lugar de crear una clase media estable, hemos creado una que es sumamente vulnerable”.
Las protestas, las que empezaron aquí el mes pasado contra un aumento en la tarifa del tren subterráneo, crecieron rápidamente, hasta convertirse en un rechazo general a la concentración de capital en Chile. El 1% más rico de los chilenos controla alrededor del 33% de la riqueza económica del país, y los muy ricos —el 0,1%— controlan el 19,5%, de acuerdo al informe del Programa de Desarrollo de Naciones Unidas (UNDP) en 2017, “Desiguales”. La OCDE clasifica a Chile como el más desigual de sus 35 Estados miembro, aun cuando la inequidad aquí ha caído en los últimos años.
Una buen parte de la riqueza de la élite tiene sus raíces en los años de Pinochet, cuando economistas que estudiaron en la Universidad de Chicago, que eran conocidos como los “Chicago Boys”, convencieron a Chile de que privatizara las empresas estatales y llevara a cabo reformas tributarias y laborales que beneficiaron enormemente a las corporaciones.
El gobierno militar privatizó alrededor de 200 empresas estatales en la segunda mitad de la década de 1970, muchas de las cuales fueron adquiridas por la élite del país, indicaba el informe de UNDP. A fines del régimen de Pinochet, en 1990, el gobierno había liquidado casi todas las compañías del Estado, entre ellas, la compañía aérea LAN Chile (de la cual Piñera fue una vez su dueño) y la compañía minera SQM, la que fue adquirida por el yerno de Pinochet, el multimillonario Julio Ponce Lerou.
Hoy en día, la riqueza del país está, en gran medida, en manos de unas pocas familias que tienen posesiones en la minería, el retail, las finanzas, el sector forestal y en otros intereses. Dos cadenas de supermercados responden por cerca de dos tercios de las ventas del comercio minorista; tres cadenas de farmacias tienen el 95% de ese mercado, y tres compañías privadas manejan los fondos de pensiones de más de tres cuartas partes de los contribuyentes del país, indicaba el informe de Naciones Unidas.
En ese contexto, muchos chilenos se han sentido indignados por una serie de escándalos de corrupción que involucraron fijación de precios y engaños en el financiamiento de campañas, lo que ha erosionado su confianza en los políticos y en los líderes empresariales por igual.
“¿Debo vender?”
A medida que muchos chilenos dirigen su ira contra la élite, hay nerviosismo en estos días en los sectores más adinerados de Santiago, como La Dehesa, con sus mansiones y departamentos de lujo en las laderas de los cerros.
“Hay clientes que vienen y nos preguntan: ‘¿Debería vender? ¿Debería salir de aquí?'” contó Dania Guerrero, vendedora de una concesionaria de automóviles de lujo que trasladó su colección de Maserati, BMW y Mercedes a un espacio seguro y ha tenido un desplome en sus ventas.
“Aquí hay mucho nerviosismo económico”, aseguró Guerrero. “No se ve que este levantamiento vaya a terminar”.
Entre los millones que son considerados clase media baja está Pablo Santander, quien pasa su día conduciendo un auto Uber en Santiago para pagar la educación universitaria de tres hijos. La matrícula universitaria promedio de Chile es la segunda más alta en relación con los ingresos en la OCDE, superada solo por las de EE.UU.
“Siento que me estoy ahogando”, expresó Santander, y agregó que ha tenido que utilizar las tarjetas de crédito para cubrir los gastos de los servicios básicos como el agua y se ha estado atrasando en los pagos. Las personas como Santander también se ven duramente afectadas por el pago de impuesto a las ventas, que llegan al 19%.
Las luchas de la clase trabajadora —lo que incluye los niveles de deuda familiar que según el Banco Central llegan a un máximo récord— han activado un fuerte debate entre los ricos del país, como Leonardo Farkas, un franco excantante de clubes nocturnos en Las Vegas y magnate minero. Es famoso no solo por su crespa cabellera rubia, obras filantrópicas con orfanatos y su afición por repartir propinas de US$ 100, sino también por su severa crítica a las élites. Las considera tacañas y culpa a las regulaciones financieras poco estrictas por permitir que los prestadores cobren tasas de interés anual por sobre el 30% en las tarjetas de crédito y la deuda de consumo.
“Esto es nada menos que usura”, aseveró Farkas. “A la persona promedio no le interesa si el Gobierno es de derecha o de izquierda. Todo lo que quieren es una vida mejor”, aseguró.
Lo dicho desde que comenzó este estallido. El ÚNICO GRAN RIESGO real para el país en la gobernabilidad y que nos envía a la edad media financiera y social es que los capitales, internos y externos vean o perciban que el país está en un guerra externa con posibilidad de ser invadido, revolución o guerra civil. No pensé jamás que existía ese riesgo en realidad.
Es lo único que tienes que cuidar de manera feroz y decisiva como gobierno cuando está amenazada como hoy , no importa el costo social, político o personal. El estado de derecho. Y este gobierno, por alguna razón que me escapa no lo ha hecho y no lo va a hacer. Blumel acaba de quitar el apoyo a Carabineros y estos solo hicieron una declaración políticamente correcta en relación a un informe claramente tendencioso y solo con declaraciones de un solo lado de la ecuación. Para mi está definido. Los carabineros ya no van a proteger a nadie más arriesgando su seguridad personal. No como algo organizado, simplemente será una rendición.
Lo que refleja perfectamente este reportaje es que la gente rica está percibiendo este peligro de revolución y/o guerra civil de manera inminente.
No puedo expresar lo que esto significa para el país. Que se vayan los ricos, o sus capitales, por la percepción de riesgo sobre su seguridad directa es un desastre económico de proporciones bíblicas.
Gracias a los medios, clase política y pendejos vándalos de mierda que han generado una crispación del ambiente a niveles en los cuales todos están pensando en defenderse con violencia extrema de asaltos o incluso protestas y los que protestan de contra atacar igualmente.
Se ve en los videos. Ahora se comienza a tratar de cuicos contra flaites en la visión de los primeros, y de pueblo contra fachos en el opuesto. Guerra de clases. No puedes sobrevivir a eso.
Estamos en una espiral espantosa. No hay fuerzas de orden efectiva porque les quitaron todas las herramientas para serlo. No hay confianza en el orden del país, no hay confianza en la economía. No hay confianza en los políticos o dirigentes.
Y la crispación por la delincuencia está llegando al límite de uso de armas de fuego.
Yo mismo ya estoy harto de solo ver las imágenes y la extrema parcialidad criminal de los medios como CNN o T13 en la cobertura.
No se que quieren la verdad. O si entienden que su línea editorial nos está llevando a una guerra. Están estirando esto demasiado desprestigiando todo lo relacionado con las fuerzas de orden y alabando el movimiento social a niveles ridículos. De hecho creo que ya lo estiraron hasta el punto en que retomar el orden desde la entropía en la que estamos va a necesitar una fuerza masiva que solo va a ser posible social y políticamente cuando todo esté en el piso.
Lo único bueno de esto es que las FFAA y de Orden no están en el bolsillo del gobierno, ninguno, y probablemente van a actuar en el límite para retornar al orden sin tomar bandos, lo que sería una guerra civil de hecho si se produjera. Pero va a estar todo destruido, desde infraestructura a capacidades productivas, y principalmente confianza y cohesión social, de clase y generacional.
No pensé que llegaríamos a esto nunca.
Los camioneros van a parar y eso va a ser el agujero de descanso eterno de la economía. Y los empresarios van a hacer un paro patronal y eso será la lápida.
GET READY… El periodo de esperanza de que íbamos a salir de esto en pie acaba oficialmente de terminar. Al menos para mi.
Ahora comienza el periodo de desapalancamiento de la economía donde vamos a sentir todo el peso de 40 días de no producir nada más que lo justo y de la escasez desértica de liquidez que hoy debe existir en el sistema financiero en una economía endeudada hasta el cuello y sin dinero para pagar ni los compromisos del mes ni los intereses de la deuda.
FUCK….Me huele a pánico financiero y económico inminente.
Como siempre, espero de todo corazón estar equivocado en esto.
el tema es simple. Piñera es un ejecutor. Saco a 33 mineros con 0,000001% de probabilidad de éxito, y lo hizo con decisión.....y ahora no toma ninguna? este payaso es un títere del club de boldelberg, vean el video cuando matias rojas encaro a rockefeller, que lo fue a buscar agustin edwards para llevarlo a la reunión del club de bildelberg en el sur. En eso mismo busquen cuando piñera se queda sin bencina, ahí estaba con andres navarro e ivan camino a la reunión.....es un fucking luminti y la onu nos esta preparando el caos para luego imponer un golpe de estado y llevarnos a otro extremo. se viene el NWO, de eso estoy seguro, piñera no es weon, es un VENDE PATRIA
ResponderEliminarMuy bien anonimo
ResponderEliminarEl sigue a sus verdaderos amos
Se viene
Chile argentina socialista
Bolivia brazil venezuela capitalista
El plan va avanzando